Perdida en ti

Capítulo 27- Cena con Esme

Un golpe en mi puerta sonó, y caminé por el pasillo hacia la entrada principal, abrochándome un pendiente de oro que colgaba. La forma robusta del conductor de Esme, Walter, era visible a través de la ventana de bloques de vidrio. Abrí la puerta, todavía sujetando el otro pendiente.

-Buenas noches, señorita Valdés. Te ves hermosa- Él sonrió levemente y cruzó las manos detrás de su espalda. Llevaba un traje negro con una camisa negra debajo y una corbata de color morado oscuro que brillaba a la luz.

Yo sonreí -Gracias, Walter. Gran corbata. Sólo tardaré un minuto-

Él asintió -Por supuesto-

Me metí en el dormitorio para una revisión final de mi atuendo. Pantalones marrones oscuros con una pierna acampanada, tacones bajos y una blusa sin mangas con estampado geométrico marrón y blanco que mostraba un montón de espalda y un escote que cumplía con el pedido de escisión de Connie en broma.

En el camino de regreso a la puerta principal, agarré un pequeño bolso marrón de la mesa del pasillo, lo revisé en busca de llaves, teléfono celular y billetera, y deslicé la delgada correa sobre mi hombro.

-Todo listo- Walter asintió y dio un paso atrás. Cerré la puerta con llave, y lo seguí hasta la limusina negra.

Esme ya estaba bebiendo un vaso de vino blanco cuando me deslicé en el interior frío del auto. Me entregó un vaso con unos cuantos cubitos de hielo y un montón de whisky en cuanto me senté.

-Hola-. Ella tocó su vaso con el mío.

-Hola- Miré su atuendo cuando me acomodé en mi asiento. -Te ves muy bien-. Llevaba un sencillo vestido de cóctel azul cielo que hacía juego con sus ojos, y su cabello estaba recogido en un peinado cuidadosamente despeinado que me recordaba vagamente a un pájaro exótico.

Ella asintió levemente con la cabeza, como si la realeza aceptara lo que le correspondía, pero podía decir que mi comentario la complacía.
Señalé con mi vaso, levantando una ceja con curiosidad.

-No es que me queje, sabes que no rechazaré un buen whisky, pero ¿estamos celebrando algo? -

Ella sonrió, luego recogió un artículo en el asiento a su lado y me lo entregó -Tu primera portada verdaderamente escandalosa. Estoy muy orgullosa ¿Por qué no me dijiste que tenías un novio nuevo? -

Miré el artículo que tenía en la mano. Tres imágenes de periódico granuladas pero reconocibles en blanco y negro que detallan los momentos justo antes, durante y después de que James me besó. La espalda de James era difícil reconocerlo a menos que lo conocieras por la parte de atrás de su cabeza rubia, pero cada disparo mostraba claramente mi rostro. La primera imagen me mostró sonriéndole, y la segunda, el beso real, el tercero mostró nuestras caras aún juntas, con mis manos en sus hombros mientras lo empujaba, pero parecía que lo estaba acercando más. Los recortes fueron cuidadosamente recortados y laminados, con el titular -¿Realmente estaba acampando?- Y la leyenda, - Juliana encuentra más que la vida silvestre en su infame viaje de campamento-

-Oh, Dios - gemí.

Esme sonrió encantada. -Paula insistió en que lo lamináramos. Creo que es un buen toque. Ella también envía sus felicitaciones. -

La miré con el ceño fruncido y arrojé las fotos sobre el asiento con disgusto.

-Qué dulce- dije sarcásticamente. Señalé las fotos. -Eso fue tomado en tu casa, sabes. Tal vez sea mejor que hables con tus vecinos sobre a quién dejaron en la playa -

Su sonrisa se desvaneció y ella tomó la revista, estudiándola cuidadosamente. -Bueno. Tendré que hablar con Mel sobre eso. No pagué cerca de cuatro millones de dólares por una casa de la que cualquiera puede tomar fotos cuando lo deseen -