Capítulo 19 - Para empezar

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Su cabello se retiró de su rostro en una cola de caballo suelta y desordenada, y usaba vaqueros desgastados, mocasines y una blusa negra de manga corta con cuello de tortuga. Tenía la cara sin maquillaje y me miró cautelosamente, moviéndose con el gran bolso negro que colgaba sobre su hombro. -Hola- dijo eventualmente, su voz casi un susurro.

-Hey- Se veía tan bien que casi lloré. -Um  ¿quieres ... quieres entrar? -

Caminó la correa del bolso por encima de su hombro y asintió -Por favor. Si está bien... -

Di un paso atrás, abriendo más la puerta, y ella dudó un momento antes de pasar a mi lado en la habitación, echando un vistazo rápido alrededor de la bolsa de su hombro y depositándola cerca de la puerta. Cerré la puerta suavemente detrás de ella y nos miramos durante unos largos momentos, sin hablar. Finalmente, dio un paso adelante y levantó una mano para rozar mi mejilla con sus nudillos, luego acarició ligeramente con su pulgar. Me quedé quieta mientras pasaba su otra mano por mi cabello y bajaba por mi brazo, inclinando su barbilla hacia arriba para besar mi frente.

Cerré los ojos ante el contacto, sin moverme, pero cuando ella me empujó hacia adelante en su cuerpo y envolvió sus brazos alrededor de mí, dejé que mis brazos se elevaran alrededor de su cintura y la apreté con fuerza. Los dos suspiramos al mismo tiempo, y ella me besó el pelo.

-Dios, me alegra que estés a salvo- me susurró al oído -Estaba tan asustada...-

Apreté mis brazos brevemente, luego me retiré, perdiendo su calor instantáneamente -Lo siento, los preocupé a todos-

Ella sonrió ligeramente. Tocó mi mejilla otra vez y besó mi frente antes de retroceder un pequeño paso -Fue un poco más que la preocupación, Juliana- La sonrisa se desvaneció y su rostro adoptó una mirada obsesionada. -Pensamos que ...- Ella dejó caer su mano bruscamente y se dio la vuelta, caminando unos pasos hacia la ventana antes de darse la vuelta.

- ¿Recuerdas la primera vez que nos conocimos? ¿Cuándo te dijeron que estaría compartiendo tu trailer? -

Lo recordé bien. La primera vez que miré a esos ojos y perdí el aliento, la primera vez que esa voz fluyó a través de mí como la miel, la primera vez que la presencia de otra persona me dejó completamente y absolutamente aturdida. Asentí lentamente, confundido por el giro que había tomado la conversación.

-Te deseé desde el primer segundo que te vi- Ella sonrió en recuerdo -Te había visto en fotos y anuncios, por supuesto, y sabía que eras atractiva, pero, Dios, había algo en conocerte en persona. Creo que fueron tus ojos- reflexionó, inclinando la cabeza - o tal vez esa boca... -Sus ojos se posaron en mi boca y luego miró hacia arriba para encontrarme con mi mirada sorprendida -Recuerdo que pensé que sería divertido intentar meterte en mi cama- Ella sonrió irónicamente, y agregó honestamente -Soy una especie de cerda cuando se trata de sexo ... o al menos en el pasado -

-Valentina- dije -Yo no ...-

Ella sacudió la cabeza y levantó una mano. -No por favor. Solo... déjame hablar, ¿de acuerdo? Y luego puedes echarme, o decirme que soy una perra, o lo que sea- Cuando me quedé callada, ella continuó. -Después de unos meses, decidí que tal vez meterte en mi cama no era tan buena idea después de todo. Trabajamos juntas, eso en sí mismo lo convirtió en una mala idea, y por lo que pude ver, solo salías con hombres...- Ella hizo una pequeña mueca de autodesprecio y se frotó la nuca -Para ser honesta, Juliana, normalmente prefiero las cosas un poco menos... complicadas, así que decidí no buscar nada contigo. Demonios, apenas podía hacer que me hablaras de todos modos. Solo que... te rías mucho y de vez en cuando decías cosas realmente extrañas - Me metí las manos en los bolsillos a la defensiva, avergonzada de saber que había aparecido tan estúpida como siempre me sentía a su alrededor -Entonces, un día empezaste a hablarme - Ella sonrió suavemente -Fuiste graciosa, inteligente y dulce... realmente empecé a quererte, y todavía estaba locamente atraída por ti. Me asusté, supongo. Tengo amigos y tengo amantes. Hace mucho tiempo que no quería que ambas personas hicieran ese papel -Hizo una pausa y se empujó un trozo de pelo detrás de la oreja -Te mentí acerca de salir de la ciudad ese fin de semana porque tenía miedo. Cuando me dijiste que no habías estado con una mujer, lo usé como una excusa para alejarte porque tenía miedo. Lo que hice el fin de semana pasado en la fiesta, tratándote de esa manera- Ella me miró con tristeza- Fue porque tenía miedo. Era más fácil ser una idiota que admitir lo mucho que me preocupo por ti - Se detuvo y respiró hondo antes de continuar -Pero tener miedo de cómo me sentía por ti no es nada, nada- Repitió ella intensamente - en comparación con lo jodidamente asustada que he estado durante los últimos tres días. La idea de perderte...- Ella negó con la cabeza -Me aterrorizó. Me petrifico. Todavía lo hace. Pero me hizo darme cuenta de que lo que dijiste la otra noche, en mi casa, era verdad. Vale la pena el riesgo. Esto -Ella hizo un gesto entre nosotras, moviéndose hacia mí- Vale la pena el riesgo. Tú...- Se detuvo frente a mí y puso una mano en mi pecho -Vale la pena el riesgo. No quiero perderte de nuevo, y haré lo que quieras, tomaré lo que estés dispuesto a dar. Sé que probablemente he jodido las cosas de manera real, pero espero que al menos podamos ser amigas, y quizás, algún día, algo más -

La miré estúpidamente. Ella me había quitado el aliento de nuevo, esta vez con palabras.

Cuando no respondí de inmediato, ella suspiró -Ah, bueno- Ella ahuecó mi mejilla. -Ahora ya sabes, de todos modos. ¿Al menos pensarías en lo que dije? Por lo menos me gustaría ser amigas, por lo menos- Ella pasó su mano por mi brazo y apretó mi mano -Te extraño Juliana-

Todavía no había dicho nada, y ella me dio una sonrisa de dolor. Finalmente, cuando ella se movió hacia la puerta, logré decir algo.

-Quédate- le susurré. Me agarré con fuerza a su mano, sin dejar que se acercara más a la puerta -Eso es lo que quiero -

- ¿Qué? -

-Dijiste qué harías lo que quisiera- le dije, más alto ahora -Quiero que te quedes. Quiero abrazarte, quiero quedarme dormida contigo. Cuando me levante mañana por la mañana, quiero que seas lo primero que vea -Tiré suavemente de su mano, uniendo nuestros cuerpos de nuevo -Eso es lo que quiero - La miré a los ojos -Para empezar -

La tensión en su rostro se desvaneció lentamente y levantó una ceja, con una sonrisa torcida en sus labios. - ¿Para empezar? - Su pulgar acarició distraídamente el dorso de mi mano, levantando la piel de gallina en mi brazo.

-Para empezar - estuve de acuerdo -Mañana, veremos qué pasa- Tomé su mano y la coloqué en mi cadera -¿Pacto?-

Ella sonrió, cálida y contenta -Pacto-

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¡Feliz domingo!
Jess💖

Perdida en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora