Perdida en ti

Capítulo 15 - La fiesta de Scotty

-Me veo como una puta- murmuré mientras Observé mi reflejo en el espejo de cuerpo entero críticamente.

El negro había sido mi estado de ánimo cuando comencé a vestirme, y el negro había sido el resultado. Botas negras de tacón de tres pulgadas, pantalones negros de cuero con cordones en la parte delantera y top de seda negra. Usé un producto para deslizar mi cabello hacia atrás y un toque de delineador negro para resaltar el color y la forma inusual de mis ojos. El efecto general fue...

Bueno, quería hacerme notar esta noche. Quería una línea principal de confianza en mi misma, después de una semana de genialidad mecánica de Valentina que había maltratado mis emociones, y mi autoestima, casi hasta la sumisión.

Esto definitivamente me haría notar.

Demonios, tal vez después de la fiesta, saldría, me encontraría una mujer y me encargaría de todo esto por primera vez. Tal vez si lo hacía las suficientes veces, Valentina vería que esto no era un maldito experimento para mí y me dejaría regresar a su vida.

Resoplé ante mi reflejo -Sí, claro, Juliana, así es como eres tú- Bien, entonces no estaba buscando que me echaran a un lado, al menos no por un extraño, sin importar lo que el atuendo dijera lo contrario. Sin embargo, había algo acerca de vestirse de esta manera, de saber que te veías bien y que la gente te estaba mirando, deseándote...

Agarré mis llaves y sonreí ferozmente ante mi reflejo, sintiendo que la confianza en sí misma regresaba de prisa.

Vamos.
———

- Lagavulin, Rocks - le dije brevemente al hombre delgado que estaba de pie detrás de una de las cinco barras instaladas en diferentes pisos de la enorme estructura de cemento y vidrio. Estructura que fue la casa de Scott. Scott era uno de los productores ejecutivos de 9P y estaba lanzando esta fiesta para celebrar el final de nuestra segunda temporada, que habíamos terminado esa tarde.

El barman asintió y comenzó a llenar un pesado vaso de vidrio con hielo y salpicando una generosa porción de whisky por encima. Me entregó la bebida y una servilleta con un educado -Señora -

Sonreí y me hice a un lado, asintiendo con la cabeza a una pareja que no reconocí cuando tomaron mi lugar en el bar. Tomé un sorbo de mi bebida, disfrutando del sabor fresco y terroso de mi lengua, y miré a mi alrededor. Como el nivel principal de abajo, las paredes y los muebles eran de un blanco deslumbrante, y tuve que evitar el entrecerrar los ojos. A mi izquierda, una gruesa media pared blanca daba al piso principal. Me acerqué para apoyarme contra él, observando el flujo de invitados debajo y el personal silencioso de camisa blanca que se abría paso entre la multitud con práctica facilidad.

Un ritmo de techno fuerte e indistinguible se derramó de los parlantes ocultos, afortunadamente no tan alto en este nivel como lo había sido en el piso principal. Me había estado mezclando durante una hora y media con ese ruido sordo en mis oídos y finalmente había subido aquí para escapar de él; para escapar de la presión de la gente, la pequeña charla, las sonrisas falsas y simplemente respirar.

Pensé ociosamente ir a casa. Me causé un gran revuelo, levanté algunas cejas y recibí las miradas de agradecimiento que había estado esperando.

Ahora estaba cansada, me dolía la cabeza y la persona que realmente quería ver era probablemente una no presentación y mis pantalones estaban empezando a irritarme.

-Maldición, Valdés, escuché que estabas merodeando por ahí, como un cruce entre Joan Jett y un Conejito de Playboy, pero creo que tenía que verlo para creerlo. Mierda, lo que has estado ocultando- Sonreí y me volví hacia la voz, apoyando mi cadera contra la pared y observando a la pequeña mujer parada en el bar con diversión.