Perdida en ti

Capítulo 51 - Me haces feliz

-Hola, te ves fantástica - murmuró ella mientras ponía su mano en mi espalda y pasaba sus labios por mi mejilla - Mamá dijo que estabas aquí, que una persona de seguridad te había llevado lejos- Miró a Eva con dureza. - ¿Que está pasando? Pensé que te pedí que me avisaras cuando ella llegara aquí -

Eva parecía incómoda, pero se puso de pie ante la mirada de su hermana -Quería hablar con ella primero-

- ¿Acerca de? ¿Y de qué estaba hablando Juliana exactamente antes?  -Valentina cruzó los brazos y levantó una ceja en cuestión.

-Yo...-

Un estruendo de la cocina, seguido de una voz que gritaba maldiciones en español y una voz de respuesta que gritaba en inglés, la salvó de tener que responder.

-Maldita sea - Eva estaba junto a nosotras en un abrir y cerrar de ojos, empujando a mi lado con no muy suavidad y caminando por el pasillo, gritando por alguien llamado Julian.

Cuando ella se fue, Valentina preguntó

- ¿Qué está pasando, Juliana? ¿Qué quería Eva? Si ella está siendo una mierda contigo -

Negué con la cabeza. -Creo que ella estaba tratando de disculparse, en realidad, pero las cosas se desviaron un poco. Está bien, Val. Solo tomará un poco de tiempo para que yo y tu hermana nos llevemos bien - Ella frunció el ceño y yo le froté la espalda con dulzura -No te preocupes por eso, en serio. Ahora - ella observó mientras yo cerraba la puerta con un pie- ¿Crees que al menos podría recibir un abrazo? -

-Creo que podría hacer eso- Ella sonrió y tiró de mí hacia sus brazos, su hermana olvidada por el momento. Ella suspiró. -Estoy tan contenta de que hayas venido- murmuró en mi cabello mientras nos quedábamos abrazadas. Se apartó con una sonrisa tímida y agarró mi mano, alcanzando la puerta -Vamos, me gustaría presentarte a algunas personas. Ah, y Josh también está aquí -

-Sí, lo vi-, dije secamente, con más mordida de lo que había querido. Tanto para frenar mi posesividad.

Su mano bajó lentamente del pomo de la puerta y se volvió hacia mí, con una delicada ceja arqueada de sorpresa. -Estás enojada -

Solté un suspiro y sacudí la cabeza. -No, estoy siendo un asno. Olvídalo-

-Juliana- Tomó mi otra mano entre las suyas y me miró de cerca. -Algo te hizo enojar. Háblame, por favor -

Muy bien, Juliana. Ahora tienes que decirle que eres un imbécil celoso. Suspiré resignadamente -Ten en cuenta que estoy cansada, y estoy en una especie de estado de ánimo pissy, ¿De acuerdo? -

-Está bien- dijo y asintió, frunciendo el ceño ligeramente.

-Cuando entré a la fiesta, lo primero que vi fue a Josh con su brazo alrededor de ti- Apreté sus manos para detenerla cuando ella parecía estar a punto de interrumpir. -Sé que no estás ... saliendo con él, o lo que sea. Lo sé, tú lo sabes, Josh lo sabe, pero nadie más lo sabe, porque ustedes dos todavía actúan como si . ¿Sencillo y simple? - Me encogí de hombros. -Estaba celosa-

Ella parpadeó -¿Estabas celosa? ¿De Josh? -

-Sí- Saqué mis manos de las de ella y retrocedí con otro encogimiento de hombros. -Estaba celosa de Josh. Tonto, ¿eh? Bueno, no de Josh, de lo que es capaz de hacer y yo no puedo. Como pararte en una fiesta llena de gente con el brazo alrededor tuyo... tocarte ... estar contigo, y no tener que preocuparte por lo que la gente pueda pensar... -Me detuve y pasé una mano por mi cabello con frustración.

Ella no respondió por un momento, luego dio un paso adelante y tomó mis manos entre las suyas otra vez, sus ojos azules me miraban con atención.