Capítulo 10:"Positivo..."

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Narra Erika

Ha pasado un poco más de un mes desde que paso "eso" con Cris y no pude creer que el casi quería hacerlo diariamente, obvio me negué pero no siempre puedo escaparme, pero obvio que le puse peros, no ha pasado nada mas de las manos aunque es obvio que ya lo habíamos hecho realmente no tenia muchas ganas de volver a hacerlo pero aunque no quisiera admitirlo enfrente de él me gustó bastante el como se comportó conmigo, fue bastante cariñoso y atento, no tengo muchas palabras pero se que no me arrepentiré de haberle entregado mi primera vez a Cristián, en fin.

Estoy dándole de comer a los gemelos, están tan grandes y ya dentro de poco cumplirán sus 4 meses, me emociona el simple hecho de pensar que dentro de nada empezarán a gatear, le saldrán sus dientes, dirán sus primeras palabras y un tiempo después caminarán, ya quiero verlos haciendo todo eso.

Cuando termine de darle de comer los limpié y coloque en su porta bebé a cada uno, les puse su chupón y los deje bajo la mirada de Nahu.
Subi y me cambie acomode todas mis cosas y baje, me despedí de todos como siempre con un beso en la mejilla, tome las llaves y salí de mi casa me puse los auriculares y seguí caminando hasta llegar al instituto. Todos se sorprenderán ¡hoy por fin llegó temprano! Me siento orgullosa de mi misma.

Llegué al instituto y habían estudiantes por todo el patio, pasillos y salones. Fui directamente a mi salón y entre ya había algunos de mis compañeros estaban ahí jugando y lanzándose cosas cuando entre me vieron con sorpresa, los ignore y fui a mi asiento.

- no puedo creer lo que estoy viendo, ¡llegas temprano! - reconocí esa voz al instante era Luna, sentí como se tiró contra mi abrazándome.

Solamente reí y ella me siguió después de eso tocó la campana y todos terminaron de entrar seguidos del profesor quién comenzó a dar su clase, llegó un momento en el que me comenzó a doler la cabeza y me sentía mareada, sienta toda mi cara caliente y mis manos frías y temblorosas, apoye mis codos en la mesa y coloqué mi frente entre mis manos, así estuve durante toda la maldita hora hasta que por fin tocó la campana para el receso, todos salieron excepto yo, me quedé en la misma posición y solte un suspiro.

- ¿que tiene mi amada Erika? - me levanté al instante casi cayéndose debido al mareo que siento, me atajé por el escritorio y lo ví, era Lucas.

- ¿que haces aquí? - pregunté con un tono de molestia.

- te extrañaba, hace tiempo que no te veo preciosa - comenzó a acercarse lentamente.

- deja de molestar Lucas ya te lo he dicho un millón de veces - salí como pude del salón dejándolo ahí y comencé a buscar a mi grupo.

Llegue a la cafetería y todos estaban sentados y riendo en una mesa, me acerqué y tome por los hombros a Luna.

- me siento mal - le dije en el oído, ella al instante se levantó y me acompaño al baño.

Ni bien entramos me dirigí al retrete y comencé a vomitar, Luna se me acercó y me alzó el pelo mientras me acariciaba la espalda, después de vaciar todo mi estómago me incorporé y ella me llevó para lavarme la boca, después de eso ella me mojo un poco la cara y me alzó el cabello en una coleta alta.

- ¿te sientes mejor? - su tono era de preocupación, asentí.

- ¿segura? estás muy pálida, vamos -.

Me llevo hasta afuera para tomar aire y yo me senté en una banca .

- ¿qué haz hecho? - soltó de golpe.

- ¿de qué hablas? -.

- Erika, no soy tonta dime lo que haz hecho - volteo mirándola a los ojos, se le notaba preocupada.

- yo no... -.

- Erika, no puedes estar hablando encerio - se volteó agarrándose del cabello - si que haz metido la pata hasta el fondo, muy pero muy profundo -.

- ¿de qué hablas, Luna? -.

- por favor, te conozco desde que éramos niñas y se todo lo que te pasa, te conozco más que nadie y realmente no me gusta hacerlo ahora -.

- me estás asustando -.

- Erika...¿acaso...hiciste "eso" con Cristián? - mis mejillas las sentí caliente de la vergüenza, es decir, es mi mejor amiga y todo eso pero que hablemos de nuestra vida sexual...eso si ya era demasiado para los dos y lo sabía.

- Luna...eso no te debe de importar - le di la espalda y tire mi cabeza hacia atrás al sentir una ráfaga de viento.

- ¿acaso se cuidaron? -.

Ahí lo sentí, sentí como si le hubieran reventado el globo a un niño. Senti un miedo profundo recorrer desde las puntas de mis pies hasta el último pelo de mi cabeza. Ahí reventaron mi burbuja de relación perfecta, ahí me di cuenta que no usamos preservativo.

- Luna, te necesito - escuchamos la voz de mujer a nuestras espaldas.

- ahora no puedo - le respondió Luna.

- v-ve, por favor déjame - rogue mirándola.

- lo siento mucho, Erika -.

Ella se alejó y lágrimas empezaron a bajar por mis mejillas.

- ¿estás embarazada? - me asusté y giré mi cabeza, era Lucas.

- ¿que? claro que no ¿que dices? - me limpié las lágrimas pero veo como se acerca y trato de esquivarlo entrando al instituto pero el me tomó de la muñeca con fuerza.

- no me veas la cara de estúpido Erika, escuché todo - apretada cada vez más, solté un quejido.

- ¿y eso a ti que te importa? suéltame me haces daño -.

- no me digas que te entregaste al idiota de Cristian - dijo alzando más la voz.

- y si eso es así ¿en qué te afecta?-  dije tratando safarme de su agarré.

- eres una idiota te arruinaste la vida, Erika - me soltó bruscamente y me llevé mi mano a mi pecho, estaba realmente enojada.

- solo tienes envidia porque me entregué a el y no a ti ¿no es así? - dije burlándome.

Me arrepentí de decirle eso cuando se acercó y me empujó tan fuerte que choqué contra la pared de cemento, solté un quejido fuerte, eso sí me dolió, no dijo nada más y se fue solté un suspiró. Solo regrese al salón...

(...)

No lo podía creer, no lo quiero creer.

Cuando salí del instituto Nahu fue a buscarme pero le dije que pararemos en una farmacia para comprarme una pastilla para el dolor de cabeza, lo cual obviamente era mentira y sin que se diera cuenta agarré la primer prueba de embarazo que vi, la pagué y la esconde en mi mochila.

Hace una hora que volví, hace quince minutos me hice la prueba...

Estaba llorando abrazando mi peluche que me regaló Nahu mirando con miedo aquella prueba que marcaba dos rayas completamente rojas. Senti mi mundo derrumbarse, decepcioné a todos, a mis hermanos, a mi papá, a mi mamá...sobre todo a ella...yo le juré que terminaria el instituto, que buscaría un buen trabajo y luego traería hijos al mundo pero...le fallé. Sin darme cuenta me quedé dormida mientras lloraba.

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El mejor error de mi vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora