Capítulo 36:"Eres mía y de nadie más"

2.1K 113 5
                                    

Narra Erika

Estaba tranquilamente dormida hasta que comienzo a despertar sintiendo un cosquilleo por mi rostro.

- déjala, la despertarás -.

- solo un rato más -

- no, déjala -.

Escuchaba voces susurrando hasta que abrí mis ojos y aunque algo borroso ví a Mark a un lado mío y a Liam del otro lado, sonreí.

- te dije que la despertarías - Liam miró enojado a Mark.

- lo siento, pequeño - Mark solo rio y volteó a verme - el desayuno está listo, amor -.

Me senté en la cama para luego estirarme y justo cuando me iba a levantar Mark me cargó en sus brazos, solo me aferré a el para no caer. Comenzó a caminar hasta la cocina y solo miraba a Liam quien corría detrás nuestro mientras le hablaba a Mark.

- buenos días, princesa - dijo Nahuel al verme.

Le respondí de igual manera mientras Mark me dejaba en la silla y me acercaba el desayuno.

- ¿porqué tardaron tanto? - ví a Dereck entrando en la cocina.

- Mark besaba a Erik, iugh - respondió Liam.

Reí bajo al escucharlo, con que era eso que sentía. Pasamos el desayuno normal, como siempre, hablando entre nosotros mientras reíamos y veíamos como Ángel y Angus hacían un desastre al intentar comer solos.
Luego del desayuno fui hasta la sala y comencé a ver una película ya que mis hermanos y Mark no me dejaron ayudar y limpiar todo el desastre, la verdad estaba aburrida no había nada que yo pudiera hacer, agarré mi teléfono para llamar a Luna pero en ese momento sonó el timbre de la casa. Ví como Mark fue a abrir y fruncío su ceño y por esa reacción supe quién era.

Se hizo aún lado y vi a Cristián entrar, miró alrededor hasta ver donde yo estab ay se acercó con rapidez.

- ¿cómo estás, hermosa? - sonrió y se sentó aún lado mío, vi en sus manos una bolsa.

- algo aburrida - ví como Mark vino y se sentó alado mío para luego poner una de sus manos sobre mi muslo y apretarlo, volteé los ojos soltando un suspiro.

- traje algo para nuestro hijo - acercó la caja.

Cuando dijo eso escuché algo parecido a un gruñido de parte de Mark, solo apreté su mano dándole a entender que se calme.

- espero que te guste - dijo ignorando por completo a Mark.

De la caja saco un pequeño conjunto de ropa azul pastel con la frase "soy el resultado perfecto del amor entre papá y mamá" sonreí emocionada y lo agarré.

- es hermoso - dije sonriendo.

- me alegra que te haya gustado - me sonrío y agarró la pequeña ropa para luego ponerlo sobre mi vientre .

- ¿qué haces? - pregunté confundida.

- lo estoy midiendo - siguió haciéndolo y yo reí bajo - espero que le quede, este niño será muy gordito -.

- si le quedará, Cris - sonreí - y tienes razón, está enorme -.

Él me devolvió la sonrisa, pasamos hablando y riendo por un buen rato hasta que tuvo que irse, aparte la mano de Mark y subi hasta la habitación para acomodar la ropita de mi bebé. Eche una última mirada y me giren para irme pero vi a Mark enfrente mío.

- demonios, me asustas - dije agarrándome el pecho - ¿que haces? -.

No me respondió, solamente me agarró de mi mentón y me beso, me sorprendió tanto que solo lo aparte de mi pero él quería seguir.

- Mark, basta - dije empujándolo aunque como siempre no servía de nada, él era el doble de yo, en todos los sentidos.

- ¿porqué? ¿acaso quieres estar con el idiota de Williams? - me agarró de las muñecas - ¡respóndeme! -.

- ¿y a ti que te pasa? - dije enojada - suéltame, me lastimas -.

- no lo haré, tu eres mía Erika - apretó más su agarré - solo mía y de nadie más -.

- ¡yo no soy tuya Mark! - lo aparte de mi - ya hablamos de esto Mark, no empecemos de nuevo -.

- si eres mía, ¿te lo demuestro? - dijo enojado para luego empujarme algo brusco contra la cama y ponerse encima mio.

Intente alejarme pero no pude y en mi avanzado estado de embarazo era casi imposible moverme con libertad, él intento besarme pero yo no lo deje así que con toda la fuerza que pude lo patee en la entrepierna y corrí hasta la puerta para abrirla pero cuando lo iba a hacer ví como los brazos de Mark me aprisionaron contra está. Ya estaba cansada de esto, de sus estúpidos celos, de su forma de tratarme, así que me arme de valor y decidí enfrentarlo.

- ¿que demonios necesitas ver o hacerme para asegurarte que te amo? - dije con la voz algo rota y lágrimas bajando por mis mejillas - ¿tan poca confianza me tienes? ¿enserio piensas que volveré con Cristián? - apreté los dientes.

- Erika, escucha - no pudo seguir ya que lo interrumpí.

- no, escúchame y será mejor que me escuches bien - lo aparte de mi - ya me tienes harta con tus celos, con tus cambios de actitud, con tu manera de tratarme ¿piensas que soy un juguete, Mark? - retrocedí cuando él quiso agarrarme de mis manos - yo te amo y lo sabés pero con esa estupida actitud haces que cada día ese amor empiece a desaparecer poco a poco - me limpié las lágrimas.

- Erika, amor, perdóname - se volvió a acercar - enserio no sé que me pasa, solo se que tengo miedo, mucho miedo de perderte - me abrazo aunque lo intente apartar se aferró a mi - yo te amo, te amo mucho -.

- estás demostrándome lo contrario a mi y a todos ¿lo sabes? - apenas me salía la voz - y-yo te amo mucho p-pero si sigues así me perderás, Mark - mi voz salió completamente rota, tartamudeaba a la vez que mi cuerpo comenzaba a temblar.

- te juro que cambiaré pero ahora solo tranquilízate ¿si? -.

Intenté hacerle caso y cuando por fin logré calmarme un poco sentí como unía sus labios con los míos es un tierno beso, se separó luego de unos segundos y unió nuestras frentes. Ninguno de nosotros decía algo solo se escuchaba el ruido de nuestras respiraciones algo agitadas. Mark me acariciaba lentamente mis mejillas y yo solo cerré mis ojos.

- ven - me susurró para luego ayudarme a levantarme y guiarme hasta nuestra cama.

Una vez allí me acosté y luego de acomodarme el se puso detrás mío apegándose a mi mientras acariciaba con ambas manos mi vientre y me daba tiernos besos en mi cuello y cabello. Solo respiré profundo lo cual ayudo a calmarme y de a poco comencé a sentir mis ojos cansados para luego finalmente cerrarlos y caer dormida.

.

.

.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El mejor error de mi vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora