|| T•D•A•H : Trueplik : FINALIZADO : ✅ ||

☆ 06 ☆

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—Y así fue como termine encerrado en el baño por más de una hora. — dijo Mateo haciendo que de los labios de Manuel se le escapará una carcajada.

Ambos salieron temprano del colegio debido a que el maestro de Historia (con el cual llevaban en la última hora) no llegó.

Desde la clase de Computación Vainstein y Palacios se la pasaron juntos todo el tiempo (siendo esto una sorpresa para muchos al verlos). 

Manuel comenzaba a notar que el morocho no era como se le pintaba ya  que era espontáneo, dinámico y muy observador.

—No te rías. — gruño “enojado” Palacios, pero sus mejillas se habían teñido de un ligero color carmesí.

—P-perdon es-s que. — trato de decir Manuel pero su risa se lo impedía. —Aun no comprendo como es que quedaste atrapado. —  dijo el mayor  para volver a estallar en risa.

—Ni yo mismo lo sé. — se encogió de hombros. —Lo bueno es que Mamá Lau fue a rescatarme. — sonrió al mencionar el nombre de su “madre”. —Pero sabes que.

—¿Qué?. — pregunto Manuel ya más calmado.

—Nunca te había escuchado reír y tengo que admitir que te  vez lindo cuando lo haces. — comentó Mateo haciendo que Manuel se detuviera en seco.

—¿Di-isculpa?. — interrogó nervioso.
—¿C-como que me veo lin-ndo cuando son-nrió?.

—Siempre estás serio,  a veces tú rostro  no demuestra ninguna emoción y es agradable verte feliz. — dijo el morocho siendo turno de Manuel de sonrojarse.
—¡¡Lo vez hasta cuándo te avergüenzas eres adorable!!.

Vainstein no supo que decir o como reacción; esta era la segunda vez en el día que le sucedía lo mismo.

Siguieron con su camino entre pláticas aunque le único que hablaba era el morocho, Biquard por su parte aún seguía pensando en lo dicho por Corazzina.

¿En verdad era lindo?  y  ¿Adorable?

¿Y porque esas palabras le daban tan  vueltas en la cabeza?.

—¡¡Un parque!!. — chilló con emoción Mateo asustando a Manuel. 

Vainstein no supo en que momento fue arrastrado por Palacios hasta el parque pero cuando se dió cuenta decidió no hacer nada. Una vez que llegaron Mateo arrojo su mochila para subirse rapidamente a un columpio.

—Vamos Manu inténtalo. — exclamó alegre.

—No lo se. — dudo Vainstein rascando su nuca.

—Porfavoooooooorr. — Mateo alargo la ultima vocal, haciéndolo ceder.

Manuel coloco su mochila con cuidado en el suelo (no como Mateo que la había aventado), se subió al columpio con miedo el cual perdió luego de unos minutos.