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Muy diferente a la paz y serenidad que se sentía en la habitación del morocho, en el juzgado, la tensión podía cortarse con un cuchillo. Las declaraciones de la defensa habían comenzado, el abogado de Laura, le había proporcionado al juez una serie de documentos, donde se detalla todo el historial médico del rizado, al igual que el académico.

Aquel hombre argumentó que Corazzina había cumplido con cada una de esas obligaciones, brindándole una buena salud y educación. Después de esto, pasó a llamar a los diferentes testigos que tenía, la primera en pasar fue la ex-terapeuta de Palacios, quien contestó a cada una de las preguntas que se le fueron hechas.

Esta declaró, que Laura había estado al pendiente del trastorno que el morocho padecía, y que en ningún momento descuidó las terapias, en las cuales estuvo presente todo el tiempo. También explico, el porque este no tomaba ningún tipo de medicamentos, para contrarrestar los síntomas del TDAH.

-El tema de la medicación, siempre ha estado en tela juicio. - dijo ella. -He tenido casos, donde los padres se niegan a medicar a sus hijos, porque creen que eso los llevará a una vida de adicciones y problemas en su futuro. - comentó, siendo atentamente escuchada. -Mientras que otros, consideran que los medicamentos, son lo único que consigue que los pacientes tengan un mejor control sobre sus vidas. - agrego. -Aunque lo cierto es, que cada caso es diferente, pueden tener los mismos síntomas o comportamientos. Pero jamás, lo que funciona en una persona, tendrá la misma eficacia en otra. - aclaró de manera serena.

-Pero eso no justifica nada - se entrometió el otro abogado, quien tenía pinta de tener el mismo carácter de la directora. -De todo lo que ha dicho, no hay motivo válido para que la señora Corazzina no quiera suministrarle los medicamentos a Mateo. - comentó, ganándose una mirada llena de repudio de la morocha.

-Como decía.... - continuó la mujer, haciendo caso omiso a la interrupción. -Casi siempre, los medicamentos traerán consigo "efectos secundarios". - hablo esto último haciendo comillas. -Los cuales van desde problemas para dormir, pérdida del apetito, al igual que del peso corporal, dolores de cabeza y estomacales, mal humor, nerviosismo, sin olvidar el tan conocido rebote, que sucede cuando el efecto del medicamento desaparece del cuerpo. - enumero cada uno de ellos, para luego mirar a Laura, a la cual le dedico una pequeña sonrisa. -Mateo, es uno de esos casos donde la medicación no funciona, que en vez de ayudarlo terminan por perjudicarlo.

-¿En qué sentido? - cuestionó el castaño, una vez que terminó de hablar.

-Por lo que el propio Mateo me ha dicho, se siente extraño, como si algo no lo dejara ser como es en realidad. - dijo, haciendo una mueca de disgusto. -Que se vuelve más apagado, que nada lo anima o le llama la atención, y que hay ocasiones en las que comienza a llorar, al no poder entender lo que le sucede. - comentó en medio de un pesado suspiro. -Ya sea un medicamento estimulante o no, tienen el mismo efecto en él, y la señora Corazzina, se dio cuenta de inmediato de esto, por lo que decidió retirarle la medicación. - hablo de manera sincera. -Y a mi criterio, fue lo mejor que pudo haber hecho. - terminó por contar.

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