Limpió el sudor de su rostro con una pequeña toalla y dejó salir un largo respiro, mientras se disponía a hacer muchas más abdominales. Todavía no se sentía lo suficientemente cansado, y realmente tenía que conseguir agotarse si quería mantenerse un poco cuerdo durante el día.
El reloj indicaba que no faltaba mucho más para que el sol terminara de ocultarse, aunque ver el atardecer aquel día era imposible, debido a lo encapotado del cielo.
Esa mañana, SeungCheol no había podido salir a correr, impulsado por la idea de evitar que JiHoon pudiera escapar, así que había tenido que arreglárselas para hacer un poco de ejercicio en su habitación. Aunado a ello, realmente deseaba evitar ver al menor a toda costa. El ambiente en la casa sólo se había vuelto mucho más tenso, si ello era posible, luego de la pelea que tuvieron el día anterior, por lo que ambos habían hecho un esfuerzo olímpico por permanecer en distintos sitios de la casa. El castaño ni siquiera se había molestado en fingir que no le escuchaba cuando le llamó a desayunar y después a comer, y, por si fuera poco, JiHoon había ocupado la sala de estar desde el mediodía, sólo leyendo página tras página de un enorme libro, y simplemente pasaba de vez en cuando por su habitación cuando parecía querer buscar algo de su propia pieza.
SeungCheol tuvo que obligarse a mantener la puerta abierta con el fin de escuchar que todo se mantuviera en orden en el primer piso, pero lo cierto era que odiaba con toda su alma el tener que permitir que su privacidad se viera violada sólo por un mocoso llorón.
Pasó varios minutos más realizando esfuerzo, y para cuando hubo terminado de ejercitarse, se quedó recostado sobre el suelo durante un momento, observando cómo las gotas de lluvia comenzaban a mojar el suelo del balcón de su habitación, y sólo deseó verdaderamente poder estar fuera, huir de toda esa situación que le cansaba tanto y no le permitía hacer todo lo que quería. JiHoon representaba para él un verdadero estorbo, y no sabía qué hacer para lograr que dejara de comportarse de forma tan inmadura, negándose a todo lo que le pedía y buscando llevarle la contraria en todo momento.
Sabía que no iban a congeniar jamás, pero eso no significaba que tuviera que ser tan irritante todo el tiempo. Incluso el mismo SeungCheol sentía que ponía de su parte, algo que JiHoon no tenía intenciones de hacer al parecer.
Decidió darse un baño rápido, y para cuando hubo salido de la ducha, una verdadera tormenta se desarrollaba fuera. Algunos relámpagos comenzaban a perturbar la tranquilidad de la noche, y supo que iba a ser quizá un poco difícil conciliar el sueño con todo ese estruendo.
El pelinegro no tenía hambre todavía, así que decidió que quizá se saltaría la cena y tal vez podría incluso dormir temprano, por lo que abandonó su pequeño refugio para ir a la cocina por una botella de agua y quizá un aperitivo ligero.
No le sorprendió el observar cómo su destinado le ignoraba completamente, mientras pasaba otra página del libro que sostenía en una de sus manos, con parsimonia. A SeungCheol le gustaba leer, pero sin duda jamás había conocido a nadie que pudiera pasar tanto tiempo realizando la misma actividad. Pensaba que seguramente era un talento que JiHoon había desarrollado con el tiempo, lo deducía gracias al reporte que había recibido cuando se disponía a cazar a ese niño. Ser el primero de la clase, y probablemente de la generación entera, debió costarle buenas noches de insomnio y horas de encierro. Sin embargo, el mayor no dijo nada, ni siquiera se molestó en recordarle otra vez a ese chico que debía comer algo, y JiHoon tampoco hizo movimiento alguno, ni siquiera cuando sabía que ver a ese hombre esforzándose tanto por mantener su buena condición física le había sorprendido, y simplemente dejó que los pasos del moreno le dijeran cuándo podía dejar de fingir que lo que leía era interesante, como si no hubiera pasado esas páginas mil veces antes.
![](https://img.wattpad.com/cover/205231564-288-k948698.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Red lights
FanfictionDonde una luz se enciende en las personas al encontrar a su destinado. En un mundo donde la sociedad está en crisis debido a las almas gemelas, un estudiante de medicina enciende La Luz en la persona menos esperada.