Capítulo 7

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Terminó de guardar las últimas sábanas que cubrían los muebles y apagó la luz antes de salir de esa habitación done guardaban todos los artilugios que no eran usados.

JiHoon caminó de regreso a su habitación, donde todavía le restaban algunas cosas por desempacar, pero incluso cuando su mudanza no se encontraba del todo lista, sus cosas seguían luciendo ordenadas. Era costumbre suya mantener sus pertenencias en su sitio siempre, no le gustaba vivir en medio de un desastre, especialmente teniendo en cuenta que toda su vida en ese momento parecía ser un caos. Por lo menos quería mantener el control sobre su sitio en ese departamento.

El lugar era demasiado espacioso como para terminar de instalarse en unas horas, y aunque todavía les faltaban cosas por organizar en la casa, JiHoon había preferido recluirse durante ese día en su habitación en cuanto terminaron de limpiar un poco el primer piso del lugar, debido a que para SeungCheol, desempacar significaba llenar de armas el lugar.

El castaño había preferido no ver dónde su destinado había dejado algunas de las muchas cosas que consiguieron en su parada luego de arribar al aeropuerto. No lo diría en voz alta, pero se sentía nervioso al saber que estaría rodeado de los mismos artefactos que le habían herido la pierna días atrás. Era un significativo alivio para él el que la vida de ese asesino fuera dependiente de la suya, pues nunca podría usar las miles de municiones que tenía contra él. Además, tendría que protegerle contra cualquier mal suceso que pudiera ocurrir mientras estuvieran ahí. Algo bueno tenía que poder hacer ese sujeto de aspecto atemorizante.

Las cosas entre ambos no estaban yendo en absoluto bien. Apenas se hablaban, mucho menos se miraban, y vivir de esa manera durante un mes entero iba a ser difícil. Podía percibirse una constante tensión en todo el lugar, que sólo aumentaba cuando se encontraban en el mismo sitio en la casa.

Aunado a ello, JiHoon extrañaba a su familia. Lidiar con ese problema generado por las almas gemelas por su cuenta era mucho más difícil estando solo con un loco. Y ni siquiera podía hablar con ellos tanto como quisiera, pues debían mantener la comunicación prácticamente nula para evitar que alguien pudiera saber dónde se encontraban si era que las personas de la mafia habían decidido seguir a los doctores Lee; así que la última vez que había hablado con su familia fue cuando SeungCheol les envío un mensaje, avisándoles que habían llegado a salvo a su destino. Aunque dudaba mucho que pudiera encontrar en ese espacio un verdadero hogar.

JiHoon ocupaba la habitación más grande del departamento. Había llegado a una especie de acuerdo con su destinado, él podría usar ese lugar para estudiar y concentrarse en no abandonar del todo su carrera universitaria durante el tiempo que pasaran fuera de Corea, y SeungCheol ocuparía la habitación secundaria, además del estudio, para lo que fuera que lo necesitara. El castaño realmente no deseaba saber en qué clase de cosas escabrosas se metía ese hombre.

Así pues, JiHoon observó sus muchos libros esparcidos todavía sobre su escritorio, mientras las ventanas, que ocupaban prácticamente una pared completa en su pieza, permanecían cerradas, pues era invierno y el viento fuera era realmente frío. Aunado al cambio de horario, el extenso viaje y la falta de sueño, el menor sabía que podía estar mucho más propenso a enfermar, y lo que menos necesitaba en ese instante era resfriarse.

Un par de golpes en la puerta interrumpió la relativa paz en que se encontraba y durante algunos segundos pensó en no abrir. Mas los golpes se repitieron, y supo que aquel hombre no le dejaría en paz hasta que le recibiera, por lo que la expresión del menor se tiñó de desprecio puro antes de que abriera la puerta y se encontrara con el alto azabache entregándole un arma de bajo calibre.

—¿Qué haces? —cuestionó JiHoon con fastidio, retrocediendo un par de pasos al observar lo que SeungCheol quería darle.

—Es para que la guardes en tu habitación —explicó el mayor, como si fuera algo obvio y JiHoon muy tonto para comprenderlo.

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