SeungCheol bostezó ligeramente, observando el reloj mientras Mingyu le contaba sobre los resultados del examen que se había hecho el día anterior. Le continuaba preocupando producir toxinas, aunque realmente no había motivo para ello.
Pasaba días alejado de Wonwoo cuando el esposo de éste decidía que era tiempo de ser un inútil quedándose en casa o cuando le hacía daño suficiente como para que el mayor no quisiera salir de casa, y en todo ese tiempo, la condición de Mingyu nunca empeoraba. Se mantenía saludable como siempre, con la misma energía y la disposición de asesinar al imbécil que su amado tenía por pareja.
SeungCheol había tenido a bien mencionarle todos los síntomas que él experimentó en cuanto su luz se encendió, lo agotado que se sentía, la debilidad que crecía día con día, y no cabía duda de que no presentaba ninguno de ellos. Incluso cuando la luz de Wonwoo y Mingyu fuera blanca, por lo menos tendrían que experimentar algún malestar, eso decían los folletos que le habían dado al pelinegro en el hospital cuando había ido a curar su mano luego de estrellarla contra el espejo.
—Lo analizamos de todas las maneras posibles, pero no, realmente creo que Wonwoo no es tu alma gemela, Mingyu —dijo SeungCheol, para pesar de su amigo.
Mingyu suspiró y frunció los labios, asintiendo ligeramente. No se cerraba a la posibilidad de que en el mundo existiera otra persona que fuera perfecta para él, que realmente hiciera que su luz apareciera. En algún momento pensó que su vida sería mucho mejor cuando ese resplandor brotara de su pecho; pero ya no estaba seguro de querer encontrarla, porque realmente pensaba que nunca podría amar a nadie como hacía con ese chico, y no porque fuera alguien obstinado que no quería aceptar la realidad, sino porque simplemente ese hombre se había robado todo su ser en el momento en que sus miradas se cruzaron. Si eso no significaba que estaban destinados a ser, ¿qué sería entonces?
—Wonwoo tampoco ha experimentado problemas cuando se mantiene lejos de ti, ¿no? —cuestionó SeungCheol, sólo para asegurarse de que ambas partes se mantenían bien cuando existía distancia entre ellos.
—No, ninguno —respondió Mingyu, sintiéndose desanimado—. Lejos de todas las cosas que ese idiota le provoca, él realmente está bien físicamente sin mí.
Pronunciar esas palabras era difícil para Mingyu. SeungCheol le había dicho que sentir que moría cuando todavía se encontraba en la búsqueda de JiHoon era espantoso, pero él daría lo que fuera por experimentar esa sensación si provenía de Wonwoo, si su ser dependiera de esos orbes gatunos. Le habría gustado pensar que los dioses se equivocaron con ellos respecto a no señalarnos como almas gemelas, pero al parecer no era así.
—Suena como algo bastante malo —susurró SeungCheol, pensando en todas las cosas que ese chico tenía que vivir estando casado con alguien varios años mayor que él, que además no compartía su estilo de vida en absoluto.
—Y que lo digas. Siempre que está conmigo me esfuerzo por hacerle sonreír, pero es difícil no notar en su mirada que siempre parece consciente de que en algún momento tendrá que volver a esa casa —Mingyu procuró respirar para evitar recordar todas las heridas que Wonwoo había sufrido a lo largo de ese tiempo en que se conocían. Ver a alguien tan lindo como él en esas condiciones era algo que le rompía el corazón.
—Cálmate, no podemos dejarlo sin su destinado. Incluso si es un hijo de puta, lo necesitas para mantener vivo a tu chico —le recordó SeungCheol.
Mingyu apretó los dientes y asintió. Era un poco extraño hablar de las personas como objetos vitales más que como seres vivientes, pero en la actualidad, muchas personas consideraban a las almas gemelas como eso, una manera de continuar vivos. Ello, aunado a que Wonwoo no le permitía acercarse a su esposo, dejaba al más alto con las manos atadas. Todo lo que podía hacer era esperar cada día por que las cosas para ese joven resultaran mejor, por que pudiera sobrellevar lo que ocurría en su hogar.

ESTÁS LEYENDO
Red lights
FanfictionDonde una luz se enciende en las personas al encontrar a su destinado. En un mundo donde la sociedad está en crisis debido a las almas gemelas, un estudiante de medicina enciende La Luz en la persona menos esperada.