3

34.7K 3.4K 409
                                    



Al llegar a mi habitación había entrado primero que mamá, había reconocido mis huellas guías, cuando escuché que cerró mi puerta me volteé un poco.

-Mamá, dame una razón cual explique por qué Jungkook me estaba esperando y yo no sabía nada, simplemente dejaste que me viera así, solo Dios sabe que habrá pensado cuando baje con los ojos perdido, despeinado, hablando al aire y con la peor ropa posible. – le susurré a mamá, conteniendo mis lágrimas, sabía que ella quería ayudar para la sorpresa, pero también sabia mis sentimientos hacia Jungkook y que me viera así no me daba puntos a favor.

-Jimin, si Jungkook tiene sentimientos por ti, más que de una amistad, no importa en qué estado te vea, le vas a parecer hermoso de cualquier manera. – respondió mamá.

-Esto no es fácil para mí, apuesto todos mis escasos bienes a que Jungkook es el estereotipo físico de alfa perfecto. –dije con tristeza. Ese era mi mayor temor en mi plan de conquista, luchar una batalla ya perdida. Recordar a Jungkook de niño lo describiría como un pequeño niño hermoso, amable e inteligente. Imaginarlo de adulto con esos dotes para la apariencia madura y una vida organizada, no elevaba mis esperanzas.

-Cariño, conoces tanto como yo a Jungkook y sabes que él no es ese tipo de chico, además, él ha mantenido contacto contigo por tantos años, ¿Por qué crees tú? ¿solo por qué eres su querido amigo? Jimin, acuérdate que eres ciego, pero no idiota. – dijo mamá con un toque de sarcasmo.

-¿Te estas burlando de tu propio hijo? – le dije mientras ponía tono de indignación y tocaba mi pecho en forma dramática.
Como siempre, mamá había aligerado el ambiente, era uno de sus dones más queridos en casa.

Cada vez que tenía una crisis existencial y autodestructiva hacía mi persona, ella me distraía con malos chiste, graciosas anécdotas e historias románticas sobre mis madres.

-Te escuche reír, yong sun. – seguí diciendo mientras ella seguía soltando una pequeña risita.

-Ya, te ves bien, Mr. Drama, llevas un pantalón de mezclilla con un buzo gris y no están al revés.– dijo mamá mientras me tocaba el pecho con su dedo.

-¿Cómo está vestido Jungkook? –
No podía imaginármelo ni un poco, no hasta que pudiera sentir sus rostro e irlo pintando en mi cabeza.

-Todo de negro...mmm...un pantalón de chándal negro y un buzo negro – dijo yong sun.
Pude imaginar la ropa, por lo poco que pude sentir de su presencia, era más alto que yo y tenía músculos poco voluminosos.

-Tengo miedo de que en esa caminata algo salga mal, ¿qué pasa si me caigo o tropiezo? ¿y si a él le da vergüenza que use el bastón? ¿y si choco con alguien? ¿cómo me voy a dar cuenta si alguien le esta observando con otras intenciones? – le dije a mamá y sentía que estaba cayendo en una nueva espiral de inseguridades.

-No pienses en eso por ahora, ve abajo y enamora a ese chico con la mejor sonrisa, esos son los amores que duran, los que se forman por las pequeñas cosas como ir a caminar a un parque. – la escuché a Yosu -Sobrenombre abreviado de mamá- con todo el positivismo que siempre hay en ella. – Quiero que seas feliz, como lo tienes destinado.- terminó la frase.

-Gracias, mamá, te amo- le dije mientras casi la abrazo, porque parece que ella estaba más lejos de lo pensaba y casi terminamos en el piso, aunque igual terminé en sus brazos.              


Mientras bajábamos las escaleras parecía que los latidos de mi corazón estaban al compás de los escalones, Dios, creo que estoy temblando de los nervios, mi lobo se ha mantenido activo desde la mañana, es raro, aveces parece mas triste que yo, y hoy es como si cobrara vida.

Ya puedo sentir el aroma de jungkook, sé que todo va a salir bien, vamos a reírnos mucho, comer helado, y si todos los dioses de todas las religiones y creencias están de mi lado, voy a coger su mano, si soy correspondido es un avance para mi plan de conquista, pero si soy rechazado viene mi plan de escape que es excusarme con mi ceguera.
Tiene sus ventajas o desventajas, tropezarme accidentalmente y colocar mi mano en su abdomen, es simple casualidad.

-Se tomaron su tiempo- mencionó jungkook. Se escuchaba un poco distante, pero todavía no había grabado el tono de su voz y no podía saber cuando lo cambiaba.

-Lo siento, fue mi culpa. Jungkook, jimin es una persona independiente, pero sigue siendo mi hijo así que te lo encargo, ten cuidado con los ruidos fuertes o que lo puedan tomar desprevenido, el llevara su bastón. Casi no sale de casa solo, mejor dicho nunca, su madre es un poco sobre protectora en ese aspecto...- comenzó mamá a ventilar toda mi aburrida vida, o por lo menos así me pareció.

-Adios, Yosu, creo que tienes que ir preparando muchas cosas para cuando llegue má Hejin.- me despedí.

Jungkook prometió estar pendiente de mi, más de lo que ya se lo tenía propuesto. Intercambiaron números, esa era otra cosa...
Todo va a estar bien.

Todo va a estar jodidamente bien.

Escuché como el abría la puerta, rebusque mi bastón en el perchero de pared que estaba a cinco pasos de la baja a la entrada y antes de poder armarlo, jungkook sujetó mi mano, la colocó en su antebrazo  y dijo.

- Hoy no es necesario, yo seré tu apoyo.-

Blind soul - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora