Blind soul - Kookmin

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Admito que la cena estuvo tranquila y entretenida, luego de comer vinimos directo a casa, al llegar jungkook fue el primero en subir y alistarse para dormir, yo simplemente me quede sentado en el sofá, en ese momento recibí un mensaje de mamá el cual leyó Siri diciendo que pasaría la noche fuera con Hejin, no es la primera vez que se desaparecen por las noches, ojalá que no intenten darme un hermano o lo hayan hecho a propósito para darme privacidad, Dios mío. Saber que están pendiente de mi vida amorosa no ayuda a mi timidez.

Espera.... eso significa que solo vamos a estar jungkook y yo, OH POR DIOS!.
De pronto me puse demasiado nervioso, se que no pasará nada, porque es muy apresurado ¿o no? pero igual, pero si quiero que pase algo, ¿será que jungkook también quiere?

-Jimin.- Me llamó jungkook. No lo escuché acercase. Ni su aroma detecte por andar pensando en cosas innecesarias o tal vez no muy innecesarias.

- Dios mío, kook. Podrías haberme causado un infarto. - le dije mientras presione mi mano en el pecho.

- No terminaste de hablar, si también quiero ¿que? -

No me había dado cuenta que estaba hablando y no solo pensando, mierda. No se si decirle mis pensamientos pecaminosos, decirle sobre la noche a solas o no decirle nada. Que vergüenza, Dios.

- Nada, me iré a alistar yo. - y fui hasta el dormitorio. No se cómo llegue, pero al cerrar mi puerta, me arrodillé en el suelo con mi manos presionando mi sonrojado rostro. No pienses en cosas innecesarias, Park Jimin.

Realmente no se que pensar, recién estamos empezando esto y ya se presenta la oportunidad de ... ¿unirnos?, ni siquiera se como llamarlo apropiadamente y ya estoy pensando en hacerlo, no quiero ser un chico lujurioso, pero el Alfa debería dar el primer paso ¿o yo?

Luego de alistarme y decirle a jungkook que ya me iría a dormir, claro, yo pensando que el se quedaría haciendo otra cosa, tal vez viendo una película o en su computador, pero no, se vino acostar conmigo, o sea, aquí en la cama, conmigo.

- Estás pensando en algo que no me estás diciendo y me estoy preocupando .- me dijo jungkook una vez se acosto de frente a mi mientras me acariciaba el cabello. ¿Debería mencionar sobre su bendito olor?

- Nada, solo que aún me parece un sueño todo lo que ha sucedido hoy, la confesión, la cena y todo lo demás. - le decía mientras lentamente llegue a su mejilla y coloque mi mano ahí.

- A mi también me parece increíble y no te estoy ignorando.- se burlo, y solo me pude reír.

- Desearía poder verte, a veces me siento mal no poder hacerlo, lo siento, no se como puedes estar bien conmigo cuando ni siquiera puedo apreciar tu belleza exterior.- sentí un picor en mi ojos, mi garganta un poco cerrada con latidos demasiados fuertes que Jungkook podría escucharlos.

- Me gustas así, tal cual eres, Jimin. Te quiero desde el primer día, y lo haré hasta mi último.-

- Yo tambien te quiero.- susurré, sentí mi mano temblando en su mejilla.

Y me fui acercando, ya tenía la ubicación perfecta para un beso gracias a mi mano, así que mientras acercaba mi cara también acerque mi cuerpo, y lo besé, esta vez no fue un beso corto, fue un beso de verdad.

Jungkook colocó su mano en mi cintura y quedamos juntos los dos, mientras seguíamos besándonos, deje que kook tenga el ritmo, cuando ya sentí su lengua fue otra cosa, un sentimiento abrumador llego a mi con fuerza, me invadió la vergüenza y traté de hacerme para atrás, pero jungkook no me dejó y me acerco más, y al parecer no era el único así. Apretó aún más mi cintura.

Mientras el rodeó con su brazo completamente mi cintura apegándome más a él, podía sentir claramente todo, y vaya que tenía ganas de averiguar si me podría venir a punta de besos y roces.

Cuando el comenzó un pequeño movimiento pélvico, no pude evitarlo e imite sus movimientos, no podía dejar de jadear en el beso, la respiración acelerada de jungkook era tan malditamente erotica.
Cuando sentí su mano en mi parte trasera fue otra cosa, todo se volvió caliente y desenfrenado, apretaba y masajeaba mis cachetes uno por uno, ya no sabía si gemir o seguir besándolo.
De pronto comenzó a besar mi cuello, sentía sus dientes, sus labios y su lengua jugando con mi piel. Esa era la parte sensible de cualquier omega, aquel lugar donde te hacen suplicar cualquier cosa que ellos estén pidiendo, comenzó a morderme y hacerme marcas, bajo más, hasta que llego al lugar donde va la marca de unión y mordió fuerte pero sin sus colmillos, su mano apretaba fuertemente mi muslo que se encontraba encima de su cadera, su otra mano sostenía mi cabello apretando con un poco de fuerza, exponiendo aún más mi cuello. Sentí como me corria en mi ropa interior, jadeando mi liberación, apretando su camisa.

La mejor parte fue cuando escuché su bajo gemido largo y ronco por haber acabado también.