17 - 1

20.6K 2.3K 66
                                    

JUNGKOOK

Tenía una extraña presión en el pecho desde hace algunas horas, mi instinto de lobo se mostraba impaciente, me sudaban las manos y estaba ligeramente nervioso.

Al llegar a casa lo primero que quería hacer era acurrucarme junto a jimin, abrazarlo y escuchar los latidos de su corazón, he tenido esa costumbre de arrullarme con aquel sonido, era el mejor sonido en el mundo, me tranquilizaba y cómo hubiese querido poder grabarlo para poder haberme tranquilizado un poco en el instituto cuando tenía problemas, era tan parsimonioso y cálido, que nos ponía como cachorros a mi lobo y a mi.

Me acercaré a dejar una caja en la pequeña mesa de la cocina, donde nos gustaba tanto desayunar a Jimin y a mi, aún teniendo un comedor de seis puestos. Observe a Leo y Lia en la cocina, simplemente los ignoré, estaban conversando y riendo, cuando notaron mi presencia, Lia me sonrió.
Di un pequeño asentimiento en su dirección y subí por las escaleras.
La puerta de Jimin estaba abierta, pero no estaba en su habitación, Me acerque para llamar a la puerta del baño pero estaba solamente junta y cuando la empujé estaba vacía.

Sentí como toda mi sangre dejaba de fluir, como mi corazón lentificó su latir y todo en el tiempo se detenía. Sentí el burbujeante sentimiento de ira, tanto me cuesta controlarlo, tanto para mantenerlo a raya. Por instinto baje las escaleras con tranquilidad "Jimin no puede salir solo, nunca" seguía repitiendo en mi mente "Jimin nunca deja la casa, nunca, la casa, sin Jimin" una y otra vez. Ya no podía pensar con claridad.
Mi manos sudaban y por más que las cerraba en un puño, seguían hormigueando.

-¿Donde está Jimin? - le dije a todo aquel que se hallaba en la cocina, todo aquel que pudiese escuchar el bajo tono de voz que pronunciaba mi instinto de lobo.

-Como que donde está jimin, ha de estar arriba.- Sonrió y respondió una de las tías, me dio la espalda de nuevo. Observe cada una de las personas que se hallaban ahí.

-No hay nadie arriba, no siento su olor, ¿Donde está Jimin?.- respondí, mirando hacia arriba, cada vez más cerca, cada vez estaba más cerca de detonar mi ira.

Piensa en los latidos de su corazón, piensa que estas personas son sus familiares, tienes que dar una buena impresión, para Jimin, todo es Jimin.

Al escuchar mi convicción en la declaración una de las tías comenzó a salir de la cocina para dirigirse a la planta superior, oía como caminaba, como se daba cuenta que la afirmación que dije era verídica.

Entonces dirigí mi vista a los primos de mi Jimin, sentados en la mesa frente a mi, el chico seguía ignorándome y la beta me estaba sonriendo.

Todo se silenció a mi alrededor.

En el instituto tuve problemas de ira, mi lobo y yo no podíamos ponernos de acuerdo, siempre nublando mi mente ante cualquier situación, no podía tener ninguna pequeña clase de desacuerdo, porque el resultado era el mismo, todo golpees, empujones e insultos y yo en detención por golpear a alguien, la única razón por la qué no me expulsaban era porque estaba en el primer puesto de mi promoción.
Una de las pocas veces en la que coincidimos fue al afirmar que Jimin era nuestro omega, la mayoría de las disputas eran por andar con algunos betas del instituto. Los sentimientos eran contradictorios, mi instinto de lobo se llenaba de ira al relacionarnos con alguien más que no sea nuestro omega, mi subconciente no podía entender que no estábamos junto a nuestro omega.

Los arranques de ira se calmaron totalmente cuando percibí el aroma de Jimin de nuevo, aunque estuve en terapia todo el último año del Instituto. Deje de molestarme por cualquier pequeño desacuerdo o decepción, controlé mi vocabulario y me llené de paciencia infinita. Jimin no necesita saber qué tan idiota era en el Instituto, Aunque aveces tengo que controlar fuertemente mis manos con el, mi vocabulario y mi paciencia.

Y ahora todo iba bien, mi trabajo, mi relación, mi futuro hogar, todo estaba yendo jodidamente perfecto, hasta este preciso malnacido momento de mierda.

-Lia y Leo, ¿donde carajos esta Jimin?- comencé a caminar hacia ellos, mientras expulsaba sentimientos de ira.- Ustedes tres fueron los únicos que se quedaron aquí y Jimin ....- Respira, respira, respira.- ¡JAMÁS SALE SOLO!.- no pude evitar gritar con enojo, agarrar la mesa y tirarla a un lado, fue un estruendo ensordecedor, me acerqué y agarré a Leo de su camisa, observe completamente su rostro, resoplé y mi lobo gruñó, sentí como algo bullía en mi interior, mi lobo se estaba preparando, se estaba despertando completamente.

Estaba listo para que se toda la ciudad.
Y encontrar a su omega.

Blind soul - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora