Blind soul - Kookmin

17-2

Respira Jungkook, respira, respira. Jimin, sus latidos, Jimin... ¿Donde está mi Jimin?

Apreté más mis manos en su camisa, cortando un poco su respiración, él tenía clavada sus uñas con su brazos tratando que lo soltara, no podía utilizar sus piernas para defenderse por que lo tenía acorralado en el mesón de la cocina.

-Responde jodidamente ahora, carajo! Si no es así, sacará cada palabra a punta de golpes, maldito maldecidor infeliz.- solté encima de su rostro con mis manos sujetando más fuerte el cuello de su camisa. Su cara estaba un poco roja y la sangre comenzaba a gotear de mi brazos por la fuerza de sus uñas en mis brazos.

-Mamá! ¿Que te pasa? Suelta a mi hermano, ayuda!.- gritó Lía, y agarro mi brazo.
Su fuerza era insignificante, ella era insignificante.

-Suéltame, si no quieres cambiar de lugar con el imbecil de tu hermano, no me importa que seas mujer o beta, te haré besar la punta de mi zapato.- le dije sin apartar la vista de Leo.
Lía se apartó de inmediato y se perdió de mi vista. Tal vez fue a ver a su tía, tal vez a la mamá de Jimin. Mi Jimin.

-Crees que voy a tenerle miedo a un maldito recién llegado.- respondió Leo y apretó mas sus uñas en mis brazos.- Y no le hables así a mi hermana, pedazo de mierda.- aflojo mis brazos y me empujó lo suficientemente fuerte para hacerme retroceder algunos pasos y ese fue su error, no darse cuenta que lo solté por que quise y no porque su maldito empujón de mierda me pudo.

-¿Donde está? - volví a preguntar con mi vista hacia arriba. Mi respiración estaba agitada, mi cuerpo temblaba.

-¿Quieres saber?.- Respondió Lia, ahora me di cuenta que la inadaptada solo fue a ver una puta escoba, las tías de Jimin estaban en la puerta de la cocina.

-Si, así que mueve tu jodida boca de Perra, Lia.- Fije mi vista en su jodida cara.

- Al maldito omega inútil e idiota, lo agarre  y lo saque a dar una vuelta como buena prima, pero el niño inútil me soltó la mano y se perdió, me olvide de ponerle Correa.-finalizó con una sonrisa, sujetando firmemente el palo de la escoba, ese fue mi límite.

Ni siquiera me acerque a ella, fui directamente con su hermano, aprovechando el cambio de dirección lo sorprendí con un golpe directo hacia su pómulo izquierdo, el niño que jamás ha estado en una pelea, cometió el peor error de un contrincante, jamás notes tus heridas. Mientras el se agarraba su mejilla lo agarre del cabello y le di otro golpe encima de la mano que sujetaba su pómulo ya golpeado, como seguía con el shock de sorpresa, le propiné otro golpe encima de la misma mano, bajo su mano un poco hinchada y golpee de nuevo en el mismo punto, aprendí que la peor herida es la que se recibe en el mismo punto unas cuantas veces, cuando vi que finalmente se lo partí, observe su sangre escurrirse por su mejilla, lo solté.
Me di cuenta que la mayoría de personas sabe ladrar pero no defenderse.
Levante la vista y lía me observaba con su cara muy pálida, una de las tías de mi Jimin estaba lejos de la puerta con el celular en la mano y la otra estaba sentada en el piso.

-¿Observas bien a tu hermano? Bueno, lo voy a seguir golpeando si no me dices donde está Jimin.- Solté el aire que tenía acumulado y afloje mi mano con la que había golpeado.

Conte diez segundos en mi mente para que me dijera la respuesta, la cual no llegó.

-Bien, continuamos entonces.- Escuché a la señora llorar más fuerte y comenzar a gatear en mi dirección.

Agarre su cabello de nuevo y alce su cara, le di un golpe directo hacia su nariz, esta sangró al instante.

-¡Ya dime algo,carajo!.- le dije al ver cómo comenzaba a llorar más fuerte y gritar que soltara a su hermano.

Mi mente se nublo, mi ira comprimida floreció. Golpee dos veces más hasta que oí a la Tía de Jimin gritando que llamaría a la policía si no me detenía.

-Llámelos y reporte de una vez a mi omega que está desaparecido y dos intentos de homicidios.- Aparte mi vista del chico y observe a la Tía que me había gritado.

-¡Lo deje a unos 20 minutos de aquí, solo, por favor, DETENTE!- gritó Lía.

Ella corrió hacia su hermano luego de haberlo soltado, me palpitaba la  mano de golpear, tenía tiempo que no lo hacía.

Apenas me di cuenta que la tía de Jimin llego a su hijo, tomé del brazo a Lia y la lleve hacia la salida.

-Si Jimin esta llorando, asustado, golpeado o tiene algo fuera de lugar, estarás muerta junto al maldecido de tu hermano.- le susurré al oído mientras estábamos a punto de llegar al carro en el cual llegue.

-Si le pasa algo a Lía o a Leo te voy a meter a la cárcel, ¡maldito! .- gritó una de las tías de Jimin apenas noto como empujaba a Lía en el interior del carro.

-No me importa pasar el resto de mi vida en la cárcel por proteger a mi omega. - le grite en cuanto me subí al asiento del conductor.

-Comienza a indicarme, Asquerosa perra beta.- y arranqué.