MI SUGAR MOMMY 2T.

deseó

Pov Poche

¡EH!

¡EH!

¡EH!

Gritaban los chicos mientras yo estaba bailando con la stripper, la verdad preferí bailar una cumbia en donde solo tenga que agarrar sus manos para bailar a tenerla restregandose en mi cuerpo porque la verdad ya tenía miembro muy erecto.

Admito que la chica baila muy bien, estábamos bailando muy chévere cuando derrepente sentí un fuerte dolor en mi oreja.

- ¡Auch mi oreja! — dije al sentir como me la jalaban pero no podía ver quién era la persona que hacía eso.

- ¡MUY BONITO MARÍA JOSÉ!... ¡NOS VAMOS PARA LA CASA AHORA MISMO!

Abrí mis ojos como platos y mi corazón comenzó a latir rápidamente, sabía de quién era esa voz y no sonaba para nada contenta, me gire lentamente para encontrarte con mi castaña con el ceño fruncido y mi oreja aún en su mano.

- ¿QUE HACES TU AQUÍ TODAVÍA NIÑA DE PLASTICO? — Calle le dijo a la stripper muy molesta.

Se que Calle cuando está enojada da miedo y por eso comprendo la cara que tenía la stripper en este momento, no dudó que la mía este peor por supuesto.

- Yo..yo ya me voy.

- !cómo vas! 1...2...3 mijita — Calle le dijo tronando los dedos.

- amor... ¡Auch, Auch me duele la oreja! — le dije quejándome.

- agradece que no te tengo apretando otra cosa María José — Calle me dijo mirando mi entrepierna, tragué en seco y mejor guarde silencio.

- Fue un placer conocerte Pochecita — Sebas me dijo burlándose de mí.

- ¡Tú no te salvas Sebastián Villalobos! — Sebas trago en seco cuando escucho la voz de Paula.

Yo fui la que ahora se rió de la cara de Sebastián.

Al poco tiempo vi a Gaby, Juliana y Jony viendo la escena preocupados.

- Juli si quieren quedarse otro rato está bien, te llevas las llaves de mi auto.

- ¿Y tú qué harás? — Juliana le pregunto a Calle.

- Llevaré a Poche a la casa a que se de una ducha porque... — Calle me olfateo — huele a zorra.

Dicho eso Calle me llevo a la salida a jalones de oreja.

Nos subimos a mí auto y Calle me pidió las llaves para manejar. Nos paramos en un semáforo en rojo, sentía mi oreja palpitar me la toque y estaba caliente.

- Tienes muy roja la oreja — Calle me dijo sin verme.

- Sí me duele mucho amor — le dije con un puchero, ella seguía viendo  hacia el frente.

- ¡Pues te lo mereces!, Yo creyendo que estabas no se tomando unas cervezas con Sebas pero no imaginé verte tomada de las manos con esa zorra.

Sentí mi corazón estrujarse al escuchar como se le entrecorto la voz, yo la amo tanto y por eso no quería esa estúpida despedida de soltera.

- Calle me siento mal ¿Podrías parquear el auto, ¡Porfavor!? Necesito un poco de aire.

Calle me vio extrañada pero me obedeció y parqueo el auto. La realidad es que yo sabía que cerca de aquí había un parque, quería hacerle mimos y que se le pasará enojo.

- ¿Me podrías dar tu mano?... Es que quizá allá algún animal por aquí — Le dije ya que teníamos que cruzar un pequeño atajo.

- solo porque le tengo miedo a los bichos María José — Calle me dijo y me tomo la mano.