20. Después de la tormenta.

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#lunesdeheartbreakers

Cuando estaciono en frente de la casa de los Michaels, como si me hubiese estado espiando por la ventana, Key sale al porche frontal con una sonrisa en su rostro. Fury sale detrás de él, agitando su cola al darse cuenta de que al fin he vuelto.

Llegué a Miami hace una hora, y lo primero que tengo que hacer antes cualquier cosa, es buscar a Fury. Siempre que viajo o estoy por largos periodos (inesperadamente) en el hospital, Key cuida de el. Max también ayuda aunque no esté tanto en casa. No confiaría a Fury con Zack ni de chiste.

Fury es mas rápido, es el primero en abalanzarse a mi. Noto que hasta se hace pis de la emoción. Ya no es el mismo cachorro pequeño y asustado que rescate del refugio. Ahora es enorme y torpe, muy torpe.

Cuando logro pararme del suelo, con Fury aún saltando e intentando tirarme, Key me atrapa en sus brazos y me da unas cuantas vueltas. Lo noto mas afectuoso que de costumbre, y es su sutil manera de decirme que "todo va a estar bien". Le conté lo que sucedió con Liam en Los Ángeles. Fue por teléfono, pero me aseguré de dar todos los detalles. Lo primero que hizo es regañarme por haberle dicho que vaya a Los Ángeles en primer lugar. Tiene razón. Pero si le contaba antes, Key iba a hacer todo lo posible para que Liam no se suba a ese avión.

—Reese está adentro preparando uno de sus batidos raros. Vamos —dice tirándome del brazo. Ahora sé muy bien que se viene. Terapia y sermones por parte de mis dos mejores amigos. No me quejo. Creo que es necesario.

Fury nos sigue de vuelta a la casa. Todo esta silencioso y calmado adentro. Hasta que llegamos a la cocina. Reese está licuando algo, haciendo un ruido terrible y de fondo por un parlante portátil oigo una canción de rap que no reconozco.

—Bueno, miren que volvió —exclama por encima del ruido. Detiene la licuadora y me abraza. Tan fuerte como si no me hubiese visto en meses. Reese es musculoso, y tiene mucha fuerza. A veces creo que no es consiente cuanta usa para abrazarme, porque me deja por poco sin respirar.

Key lo ha puesto al tanto de todo, yo le pedí que lo hiciera.

—Luce bien —apunto a la licuadora. Su contenido es rosa.

—Sabe mejor —voltea para seguir con lo suyo.

Key arruga su nariz y niega con la cabeza haciéndome reír.

Después de que Reese haga su magia en la cocina, los tres vamos a la piscina. Fury ya está afuera entreteniendose con sus juguetes cerca de la casa de madera que Key hizo construir para Fury cuando yo estaba en hospital. Tiene su nombre y todo. A estas alturas, tenemos custodia compartida sobre Fury. Espero que eso no lo confunda.

Nos sentamos en una mesa en el patio y su enorme sombrilla.

Reese se quita la camiseta. Ya lleva puesto un traje de baño color azul. Noto su piel ligeramente bronceada. Miami hace maravillas en verano.

—Entonces —empieza Reese con su usual alegría—. ¿Liam y tú ya terminaron? ¿Para siempre?

Toso. Esperaba que hablemos de esto, no que suelte la pregunta tan de repente y agregándo un importante "para siempre".

—Reese, cállate —suelta Key antes de alzar uno de los sandwiches del plato.

Reese me mira por unos momentos, tratando de descrifrar si lo que dijo fue pasarse de la linea o no. Finalmente, me alzo de hombros.

—Supongo que sí —contesto para sorpresa de Key—. Esta vez me pareció muy real. Ya no es lo mismo de antes.

Me cuesta decir esas palabras en voz alta. Tengo miedo de echarme a llorar como una niña pequeña, como estuve haciendo todo el día de ayer cada vez que alguien me dejaba sola con mis pensamientos por más de cinco minutos.

The Last Heartbreaker (3) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora