MARATÓN 2/3
Hace mil que no escribo maratones, me había olvidado la adrenalina que es.(ya estoy vieja para este tipo de adrenalina. los 16 pegan fuerte) Se acuerdan de los retos? Les gustarían que vuelvan???
Lo que me faltaba.
Me paralizo por un instante. No esperaba verlo justo ahora, mi mente hizo de las suyas para asegurarse de que me resignara a lo que yo creía que era verdad: No vería a Liam en toda la noche. Al parecer estaba equivocada.
Las luces de la terraza están apagadas, por lo que la única iluminación viene de las pequeñas luces del patio abajo. Aún así, a pesar de la oscuridad, logro darle una buena mirada. La preocupación en su rostro se nota, porque debo lucir horrible. De seguro se ha enterado de algo en el camino hasta aquí.
Se acerca a pasos rápidos a mi, deteniéndose cuando estamos a centímetros. Pone sus manos en mi rostro delicadamente y cierro mis ojos. Siento como si pudiera respirar un poco mejor.
—Iremos abajo —avisa Key a mi lado—. Por si necesitas algo, ya sabemos.
—Gracias —murmuro mirando a los dos chicos que pueden o no haberme salvado la noche.
Se van, y es cuando suelto el aire que contenía.
—Liam —empiezo. Aunque realmente, ni siquiera sé qué decirle primero. Hay demasiadas cosas en mi cabeza.
—Lo siento —interrumpe el silencio. Sus manos buscan las mías, reacia a esto, a las mismas disculpas pobres de siempre, entrelazo las mías en las suyas porque es imposible resistirme cuando se trata de él—. Debí haber llegado antes, Malcolm se ha vuelto un problema esta noche. Lo siento tanto.
Asiento.
—No te preocupes, lo entiendo —contesto. ¿Y por qué demonios dije eso?
Lo comprendo. O al menos eso quiero creer, que lo entiendo. Cada vez que no lo hago, siento que soy un monstruo al que le falta empatía básica.
—Si tan solo supieras como me siento ahora. Tendría que haber estado aquí, Zack me ha contado lo que hizo Emily. Juro que apenas se le pase la borrachera, me va a escuchar.
Niego con la cabeza. Lo último que quiero es a Liam cerca de ella.
—Tenías razón, nunca debí dejar que se acerque de nuevo. En realidad, siempre tuviste razón acerca de Emily. Supongo que en algún momento debía aprender.
—No te culpes por dar oportunidades, Gatita. Eso solo demuestra lo buena y fuerte que eres, nunca lo des por sentado.
Resoplo con ironía. Tengo tanta gente en mi vida intentando hacerme sentir mejor, sin embargo yo nunca puedo verle el lado positivo a nada. Es como si tuviese una manía por sentirme miserable.
Trago saliva porque estoy nerviosa. Decidí que si quiero verdaderamente solucionar esto, tengo que sacarlo de mi pecho. Hablarlo, porque si no, es capaz de consumirme y entonces sabré con seguridad que todo se ha ido a la mierda respecto a nosotros.
—Dije que lo entiendo —aclaro mi garganta cuando me he armado de valor lo suficiente para subir la mirada y encontrarme a sus ojos oscuros que me resultan enigmáticos desde el primer momento—. Quiero entenderlo, pero... Dijimos que íbamos a mejorar, estoy poniendo todo de mi parte para que lo nuestro funcione pero claramente no lo esta. Puedo ignorar que llegaste tarde a mi cumpleaños, que no bailaste conmigo, que no estuviste cuando mi maquillaje estaba perfecto para que me veas bien con este vestido, que es la primera vez que puedo estar contigo cuando soplé las velas y no pudiste acompañarme. Son detalles que puedo pasar por alto. ¿Te das cuenta que no te veo hace una semana? ¿Que apenas hablamos? ¿Que no sabes lo que está sucediendo en mi vida y yo tampoco sobre la tuya? Tengo una experiencia terrible en relaciones, pero estoy segura de que hablar entre nosotros es algo importante. ¿Qué crees tú?
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The Last Heartbreaker (3) ✔️
Ficção AdolescenteTERCER Y ÚLTIMO LIBRO DE LA TRILOGÍA HEARTBREAKERS. ES NECESARIO LEER LOS DOS PRIMEROS PARA ENTENDER ESTE. «Ella es un huracán que siempre se enamora de casas de cristal» -Ron Israel. La vida le ha enseñado a Liam a ser un luchador. A sobrevivir y...