—¿Entonces irás al juego? —me pregunta Key cuando me detengo para tomar aire. Él sigue trotando en su lugar, porque ser novio de Reese significa hacer deportes seguido y le agarró la mano demasiado rápido.—Claro que no. —respondo. Observo a mi alrededor. Debemos estar a tres kilómetros de mi casa, es realmente Key quien lleva la cuenta en su reloj.
—Pero no puedes perderte tu último juego de secundaria. Todos estarémos ahí, será divertido.
Me tomo el tiempo de girar la cabeza para verlo y fruncir el ceño.
—¿Desde cuándo me llevo bien con toda esa gente? —inquiero en un tono sarcástico y me enderezo—. Será malo perdérmelo, pero tampoco puedo faltar a la fiesta de despedida.
Key bufa pero termina por asentir porque sabe que no tiene caso pelear conmigo sobre ello. Mi respuesta siempre será no. Esta noche es el último partido conmemorativo que Everdeen siempre organiza con otra escuela cercana. El chiste es que sea el "último" de secundaria, aunque ya nos hayamos graduado.
Y no es que el fútbol no me guste, porque es divertido y los partidos de secundaria siempre son un buen tiempo. Sin embargo, no puedo perderme la fiesta de despedida de Aggie, Nick y Tyler. Los tres vuelven a Cambridge después de haber estado aquí por todo un semestre. No pueden seguir posponiendo la universidad, menos estando bajo la presión de sus padres quienes si bien los dejaron estar aquí por una temporada para que le den apoyo a Liam, no quieren que descuiden sus estudios. Y lo entiendo.
La idea de la fiesta fue de Aggie. Cómo no. Será en la casa de playa de Nick. No sé a cuánta gente esperan exactamente porque la mayoría de sus amigos están en la universidad pero lo sabré una vez que esté allí. Por lo menos podré pasar más tiempo con Liam, a quien veo demasiado poco para mi gusto.
Ni siquiera siento como si fuese su novia. Casi nunca tiene tiempo para mi, no ahora que también trabaja en la empresa de Malcolm.
Key me presiona para que sigamos corriendo. Le obedezco. Fury también nos acompaña, solo que va del lado de mi amigo porque siempre que estamos juntos, prefiere a Key. Me pone un poco celosa, no mentiré.
Decidimos dar la vuelta cuando nos damos cuenta de que en tan solo dos horas, tengo que estar en casa de Nick para la fiesta y Key en listo para el partido de su mariscal de campo. Decidimos volver caminando, porque ninguno de los dos es demasiado atlético como para correr lo que nos queda.
—Nunca te pregunté qué harás al final, ¿usarás el jersey de Reese?—le pregunto. Hace unos días, Key entró como un tornado a mi habitación hiperventilando porque Reese le pidió que use su camiseta en el partido. Es algo grande. Significa gritarle a todo el mundo que están juntos. Recuerdo cuando usé la camiseta de Tyler Aiken. Se siente como si hubiese sido hace siglos.
—No lo sé. ¿Crees que debería? Sus padres también estarán ahí y...
—Creo que deberías —repito lo que le dije ese día en mi casa—. Además, si te lo pidió sabiendo que sus padres estarán allí... Quiere oficializarlo. Salir del closet y todo eso.
Key, como siempre, duda. Realmente no creo que conozca a una persona más insegura. Con el tiempo entendí porque la fachada de odioso que porta con todo mundo. Es su mecanismo de defensa. A pesar de que Reese lo haya besado en medio de la pista de la fiesta de graduación, y que se hayan vuelto el chisme del mes, sigue algo inseguro cuando se trata de esto. Lo comprendo, y por eso tengo que darle el empujoncito.
—Será raro.
—¿Qué no te resulta raro? —suspiro por la nariz y niego con la cabeza—. Será raro, pero Resee lo vale. Es un buen chico, no como Chase.
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The Last Heartbreaker (3) ✔️
Ficção AdolescenteTERCER Y ÚLTIMO LIBRO DE LA TRILOGÍA HEARTBREAKERS. ES NECESARIO LEER LOS DOS PRIMEROS PARA ENTENDER ESTE. «Ella es un huracán que siempre se enamora de casas de cristal» -Ron Israel. La vida le ha enseñado a Liam a ser un luchador. A sobrevivir y...