Especial Halloween.

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Nota: Extrañaba a estos personajes, así que... ¡Acá tienen! Espero que lo disfruten tanto como yo escribirlos.

AVISO: Lo que pasa en este especial son momentos mucho más antes del final. Primero cuando tienen 14 años y después cuando Quinn tiene 16 y Liam tiene 17, que sería por la mitad de The New Heartbreaker.





Narra Aggie.

Edad: 14

—Esto es ridículo —bufa Tyler apoyado en el marco de la puerta. Está esperándome para que vayamos a la fiesta de Riley. Todos los años hace una fiesta por Halloween—. Te ves bien, Monroe. Eres la Tinkerbell más creíble del universo. Por un momento, pensé en pedirte un autógrafo porque pensé que eras la de la película.

Volteo en su dirección y entrecierro mis ojos. Si las miradas pudieran matar, Tyler Aiken y su tonto disfraz de pirata estarían seis metros bajo el suelo.

—Solo... —empiezo volviendo a mirarme en el reflejo del espejo. ¿Falta algo más? Tengo el vestido del mismo tono que Tinkerbell, mismo corte, mismo escote en forma de corazón que muestra un poco de lo que "creció" en el verano. ¿Honestamente? Si no comienzan a crecer más rápido, voy a contactar al cirujano de mamá.  Mi cabello está atado en un moño perfecto. Mi cabello rubio ayuda a que sea más creíble. Incluso tengo brillos por el cuerpo y los zapatos verdes con el pompón blanco.

Sin embargo, estoy nerviosa. Quiero lucir perfecta.

—Ya sabes que no hablo chica cursi con fluidez, pero... ¿Estás... Bien? —me pregunta como si las palabras tuvieran ácido.

Amo a mis amigos, pero con catorce años, son unos imbéciles el 90 por ciento del tiempo.

—Sí, Tyler —bufo—. Estoy bien.

Entrecierra sus ojos.

—Nick me dijo que una chica le dijo que cuando dicen que están bien, no lo están —resalta. Mi corazón inmediatamente empieza a latir con fuerzas.

Me siento un poco ridícula querer lucir perfecta para esta fiesta porque quiero impresionar a Nick.

—¿Qué chica? —pregunto sin poder evitarlo.

Tyler empieza a reírse.

—Caíste directo en la trampa. No existe ninguna chica. Mi hermana Ali me lo dijo —bufa y sacude su cabeza. Observo la ridícula espada de plástico que tiene enganchado en su cinturón. Para mi es ridículo, pero para el resto de las chicas de Everdeen, es atractivo. Son como moscas en la comida cuando se trata de Tyler. Ni hablar cuando es sobre Liam.

—No caí en ninguna trampa —respondo tal vez demasiado rápido.

Decido que no me falta nada más porque las acusaciones de Tyler me están empezando a poner nerviosa. Desconecto mi celular de su cargador.

—Monroe, no tienes que preocuparte. Podrías aparecer con una bolsa de basura puesta y Nick te va a perseguir como siempre —dice.

—No le gusto de esa manera —espeto mientras caminamos por el pasillo. Estamos en mi casa. Los chicos están esperando abajo, en el auto del chofer de los Aikens. Tyler subió a buscarme porque aparentemente, estaba demorando demasiado.

Empieza a reírse.

—¿Qué no le gustas? Dios. Que chiste —empieza negando con la cabeza—. Nick está hasta el cuello y un poco más. Estoy seguro de que si le pides que salte de un puente, te va a preguntar qué tan alto tiene que saltar.

Pongo mis ojos en blanco, pero no puedo evitar el cosquilleo familiar en mi estómago cada vez que se trata de Nick.

Siempre fuimos amigos. Todavía recuerdo el día que nos conocimos cuando tenía seis. Estaba en una cena de beneficencia. Acababa de llegar a la ciudad, no conocía a nadie y nunca me gustó que mamá me haga poner un vestido feo y grande, ni hablar de hacerme pasar horas y horas sentada en el mismo lugar como si fuera una muñeca.

The Last Heartbreaker (3) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora