37. Una mujer en una misión (parte 1)

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—Abrieron un lugar nuevo donde hacen unos waffles exquisitos —comenta Lauren cuando se apoya en en el sofá, con su taza de café humeante en la mano.

—Uh, sí —murmura Hannah entusiasmada con la idea—. Podríamos ir esta tarde, después de ir de compras.

—¿Iremos de compras? —inquiero interesada, quitando mi conversación con Reese y poniendo atención a la conversación.

Han pasado tres días de esa noche en la discoteca. Tres días muy tranquilos, en los que me pasé leyendo "Asesinato en el Orient Express", cortesía de Caroline, mi hermanastra. Me respondió mi mensaje, diciendome que cuando vuelva a San Francisco a fin de mes, me dejará mi libro en el cajón (un alivio, la verdad). Yo le dejaré el suyo, ya que apenas me faltan unas cuantas páginas para terminarlo y tengo pensado ir a una librería para comprarle otro libro. Me pregunto si habrá leído Cumbres Borrascosas. Quiero pensar que sí.

Lauren tiene el día libre del trabajo hoy, así que decidimos levantarnos temprano para aprovechar el día con ella empezando con desayuno en la sala. Pedido de papá, no mío, aunque no me quejo porque me gusta pasar tiempo con ella.

—¿Ahora sí tenemos tu atención? —inquiere Lauren con una ceja alzada. Me encojo de hombros, manteniendo el misterio pero sonrío.

—Da igual. Quiero waffles.

Nate y Rick salieron a hacer algo que realmente no pregunté qué es. Solo sé que se fueron temprano y volverán más tarde, aprovechando que Seth también está en la ciudad. Por lo que Seth me dijo por mensajes ayer, tiene planeado invitar a Miller con ellos si es que los gemelos están de acuerdo. Obviamente, apenas se desocupe del trabajo. Me pregunto como se pasea entre sus compañeros de trabajo con un ojo morado.

—Hannah, ¿has empezado a ver vestidos? —le pregunta Lauren al sentarse a mi lado en el sofá. Arqueo mis cejas con interés, mirando a mi cuñada.

Ella despega su ojos de su anillo —realmente parece que está obsesionada con verlo, como si en cualquier momento fuera a evaporarse— y nos mira con una sonrisita.

—No. Nos comprometimos hace apenas semanas. Todavía estoy intentando salir del shock.

—¿Qué tienes en mente? ¿Algo grande o irse a Las Vegas? —le pregunto. Conociendo a Nate, me imagino algo privado e íntimo. Mi hermano nunca fue muy pretencioso, nunca le gustó lo grande y extravagante. A diferencia de Rick, que le encanta montar un espectáculo para todo.

—Nate sugirió Las Vegas —comenta y suelta un bufido divertida—. Le dije que sobre mi cadáver.

—Entonces, ¿van a hacer una fiesta? —pregunta Lauren.

Hannah ladea su cabeza insegura.

—Mhm, no lo sé. Estábamos pensando algo tranquilo, en Atlanta. Tal vez en un viñedo, con familia y amigos —responde.

—Me encanta la idea —agrega Lauren emocionada y yo asiento—. ¿A dónde te gustaría ir de luna de miel?

—Bali —contesta en tono soñador—. Aunque Nate quiere Paris.

—París es hermoso, pero una luna de miel en Bali suena mágico.

Asiento a lo que dice Lauren, aparentemente sin poder formular pensamientos propios sobre el tema.

¿Y si nunca encuentro a alguien con quien ir a Bali?

—Cuando volvamos a Atlanta, vamos a mudarnos a un lugar nuevo y más grande, así que ahora solo puedo concentrarme en eso. Habrá tiempo para pensar en la boda y la luna de miel —comenta Hannah.

The Last Heartbreaker (3) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora