31. Conociendo el otro lado de Jason Heyward.

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hola:) me dijeron que la canción que les dejé les recuerda a Liam y a Quinn!! ya saben que me encantan que me digan este tipo de cosas (canciones, frases, imagenes) me hacen sentir especial(? no sé, pero me fascina. gracias y disfruten!


—No termino de entender —farfulla Marine después de darle otro trago a su limonada y sentarse sobre mi cama. La morena apoya una mano sobre el edredón y reclina su cuerpo ligeramente mientras disfruta el espectáculo de verme a punto de explotar.

—¿Qué es lo que no entiendes? —le pregunto. Abro mis cajones y empiezo a sacar mi maquillaje.

—Jason y tú —dice finalmente—. Está claro que le gustas, que hay una fuerte atracción física y todo pero...

—¿Pero qué? —presiono al darme cuenta de que se quedó en silencio. Subo la cabeza para encontrarme con su mirada a través del espejo.

—Pero no creo que a ti te guste. Me parece que sigues enamorada de Liam Hamilton —sentencia.

Esta vez, mirarla a por el espejo no es suficiente. Me giro sobre la silla en la que estoy.

—Por supuesto que sigo enamorada de Liam —espeto casi con enojo—. Pero él ya no de mi. Ya no me necesita, no me quiere en su vida y yo tengo que llorarlo y seguir con la mía. No puedo dejar que me destruya. Jason es un chico... Espectacular. Que por alguna extraña razón, le gusto. Me hace sentir especial, me hace sentir importante y... Me hace olvidar. La paso bien con él y sí, me gusta.

Marine inspecciona mi rostro por unos segundos. No corro la vista porque quiero que entienda lo que realmente está sucediendo.

—Ahora entiendo —carraspea y asiente lento con la cabeza—. Deberías ponerte el top blanco, entonces. Va a quedar bien con tu piel bronceada.

—Gracias —siseo y vuelvo a maquillarme. En una hora, Jason me pasaría a buscar y estoy corriendo contra reloj. Hubiese empezado antes si no fuese porque Marine y yo estuvimos toda la tarde de compras y llegamos a casa hace cinco minutos. Fue... Terapéutico, y necesario.

—¿De verdad no te dijo a dónde irán? —me pregunta. Empiezo a oír el ruido de la televisión y supongo que ya ha encontrado el control remoto entre mis almohadas—. Odio cuando hacen eso. ¿Qué se creen? Ellos se ponen un par de vaqueros y están listos para ir a dónde sea. Como si fuera así de fácil.

—No podría estar más de acuerdo —respondo mientras termino de ponerme una fina capa de base para corregir algunas imperfecciones—. ¿Qué harás con Zack esta noche?

—Mhm, probablemente ver algunas películas. Me debe una pizza porque le gané una partida de pool ayer.

Me río. Me tengo que morder la lengua para no soltarle un "lo veo feliz contigo", porque no quiero ser esa persona que presiona a otras para que se metan en una relación. Nada forzado sale bien. Es mejor ver como el destino hace de las suyas.

Estoy empezando a ponerme rubor cuando tocan la puerta. Espero dos segundos más. Con el tiempo, me empecé a dar cuenta quien está llamando con tan solo oir la forma en la que tocan la puerta. No es Zack.

—¡Pasa! —exclamo lo suficientemente alto para que se me oiga.

La puerta se abre y veo a mamá apoyada en el marco. Viste unas pantuflas y una bata de seda negra. Supongo que se irá a dormir dentro de poco.

—¿Quién es el chico de la cita? —interroga cruzándose de brazos. Bajo mi brocha y aclaro mi garganta.

—¿Cómo sabes que es una cita?

—Marine —empieza ella llevando su atención a mi amiga sobre la cama—. ¿Quién es el muchacho? Porque sé que no es Liam.

Ella ríe.

The Last Heartbreaker (3) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora