"Mierda" fue lo que Hee Chul pensó cuando no fue capaz de contener el orgasmo lleno la cavidad en celo que estaba intentando satisfacer. Hyuk Jae, el omega, soltó un sonoro grito lleno de placer y con un poco de desaprobación. Había sido placentero, pero necesitaba mucho más para poder sentirse saciado.
—Hee... Hee Chul... Necesito... Necesito más... Aún... Aún... —gimió rápido y desesperado.
—No hemos terminado... No te preocupes por nada...
Sin querer dio un brinco pequeño dejando el miembro de su alfa libre. Hee Chul aprovechó esto para buscar un preservativo nuevo. Con una sonrisa llena de delicadeza retiró el cordón usado con mucho cuidado y posó la punta en su boca.
Hyuk Jae se sonrojó mucho y empezó a introducirse poco a poco para ponerse el preservativo. Sé quedó un rato para disfrutar de esa sensación tan agradable. Su caliente y húmeda boca era como tocar el cielo.
—Te necesito ya... Por favor... Solo una vez más...
Hyuk Jae expresó jadeante. Hee Chul se colocó de nuevo entre sus piernas e introdujo el glande despacio antes de entrar con fuerza y de un golpe seco para que pudiese sentirlo todo de una vez.
Hee Chul gruñía sin parar al sentir como le apretaba el miembro y apoyó las manos en la cama consciente y cada vez más seguro de que esa no sería la última vez que lo harían aquella noche. Hyuk Jae no pararía hasta que su entrada ardiese y eso era algo que ninguno de los dudaba.