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Después de tener una cena familiar con los padres de Hyuk Jae se encontraban en el coche apacarcado al lado de la carretera. Los cristales estaban empañados y el coche se movía ligeramente. Hyuk Jae estaba en los asientos de atrás con Hee Chul sobre él, gimiendo con desesperación.

Hee Chul no podría sostenerse a su cuello por mucho más tiempo. Los dedos de su novio dentro de él le hacían ir al cielo. Murmuraba incoherencias mientras que Hyuk Jae le veía con un aire de superioridad. Su mano se movía tan rápido que no tardó mucho más tiempo en sentir el orgasmo, que le golpeó con mucha fuerza.

—Hyukkie... Voy a... -su cuerpo comenzó a temblar con mucha fuerza, también sentía como su presemen amenazaba con empezar a salir.

De repente, los movimientos de él pararon. Sacó sus dedos y Hee Chul jadeó con inconformidad ya que no había podido terminar. Hyuk Jae le miró con una sonrisa llena de malicia mientras empezaba a dejar suaves caricias por sus pezones completamente duros y erectos.

—Este es tu castigo por calentarme en medio de la cena con mis padres. Estábamos comiendo, Hyung.

—Pero... —protestó inutilmente.

—No, hyung, no hay peros que valgan. Me estabas tocando por debajo de la mesa. Mi padre casi nos pilla y ya sabes cómo es él con esto de las parejas homosexuales... Si eso hubiese pasado todo se hubiese ido al garete... Ahora voy a conducir de vuelta a casa y si eres un niño bueno tal vez te recompense como se debe y termine lo que he empezado ahora.

ErosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora