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—Cariño, lléname de besitos —dijo Hee Chul mientras sonreía con inocencia.

—Claro, ven aquí —dijo Hyuk Jae extendiendo sus brazos con una sonrisa.

Hee Chul corrió hacia donde él estaba y cerró los ojos despacio cuando su novio comenzó a llenar su rostro entero de besos. Hacía bastante que no le mimaba y lo echaba de menos.

Hyuk Jae empezó a depositar suaves besos en sus labios a la vez que le atrajo un poco más a su cuerpo. Fue en ese entonces cuando Hee Chul le rodeó el cuello con los brazos para acercarse más y empezar a corresponder a sus besos.

Él le rodeó la cadera para acercarle más y besarle profundamente. Las manos de Hee Chul subieron hasta su pelo para acariciarlo. El beso profundo se alargó hasta que ambos se quedaron sin respiración y juntaron sus narices para dejar un beso de esquimal.

Los labios de Hyuk Jae comenzaron a bajar por su cuello provocando que Hee Chul alzase su cabeza y se mordiese un poco el labio inferior. Los dos sabían que cuando hacía eso, ya no había control.

—Mi fresa sabe a fresas... —sonrió mientras comenzaba a dejar suaves lametones en su cuello.

Hee Chul se sonrojó un poco y alzó más la cabeza, ahogando un jadeo cuando le mordisqueó la nuez y comenzó a bajar despacio hasta su clavícula. Al principio sólo abrió los botones necesarios de la camisa que llevabas, pero finalmente terminó por dejar al descubierto su pecho desnudo.

Se relamió el labio inferior al verlo y mientras lo acariciaba con las yemas de sus dedos, sus labios fueron haciendo un recorrido por todo él. Hicieron una pausa en sus pezones para lamerlos y dedicarles todo el tiempo que necesitaban.

Fue bajando despacio y mordiendo hacia su torso mientras sentía los escalofríos de su novio. A medida que fue bajando fue consciente de que había algo más que estaba presente.

—Sin duda alguna... Los mimitos son los mejores.. —dijo bajando de una su cremallera.

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