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Nunca antes se les había pasado por la cabeza algo así y estaban seguros de que si en algún momento del pasado les hubiesen dicho que en aquel momento vivirían alguna situación similar, probablemente no se lo creerían y se reirían a carcajada limpia.

Por el contrario, era así, todo había ocurrido de la nada por la película que estaban viendo. Era una comedia casual que hacía que se estuviesen riendo como un par de idiotas por las situaciones que pasaban.

Pero una escena hizo que sus risas se silenciasen a los segundos, el ambiente se volvió algo tenso y ellos dos no sabían a dónde mirar. Los dos protagonistas de la película se estaban besando de la forma más pasional y caliente posible. Se veía mucho deseo entre ellos dos, la tensión sexual iba incrementando a medida que sus manos se paseaban por todo su cuerpo.

El silencio se mantuvo durante toda esa escena. Ambos seguían mirando fijamente lo que los dos varones hacían. Cuando la película volvió a su tono cómico inicial, ninguno de los se atrevió a decir nada.

Media hora después la pantalla se oscureció dando a entender que la película acababa de terminar. Los dos chicos se miraron con algo de nerviosismo y un poco abrumados por lo que acababan de ver.

Hee Chul habló intentando romper ese silencio que se había establecido.

—¿Ha estado bien la película, verdad?

Hyuk Jae tardó un poco en responder, pero a diferencia de Hee Chul, fue directo al grano sobre lo que estaba pasando desde que esa escena empezó.

—¿Alguna vez antes has besado a un hombre? —preguntó a la vez que se acercaba poco a poco.

Hee Chul tosió un poco  la vez que un nudo se creaba en su garganta. Frunció un poco el ceño al ver que se aproximaba.

—¿Qué dices?

Hyuk Jae, repitió una vez la pregunta, con voz mucho más clara, pero esta vez le miro a los ojos directamente.

—He dicho que si has besado alguna vez a un hombre antes.

Hee Chul tragó saliva y bajó un poco la mirada sin decir nada más. Hyuk Jae volvió a hablar después de pasar un minuto de silencio.

—¿Puedo besarte?

—¿Qué? —preguntó Hee Chul gritando nervioso.

—Somos amigos, y esto quedaría entre nosotros, además, tus labios siempre me han parecido muy suaves. Me gustaría comprobarlo por mi mismo —prosiguió Hyuk Jae mientras sonreía.

—Pero...

La mano suave de Hyuk Jae hizo que no pudiese terminar la frase. Las caricias en su brazo produjeron que el vello de ese brazo se erizase ligeramente.

—Es solo para probar... —dijo él tratando de animarle.

Durante unos escasos segundos estuvo pensándolo, dañándose cuenta de que no tenía nada que perder. Finalmente le dijo que sí en un suave susurro.

Hyuk Jae solo necesitaba su aprobación para acercarle por el rostro y juntar sus labios en un beso suave. El primer pensamiento que Hee Chul tuvo fue que a pesar de que los labios fuesen labios y que las lenguas fuesen lenguas, no era lo mismo que besar a una mujer.

Las manos de un hombre eran más grandes generalmente. El tacto también era diferente. Ese beso, que en un principio era suave y corto, fue volviéndose en uno más profundo, más largo. Las lenguas no tardaron en colarse y acariciarse despacio.

El único motivo por el cual se separaron de él, fue la escasez de aire. Los dos chicos se sonrieron mutuamente. Las mejillas de ambos estaban teñidas de rojo y sus respiraciones eran algo irregulares.

—¿Sabes qué? —preguntó Hyuk Jae de nuevo.

—¿Qué...?

—Que... Tampoco he probado follar con un chico.

ErosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora