Capitulo 1

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Vienen por ti

Desde que tengo recuerdos, fui abandonada por mis padres desde que era una bebé y solamente algunas diosas me ayudaban a mi crecimiento y a mi desarrollo como una de ellas.
No le tengo rencor a mis padres aunque ella dicen que debería hacerlo, pero a pesar de todo ellos me dieron la vida y les agradezco por haberme la dado.

Soy alguien de pocos amigos, no soy tan sociable como las demás diosas, actualmente solo tengo 3 amigos y con ellos me conformo por que son total lealtad.
La primera es Aneliz, ella es la Maestra de los Cuatro Arcángeles, y la Madre de las Diosas, también es mi maestra y me alegro demasiado que así sea, por que ella desde muy pequeña me a cuidado con otras diosas y enserio le tengo demasiado cariño Aneliz, por que en todo me apoya y me aconseja podría decir que me trataba como una hija, pero me gustaba que haga eso, necesito una figura materna y la encontré en ella, pero sabía muy bien que no era mi madre, solo era una amiga.

Mi segundo amigo, es uno de los cuatro Arcángeles, se podría decir que el mejor de ellos, su nombre es Mael.
Conocí a Mael muy pequeño, antes era un niño sin poder que no podía lastimar a nadie, y fui una de los pocos que no se burlaban de él por eso, y eso nunca me dio gracia ni nada al contrarío para mi me gustaba alentarlo a seguir practicando y volverse el mejor de todos.
Desde siempre estuve con el y lo protegía de las burlas por que al igual que yo, no me gustaba pelear pero lo haría si fuera necesario.
Mael se convirtió rápido en unos de los cuatro arcángeles y eso me alegra demasiado, pero últimamente no lo e visto, por ser uno de los cuatro tiene que estar practicando todo el tiempo, pero los pequeños tiempos que nos damos para vernos son los mejores siempre salimos y hacemos lo que antes hacíamos.
Pero hay algo extraño últimamente Mael me mira con unos ojos, pero no son los de antes, no tengo miedo de que se esté enamorando de mi ni nada, solo que el problema es que yo lo veo como mi mejor amigo y no me gustaría perder su amistad.

Mi última amiga, apenas la estoy conociendo del todo bien es una alumna nueva de Aneliz, se llama Elizabeth y es su sobrina.
Ella es muy dulce y gentil, lo que me hizo acercarme a ella fue el gran parecido que tenemos en los rasgos físicos, pero obviamente nuestros cabellos y nuestros ojos son de color diferentes.
Es un poco torpe se podría decir, pero me ha sacado sonrisas por eso y se ve que es alguien en quien confiar, todo mundo piensa que podríamos ser hermanas, pero no lo creo mi personalidad es demasiado diferente a la de ella y aparte la deidad suprema nunca abandonaría a una hija suya.

Algo raro en mi es que nunca me e enamorado de nadie, los dioses me han pedido mi mano y sin conocerme primero, y obviamente no los acepto, por que me quiero casar enamorada de esa persona que me haga ver el cielo de color de rosa.
Dicen Aneliz que cuando te enamoras, sientes que tu mundo está completo con esa persona y que solo verlo a los ojos te bastara para saber que estás con el indicado.

Pero hay algo extraño, no me interesa actualmente ninguno Dios y aveces creó que yo no me casare con nadie, por que no hay ningún ser que me ha podido despertar el dichoso amor que todos hablan.

Aneliz, me han enseñado bastante bien a pelear que soy conocida como un gran haz bajo la manga para la deidad, por si una guerra se hace. Mi poder es demasiado grande que hasta alcanzó a los cuatro arcángeles y todas las diosas quieren que me una a ellos, pero siempre me niego hacerlo.
Aneliz y Elizabeth me apoyan en mi desición y yo siempre tendré en mente que no me quiero comparar con nadie, por que siento algo en mi interior que soy más que una Diosa, pero no se por que siento esto.

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Narrador:

En un lugar muy apartado en el Clan de las Diosas, se encuentraba un joven de Melena dorada y despeinada con mirada fría esperando la orden de su padre de partir hacia el Clan de las diosas a buscar a una de ellas, por ser un peligro para ellos ¿la razón?, su poder pronto superará el de los Cuatro Arcángeles y eso sería un gran problema para la guerra que se aproximaba.

Rey Demonio: Meliodas- dijo seco.
Hijo mío, mi primogénito,estás listo para partir y dirigirte hacia el Clan de las diosas para aniquilar a la diosa que nos traerá problemas en la guerra.

Meliodas: Así es padre, estoy esperando tu orden para partir y en menos dos días me tendrás de regreso.- dijo viéndolo a los ojos.

Rey Demonio: Esta bien, ya puedes ir, y no me falles.- dijo levantando la mano y señalando la puerta.

En eso Meliodas agacho la cabeza y saco sus alas oscuras para dirigirse a todo velocidad al Clan de las diosas.

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__:

Estaba en el cielo esperando a Aneliz, estaba llegando tarde a nuestras prácticas de combate, Elizabeth no iba a venir hoy, por que tenía que hacer pendientes, la comprendo es la princesa y tiene un tiempo muy corto para si misma.
No sé por qué sentía algo en mi pecho, sabia muy bien que algo pasaría y no seria algo bonito.
En eso siento una vibras muy poderosa que venía hacia a la dirección del Clan.
No podía dejar de ver esa dirección, hasta que de pronto siento unas manos atrás mías que me jalaron, volteo rápido y veo que es Aneliz.

__: ¡Aneliz!- le dije algo extrañada.
Me estás lastimando el brazo, ¡¿a donde vamos?!- dije algo un poco confundida.

Aneliz: Vuela hacia mi dirección __, te debo de esconder!- dijo soltando me y empecé a volar con ella.

__: ¡¿De que hablas?!, ¡¿Por qué me debo de esconder?!, y de quien?!- dije confundida.

Aneliz: Te quieren matar, para librarse de ti antes de la guerra- me volteo a ver.
¡Vino por ti!

Cuando volamos vi que varias diosas se dirigían a la puerta donde estaba la entrada, pero escuchaba gritos.

¿QUIEN VINO POR MI? Y ¿POR QUE ME QUIEREN MATAR?

𝕋𝕦 𝔼𝕣𝕖𝕤 𝕄𝕚 𝕃𝕦𝕫 (𝕋𝕖𝕞𝕡𝕠𝕣𝕒𝕕𝕒 𝕀)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora