__, Es una diosa, que tenía la gran oportunidad de convertirse en la madre de las diosas.
Meliodas, es el hijo del Rey de los Demonios y el futuro heredero del trono.
El rey de los habernos mando a su hijo mayor para que aniquilara a aquella diosa q...
Corríamos hacia esa cabaña donde habíamos pasado la noche, no podía llevarlo a mi casa, ya que hay demasiada protección en el clan por si algún demonio se atreve a entrar. Estábamos enfrente de la puerta de madera de la cabaña abrí rapido y detrás mío iba Meliodas que rápido se metido, rápido cerré la puerta con seguro ya que el viento y la lluvia no cesaban.
Al verlo me di cuenta que estaba todo empapado y eso hizo que saliera una pequeña risita.
__: Meliodas....- Dije en tono apenada. Tu ropa....- dije mirando su ropa que goteaba.
Meliodas: ¡Oh!- miró hacia el y comenzó a quitarse la camisa que estaba totalmente empapada. Si fuera tu, también haría eso- dijo mientras me daba una sonrisa.
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Al escuchar esas palabras, me di cuenta que se me marcaba los pechos con el agua, ya que mi vestido es blanco. Yo rápido me los tape y me dirigí apenada al cuarto, dejando a Meliodas en la sala con esa duda. Al entrar al cuarto busque lo que podía ponerme por mientras encima ya que no quería que se notaran mis pechos. Hasta que al fin lo encontré, era una camisa grande, al quitarme mi vestido y ponerme la, me di cuenta que este era demasiado corto y me dejaba ver mis bragas pero era poco.
__: - Suspire. Bueno, tansiquiera no estoy desnuda.- Dije en son de burla.
Al salir del cuarto me llevé mi vestido para colgarlo y este se secará, vi la ropa de Meliodas cerca de la ventana para que esta se secara con el vielto. Ahí puse mi vestido, pero al analizar lo que estaba colgado me di cuenta que estaba su pantalón, sus camisa y chaleco ahí. Eso....significa que el esta.....- me di media vuelta y veía que no había nadie atrás mio.
__: ¿En dónde te metiste Meliodas?- dije en voz baja, en ese momento oigo una voz debajo mío.
Meliodas: ¡Pues donde más __, aquí!- mire lentamente abajo y vi que Meliodas estaba entre mis piernas mirando hacia donde me da el sol, eso hizo ponerme totalmente roja.
Meliodas: ¡Nada!, solo veo la entrada del paraíso- Eso hizo que me pusiera más roja el se empezó a parar.
__: Meliodas....- dije en tono bajo, al mirarlo bien, me di cuenta que el estaba en bóxer, podía ver su abdomen perfectamente marcado y su mirada tan tierna que me volvía loca...
Meliodas: ¿__?...- dijo confundido. ¿Estas bien?, ¿tienes fiebre?- puso su mano en mis mejillas y frente.
__: Ammmm- dije nerviosa. ¡No!- dije intentando tranquilizarme. Tranquilo, estoy más que bien- di una sonrisa.
El no dejaba de mirarme preocupado y yo no dejaba de recordar a aquella noche que me hizo sentirme tan bien, sus labios trataban de decirme algo, pero yo solo deseaba tenernos junto a mi, quería que sus brazos me abrazaran y me rodearán.
