Capítulo 21

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La madre de las diosas
Parte 4

Los ojos de __ se llenaban de furia, una grandes ansias de pelear se apoderaba de ellas, las uñas de la chicas se volvían como unas garras, sus ojos emanaba un gran brillo en su ojo izquierdo y en el otro se veía apagado.
Sus alas empezaron a incrementarse, su gran herida en el abdomen se empezó a curar y sus pequeñas heridas y gotas se sangre que tenía se desvanecía.

Todas las diosas, se sorprendían al ver el nivel que tenía esa pequeña chica que había sido abandona y criada por ellas misma, la deidad Suprema la miraba como algo confundida ya que ese poder era de su clan, pero había unos rasgo que no conjeniaban.
Aneliz, veía con orgullo como su hija podia controlar su pequeña entrada de oscuridad a su cuerpo y lo mejor es que nadie sospecha de su verdad.

No dejo pasar un momento __, y ella se teletransporto enfrente de el, le dio el primer golpe en cara que hizo que fuera casi a la pared pero ella se teletransporto ahí y lo recibió con una patada que hizo irse para arriba y ella le di un golpe con sus dos brazos que hizo que se estrellara en el suelo.

Meliodas, no entendía que le pasaba a __, ese poder es de los demonios aunque no utilice magia se puede reconocer esa energía.

Rapido Ludociel, voló rápido hacia la dirección de la pequeña peli negra, y este le dio un golpe que ella frenó con una sola mano, ella en ese pequeño segundo con sus garras arañó el torso de Ludociel y estas se llenaron de sangre, ella quería terminar esto de una vez, por todas ya que si seguía lo mataría.
Con mi mano enterré mis garras en el pecho y toqué su corazón, para dar un pequeño Jalón y este dio un grito horrible en mi oído que hizo ponerme seria y hacer que mis ojos volvieran a ser verdes.
Saque mi mano y el calló, en el suelo estaba totalmente agotado, todos me quedaron viendo con tanto miedo como si fuera hacer algo.

__: Recuerden que esto es una prueba, nada de lo que hagamos afecta nuestra verdadera relación- Dije seria, en ese momento sentí una vibra que era algo metálico acercándose con la espada de Ludociel me defendí, era el tenía una espada y cada choque que dábamos sacaba chispa por la fricción de ambos metales.

__: No sabes cuando rendirte verdad- Dije seria.

Ludociel: Nadie se libra de mi tan fácilmente- Dijo dando una patada en mi estómago y con la espada trató de cortarme, pero yo la puse denuevo.

__: Te molesta que allá alguien que pueda derrotar fácilmente- Dije alzando la una ceja.

Ludociel: ¡Si, eso me molesta!- Dijo enojado.

__: Pues no es que sabes darte por vencido, solo eres un maldito niño llorón que no acepta su verdad- dije dando una sonrisa burlona.

Ludociel: ¡Que dijiste!- Me dio un golpe que pude evitar saltando atrás de el.
Eres una maldita mocosa, que ni siquiera a dado todo de si en ese momento, me enojé demasiado con ese bastardo, no pude medir mi fuerza y le di con puño cerrado a su abdomen que hizo que al instante vomitar sangre sobre mi rostro, el salió volando cerca de los demás arcángeles.
Mael, me veía con cara de asombro nunca antes me habían visto así, todos callaban.
Elizabeth se tapaba la boca por el acto más sangriento de todos, la deidad me miraba fijo por ver que una diosa pudo derrotar con tanta facilidad a su grupo Élite y Aneliz solo me veía, como si todo esto fuera demasiado.

Al mirar hacia arriba veía a Meliodas, su rostro no tenía ningún sentimiento era como si esto estuviera mal, que no sabia que decir al respecto sobre lo que acababa de ver, en ese momento escuché un aplauso.

Al voltear hacia el origen del sonido, vi que era la deidad Suprema quien estaba haciendo eso.

Deida Suprema: Magnífico- se paró de su trono.
Ahora ya veo que tu eres una buena elección para la futura madre, los mejores dioses no pudieron contra a ti __.- En ese momento todos se pararon y aplaudieron de la emoción por ver que no era como las demás, si no que era especial.

Empezaron a acercar a mi los 4 Arcángeles, veía que se habían sanado entre ellos, Mael miraba bajo no podía verme a la cara.
Yo solo estaba callada ya que no entendía para nada por que no me dirigía la palabra, los 4 se arrodillaron con la mirada baja y callaron.

Deidad Suprema: __....- Dijo seria.
Felicidades, tu eres la futura madre de las diosas- Dijo mientras que su manos salía una especie de brillo.
Y por eso te concedo esto- Dijo mientras la misteriosa luz se dirigía lentamente a mi.
¿Sabes que es esto verdad?- al apreciarla más bien me di cuenta de lo que era.

__: Una Gracia....- Dije asombrada

Deida Suprema: Así es.....te la ganaste con mucha dedicación y esfuerzo, Tu Gracia es Tsuki (Luna).- Dijo mientras que esa misma gracia se me puso en mi pecho y esta fue succionada.
La actual madre de las diosas, te enseñará a manejarla y antes de que ella fallezca su espada será otorgada a ti.- Mi pecho empezó a sentirse extraño solo oír si llega a morir Aneliz.
Felicidades- en eso todos aplaudían.

No sabía que pensar, mi mirada estaba baja ya que no quería que Aneliz muriera y yo sea su remplazado, pero sabia que aunque no quisiera eso tendría que pasar.
Al mirar arriba vi que Meliodas ya no estaba ahí, era ya de noche así que eso significa que nos veremos en nuestro lugar, ya da igual el toque de queda, yo quería festejar mi gran logro con el.

Meliodas, espérame que allá voy a nuestro lugar y te tengo una sorpresa que tu no te la esperas.....

𝕋𝕦 𝔼𝕣𝕖𝕤 𝕄𝕚 𝕃𝕦𝕫 (𝕋𝕖𝕞𝕡𝕠𝕣𝕒𝕕𝕒 𝕀)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora