𝕋𝕦 𝔼𝕣𝕖𝕤 𝕄𝕚 𝕃𝕦𝕫 (𝕋𝕖𝕞𝕡𝕠𝕣𝕒𝕕𝕒 𝕀)

Capítulo 37

Tómalo como quieras

Estaba en mi casa, Estarossa estaba arriba de mi cama durmiendo en mi abdomen, sinceramente estaba más feliz que nunca, había sido el mejor cumpleaños ayer solo que me extraño que Mael no viniera a verme, ya que el siempre es uno de los primeros de venir a felicitarme, pero bueno.... por primera vez que pase no hay problema.

Miraba el collar de mi amado y sinceramente estaba más que feliz de que el fuera mi hombre y yo su mujer.
Pronto el y yo nos iremos de aquí, pero primero como le dije tenía que hablar con Aneliz y decirle lo que pienso hacer, ya que ella a pesar de todo me a cuidado demasiado y la considero casi mi mamá. Vi la hora y tenía que darle de comer a Estarossa.

__: ¡Estarossa es hora de comer!- dije mientras le hacia caricias para que se despertara y este lo hizo.

Me pare de mi cama y me dirigí a la cocina ya que ahí, tenía su comida especial que me había dado Eli para el.

Cuando lo puse en su tazón de el este comenzó a comer, me imaginé por un momento la vida que tendría con Meliodas ya siendo el y yo solamente, despertar todos los días enfrente del uno del otro, salir agarrados de la mano sin que nadie nos diga nada y sobre todo hijos.... recordé la historia de Aneliz y su bebé nunca nacido.

__: Meliodas.....- Dije en voz baja.
Creo..... que eso es lo único que no podremos cumplir- Dije tocándome mi vientre.

No sabia que era ser madre, pero creo que era casi lo mismo que Aneliz hace conmigo, pero yo lo principalmente amaría a mis hijos.... pero creo que con el amor de mi vida no podré tener.

__: Bueno Estarossa, ¡tu serás nuestro hijo!- dije mientras lo abrazaba y cargaba hacia a mi.
Ya conociste a tu papá, y ¿como te parecio?- en ese momento ladro de emoción y eso me provocó dulzura.
Veo que te cayó muy bien- Me dirigi a la sala para jugar con el.
Bien, pues Meliodas le caíste....bastante....- vi a la puerta y vi a Mael, parado con una expresión bastante aterradora, acaso me escucho que hable de Meliodas......

__: Ma..el....¿Q-Qué ocurre?- dije mientras me agachaba para solta a Estarossa, me acerqué lentamente a el, sentía si energía estaba bastante enojado.
Mael.... ¿que tienes?- Estaba enfrente suyo y podía oír claramente su respiración estaba pesada, en ese momento escuche su voz.

Mael:....Hubiera...preferido que tu corazón estuviera....con cualquiera, enserio con cualquiera __- dijo mirándome fríamente.

__: ¿De qué hablas?- dije extrañada, pero en ese momento me tomo de las muñecas y me acerco a el, haciendo que lo mirara a los ojos.

Mael: ¡NO TE HAGAS LA TONTA!- Me gritó.... el nunca me había gritado en la vida.

__: Es-Es que no se de que ha-hablas Mael- dije confundida, este me sacudió bruscamente.

Mael: ¡DEJA DE MENTIR!- Me soltó y caí al suelo, no entendía cual era su enojo.

__: Mael..... ¿por que?....- dije mientras me paraba.
¿Por que me estas tratando así?, ¿que te hice?- mis ojos se volvían cristalinos ya que me lastimaba verlo así.
¡Dime.... por qué mes estás tratando horrible!- dije exaltada.

Mael: ¡De verdad quieres saber!- dijo mientras se acercaba a mi.
¿¡De verdad quieres!?- Me grito.

__: ¡Si!, ¡Dime de un maldita vez!.- Me puse enfrente de el.

Mael: ¡DE QUE YO FUI UN PENDEJO, A ESTAR BUSCANDO UNA MANERA DE QUE TE ENAMORARÁS DE MÍ, MIENTRAS TU ESTABAS DE ZORRA REVOLCANDOTE CON UN DEMONIO!- Dijo con rabia.