Escondido en un viejo armario que su madre había conseguido tirado en la calle y que con mucho esfuerzo había traído hasta casa como regalo para su pequeño. Sunggyu se encontraba temblando, aterrado de muerte con su pequeña manito tapando su boca para evitar que sus sollozos se escuchen y sea descubierto por su padre y es que el de verdad no quería eso.
Pues a pesar de ser un niño de tan solo 5 años es lo suficientemente inteligente para saber que si su padre lo encuentra lo lamentaría y es que al desalmado no le bastaba con golpear a su madre, si no que se encargaba de hacerle saber a ambos que no valían nada.
Sunggyu solo podía cerrar los ojos e implorar porque todo acabe rápido pues sabe que una vez que termine con su madre vendrá por el. Y el solo pide no poder escuchar más pues para un niño no hay nada más doloroso que escuchar los gritos desesperados de la mujer que le dio la vida. Todavía puede recordar cuando fue la última vez que había sido feliz y eso fue hace un año atrás cuando su madre había decidido irse a casa de su prima y lo había llevado con ella para evitar que lo golpearan pero la felicidad no les había durado mucho puesto que una semana después su padre los había encontrado y con unas flores baratas y una sonrisa fingida había convencido a la mujer de que había cambiado.
Pero no era así y la violencia se seguía repitiendo casi a diario sin ningún indicio a que esa conducta cambiaría. Pero como si ya no fuera malo estar muerto de miedo, se dejó llevar por los pensamientos y no se dio cuenta en que momento se habían parado los gritos y mucho menos noto que el hombre ya lo estaba buscando hasta que la puerta de aquel armario se abrió de forma violenta y se encontró de frente con aquel monstruo al que le decía padre. Así que sin más fue tomado de los cabellos y jalado hacia fuera con fuerza.
Fue llevado al pasillo que daba a las escaleras y justo allí se encontraba su madre todo golpeada y ensangrentada la cual lo miraba con lástima porque sabía que ella no podía hacer nada por el. Así que cerró sus ojos y empezó a implorar porque todo acabe rápido pero esta vez no sería así pues había recibido una fuerte patada en su espalda que lo hizo gritar por el dolor desgarrador pero eso no había sido lo peor no cuando siguió siendo pateado hasta que fue llevado al borde de las escaleras para después de una última patada ser arrojado por estas hasta ya no saber de nada.
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Despertó un día después en la camilla de un hospital solo sin recordar como había llegado allí. Desorientado y con la preocupación de no saber nada de su madre intentó moverse pero un fuerte dolor lo hizo gritar pero eso no fue lo que lo privó sino el hecho de que sus piernas no le estaban respondiendo por lo que volvió a gritar alertando así a las enfermeras que no tardaron en acudir a el.Después de que le inyectaron calmantes volvió a caer en la inconsciencia. Para cuando despertó Sunggyu se sintió aliviado de ver a su madre sentada a su lado, pero al segundo se preocupó pues esta no dejaba de llorar alegando que todo había sido por su culpa.
Y fue allí que Sunggyu comprendió que ya su vida no sería la misma, pues el que tengas un disco de tu columna se halla desviado y el que no tengas seguro ni dinero para operación o tratamientos sin contar con que por la edad no se podía hacer nada implicaba que serías el centro de miradas llenas de lastimas para toda la vida. Entonces si definitivamente el ya no sería ese niño que a pesar de los maltratos que recibía sonreía por cualquier tontería.
Y Lo único bueno que trajo esa situación fue que al fin un vecino se había animado a llamar a la policía y su padre ahora estaba preso. Lo cual dejaba a su madre y a el libres de ese abusador.
Pero esa tranquilidad le duró poco porque cuando cumplió 7 años su madre se había vuelto a enamorar de un hombre que aunque no era como su padre el no quería hijos y mucho menos uno con discapacidad y al parecer en la mujer pudo más el amor por el hombre que por su hijo. Porque en cuanto pudo tomo a Sunggyu y viajo hasta Seúl para dejarlo en la puerta de la se supone era su abuela una mujer que el nunca había visto en su vida.
Pero que podía hacer si cuando iba a implorar porque no lo abandonaran ya era demasiado tarde su madre se había ido y ni siquiera se había despedido de él, así que empapado en llanto decidió esperar allí a que alguien viniera pues su madre al menos había tenido la decencia de tocar el timbre para anunciar que el estaba en la puerta pero al parecer no había nadie por que nadie salió a recibirlo y no fue hasta que había caído la tarde que una mujer mayor lo despertó pues al parecer se había quedado dormido en medio del llanto.
La mujer era idéntica a su madre solo que más madura como de unos cincuenta y tantos años. Ella lo vio extrañada incluso volteó a ver a los lados a ver si el venia con alguien y al parecer al no ver a nadie la mujer entendió y por ello pregunto.
-¿Sunggyu?.
Pero no necesito respuesta pues Sunggyu había comenzado con una nueva horda de llanto esta vez mucho más intensa. Pero se calmó cuando sintió que la mujer tocaba su mejilla con gentileza y cuando levantó la mirada la vio sonreír con dulzura para luego ser abrazado y reconfortado y sinceramente su corazón se calmó cuando la mujer dijo " todo estará bien a partir de ahora porque yo cuidaré de ti y te daré el amor de madre que te ha hecho falta mi niño". Y fue así como permanecieron un rato hasta que después de un tiempo fue llevado al interior de su nuevo hogar, uno que con solo dar un paso dentro se podía sentir su calidez y la tranquilidad en las paredes.
Su abuela no pidió explicaciones ese día pero si después por lo que con mucha pena se vio contándole todo y sinceramente agradece el haberlo hecho pues se sintió como si se hubiera quitado una carga de encima pero se permitió relajarse cuando la mujer le aseguró que ella no lo dejaría nunca solo.
Y si Sunggyu estaba seguro que esa mujer era un Ángel que habían mandado del cielo para el.
Aquí estoy de nuevo con un woogyu.
Espero les guste.
Nos leemos luego 😘😘😘
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Como yo te veo.
FanfictionDicen que el amor entra por los ojos. y es que el 90% de las personas se enamoran de la belleza del físico sin importar la calidad de la persona, pero aunque es así no todos se quedan por aquello que los atrapo a primera. sino por la belleza interna...