CAPÍTULO 5

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CALLE: 

Después del encuentro telefónico que tuve anoche con mi jefa debo admitir que dormí genial, sin estrés y sin pensamientos estúpidos que no me habían dejado tranquila en todo el día, aún así debo admitir que tenía miedo de cómo iba a reaccionar hoy, se supone que ella nunca antes había tenido nada con una chica ¿Y por qué eso importa? Nunca antes te importó si eran casadas, comprometidas, si tenían novio o novia.  Simplemente te las llevabas a la cama y ya.

-¿Qué me pongo?- dije en voz alta mirándome en el espejo, llevaba lencería de color negro. Busqué un vestido, dejé mi cabello suelto, unos tacos altos y el último toque pero no menos importante, el perfume.

Después de estar arreglándome durante  una hora decidí salir de mi edificio, miré hacia todos lados para poder conseguir un taxi y no pasaba nada, perfecto, iba a llegar tarde. Miré mi hora y solo tenía media hora para llegar -mierda- dije mirando hacia el cielo.

-Hey- miré hacia adelante y un auto de último modelo, de color negro bajó sus ventanas -¿Quieres irte conmigo?- y como no todo podía ser tan malo, frente a mí tenía a Poché ofreciéndome un aventón.

-Si me subo ahí, no iremos al trabajo ¿verdad?- ella solo sonrió, se sacó sus lentes y se medio mordió el labio inferior.

-Si te molesta el hecho de que por no ir un día perderás dinero te digo que no, eso no pasará.

-Ok- me subí en la parte trasera del asiento, noté que un vidrio completamente negro y polarizado nos separaba del conductor -¿él puede ver?

-No- dijo mirándome -¿Cómo dormiste?- noté su tono de voz algo coqueto, sonreí y la miré.

-¿Cómo crees que dormí?

-No tengo la menor idea- Poché cruzó sus piernas y nuevamente había venido con una falda, y si era de cuero, nuevamente era negra pero el diseño era diferente -¿Te gustan mis piernas?

-Oh no- dije mirando hacia el techo del auto -acá vamos de nuevo-dije mirándola -¿Qué quieres? Dime que quieres y te juro que te lo daré. Pero deja de jugar conmigo.

-¿Qué crees que quiero de ti?

-Acaso ¿no tuviste suficiente ayer?

-¿Tuviste suficiente ayer? Porque si piensas eso te puedes bajar en la siguiente parada y...

Basta, no podía escuchar una palabra más, hasta su tono de voz lograba ponerme caliente así que la callé de la única forma que sé. Con un beso... al principio dudé, creí que ella no me lo devolvería pero a penas rocé sus labios ella me respondió introduciendo su lengua dentro de mi cavidad bucal. Mi corazón casi le da una taquicardia cuando me di cuenta de que la tenía sentada encima de mi, mis manos se apoderaron inmediatamente de sus muslos suaves y firmes y gruñí cuando se los apreté.

-Ayer me dijiste que te gustaban ¿lo recuerdas?

-También me encanta tu trasero- mis manos se fueron hacia su trasero y se lo apreté, acto seguido Poché dejó escapar un gemido, seguí besándola sin soltar su trasero. Mi boca se alejó de sus labios y se dirigió a su cuello en donde succioné, lamí y di pequeños besos sin parar. Me estaba volviendo loca y era su culpa -te quiero follar- dije succionando el lóbulo de su oreja -acá y ahora- comencé a subir su falda hasta que noté su ropa interior y para mi sorpresa era transparente.

-¿Te gusta lo que ves?- preguntó llevando uno de sus dedos a mi barbilla y haciendo contacto visual -¿te gusta?

-Dime que eso será todo mío- hablé mientras desabrochaba su blusa -dime que será todo mío- entonces Poché sacó una de mis manos de su blusa y la llevó directamente a su intimidad -OH DIOS MÍO POCHÉ- mordí su hombro sin poder contenerme. Estaba muy húmeda y mi libido estaba muy alto para seguir aguantando.

Ninfomanía (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora