POCHÉ:
Perdí la noción del tiempo, solo desperté debido a los rayos de sol que entraba por la ventana ... Miré hacia abajo y estaba desnuda solo cubierta por una sábana blanca. Miré hacia todos lados y Calle no estaba... ¡Anoche fue maravilloso! Me cubrí con la sábana y caminé por la casa buscándola, la encontré en la cocina.
-Buenos días...- la abracé por la cintura por detrás.
-Hey, quería llevarte el desayuno a la cama...- sonrió.
-Si quieres puedo regresar a la cama y fingir que nada de esto pasó aún- reímos.
-Será mejor que te des una buena ducha y te vistas, Sofía y Mariana no tardan en llegar, amor...
-Si, eso haré. Quiero darle una buena primera impresión a tu pequeña sobrina- sonreí- Espera, me dijiste amor.
-¿Qué?
-Si, lo dijiste...
-Perdón.
-No tienes que pedir perdón, amor- la abracé fuerte y ella puso sus manos entrelazándolas con las mías.
-Eres todo lo que necesito, Poché...- entonces, el di un beso en la mejilla.
-Y tu eres todo lo que yo necesito y lo que siempre necesitaré.
-Tengo miedo...
-¿A qué?
-No hemos sabido de Mario en toda la semana.
-Eso no importa, deberíamos estar contentas de no saber de su existencia, ¿no?
-Es que es todo muy raro, por un momento se desvivía por saber de tu paradero, ahora no sabemos si es que sigue vivo.
-Piensas que trama algo, ¿verdad?
-No solo eso, es ese presentimiento que me dice que debemos hacer algo... Buscar protección y todo eso que es más que necesario ahora.
-¿Protección?
-A alguien que tenga tanto como Mario y pueda darnos una mano, digo... Buscar personas o averiguar maneras de lidiar con lo de tu hermana, es un asunto muy importante. Mario siempre te amenaza con eso, si tu hermana no estuviese en una de sus clínicas no tendrías con que retenerte.
-Cierto, pero eso podemos ver luego ahora solo quiero abrazarte decirte lo hermosa que te ves así por las mañanas luego de una muy buena noche...
-Poché, esto es en serio...
-Estás bien, veamos...¿A quién podríamos pedirle ayuda?
-No sé la verdad...
-Entonces, no pendemos en eso ahora.
-Claro que si, debemos de pensar en eso justo ahora. ¿Cómo sabes si tu hermana está bien?
-Porque mi tía y mi papá van a verla todos los días y siempre me envían un mensaje, el de esta mañana ya me llegó y todo está bien. No hay rastros de Mario, odio tener que vivir pensando en que el puede hacernos daño y no disfrutar de estos pequeños momentos de felicidad...
-Está bien, te entiendo. Por ahora tienes todo en orden, pero pensemos un poco. Me refiero a que es momento de proyectarnos, de planificar nuestro futuro.
-¿Nuestro futuro?
-Si, ya sabes... Si vamos a vivir juntas y hacer una vida...
-Una vida...
-Si, Poché...
-No sé si pueda con todo esto, dices muchas cosas y no entiendo...
-¿Qué no entiendes?