CALLE:
Cuando abrí la puerta simplemente no podía creer lo que estaba mirando. Poché. En todo su esplendor con cara de furia y su mirada no se despegaba de Matu.
-¿Qué... que haces acá?- le pregunté en shock.
-Vine a hablar contigo Calle pero por lo visto no es un buen momento verdad- no dejaba de mirar a Matu
-Si quieres me puedo ir y nos juntamos después- me habló Matu con esa voz tan dulce que tiene. Ni siquiera habíamos terminado lo que estábamos haciendo.
-Si sabes es mejor que te vayas porque ella y yo tenemos cosas que hablar- miré a Poché- ¿Me dejarás acá afuera todo el rato o me invitarás a pasar?
-Ok- dejé escapar un suspiro- espérame en el cuarto- Matu sonrió y besó mi mejilla- pasen- me arreglé la ropa y cerré la puerta.
- En serio te pido disculpas, le dije a esta histérica que no viniéramos pero cuando se enteró que estabas saliendo con alguien se volvió loca.
-¿Quién eres?- hice caso omiso a todo lo que dijo anteriormente.
-Madison, soy familiar de Mario.
-Me tendió la mano y se la di- no hace falta que te presentes, eres famosa por estos lados- miré a Madison y Poché.
-Me puedes explicar qué es eso de que estás saliendo con alguien- no podía creer que tuviera el coraje de meterse en mi casa después de casi dos meses sin verla y semanas de haber terminado, a hacerme una escena de celos.
-Poché, ¿Sabes qué día es hoy?, me refiero a la fecha.
-10 de junio
-Hoy se cumplen dos mese de la última vez que nos vimos- la miré, y por más raro que suene no se me movía ni un pelo.
-Oh....
-Yo creo que esperaré afuera- Madison se levantó.
-No es necesario, esta conversación no durará mucho- le dije antes de que se pudiera levantar.
-¿Qué quieres decir?- preguntó Poché con los ojos brillosos.
-¿Por qué volviste?
-Cambiaron de clínica a Vale y quería ver a mi padre, lo extrañaba y bueno obviamente a ti.
-¿Alguna vez te importé?- me apoyé en la baranda de mi mueble de cocina.
-¿Qué? Calle, tú sabes que si.
-No, resulta que ya no sé nada.
-Solo quiero... no quiero que cometas el error de tu vida enamorándote de esa chica...
-Matu- la interrumpí- su nombre es Matu Garcés.
-Lo que sea, no puedes estar con ella.
-¿Por qué no?
-Porque te amo- miré a Madison a quien obviamente le habían dolido esas palabras.
-¿Cuántas veces te folláste a Madison antes de llegar a esta conclusión?- las dos abrieron la boca de asombro- eres patética Poché, no puedes pretender que después de meses esperándote, de meses añorándote y anhelando nuestro reencuentro tú esperes que todo siga igual. Me costó tiempo sabes, me costó centrarme en mi vida nueva porque yo... yo todo lo que hacía y decía era pensando en ti, era tu marioneta Poché.
-No... no digas eso, por favor.
-Después de lo que pasamos ¿solo un fax? Tan poco signifiqué para ti ¿verdad?