CAPÍTULO 42

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CALLE:

Me costaba razonar en este momento, me costaba creer que habían pasado años y que Poché aún supiera como volverme loca, como hacer que le ruegue por que me hiciera suya. El roce de su cuerpo con el mío era increíble; sabía que si seguíamos así no dudaría mucho y terminaría perdiendo la cordura... Gracias a Dios mis palabras se cumplieron.

Poché bajó su mano derecha lentamente por mi abdomen hasta llegar a mi entrepierna mientras su boca hacía estragos en mi cuello mordiendo, jalando y lamiendo; sentí como sus dedos jugaban con mi humedad lo cual lograba hacer que mis caderas se elevaran y mi piernas se abrieran. Hizo este paso un par de veces hasta que una de las veces que mis caderas se elevaron Poché embistió sin pensarlo...

Sentí sus dedos muy dentro de mi, comencé a moverme al ritmo que ella tenía, sentía como mis pechos subían y bajaban, como me contraía en el interior cuando Poché lograba llegar a lugares que nunca nadie había llegado.

-Joder... Poché.... mmm... Si...- agarré como pude su rostro con mis dos manos mientras nuestro cuerpos se movían al unísono, nuestra miradas lo decían todo no había necesidad de hablar- te amo- solté en medio del acto. Poché sonrió, me agarró de las caderas y me montó encima de su cuerpo mientras ella estaba sentada al borde de la cama. Escondió su cabeza en mi cuello mientras elevó la velocidad de sus dedos y comencé a volverme loca, no podía dejar de saltar encima de ellos.

-¿Te gusta?- susurró en mi oído- extrañaba estar dentro tuyo- pasó su lengua por el lóbulo de mi oreja jalando lentamente lo que hizo que un sonido gutural fuera expulsado desde mi interior- joder extrañaba hacerte gemir.

El sonido hizo que Poché me acostara sobre la cama con las piernas abiertas mientras ella estaba de rodillas encima mirándome.

-No seas mala, no me hagas esto- comencé a moverme de un lado a otro, estaba tan caliente que ni mi propio cuerpo lo soportaba.

-¿Creías que no me vengaría por lo del baile?- Poché comenzó a recorrer mis piernas con las yemas de sus dedos.

-Joder- llevé mis manos a mi rostro y me lo cubrí, me mordía tan fuerte el labio que juraba que en cualquier momento sangraría- quiero que me folles, todo el día, toda la noche.

-Créeme que te follaré- Poché acomodó su cuerpo sobre el mío y me besó delicadamente- solo... Quiero algo, quiero que me muestres algo.

-Lo que quieras, lo que quieras Poché.

-Tócate- nos quedamos mirando- tócate frente a mi- una sonrisa maliciosa apareció en mi rostro- quiero que sigas mis órdenes.

-Lo haré solo si después prometes follarme- Poché sonrió.

-Lo juro- me acomodé en la cama y abrí mis piernas para darle una mejor vista a mi chica de ojos verdes- muévete en la cama, de arriba hacia abajo- comencé a moverme y noté que la mirada de Poché estaba en mis pechos, sabía que le encantaba ver como se movían- tus pechos me fascinan- solo sonreí- tócalos- mis manos se fueron cada uno de mis pechos y comencé a manosearlos. Jalaba el pezón mientras me mordía el labio y sacaba mi lengua. Poché tenía los puños apretados y temblaba de vez en cuando- deja la mano izquierda en tu pecho izquierdo y baja la derecha hasta tu entrepierna.

-Tus deseos son órdenes- respondí, cuando mi mano llegó a mi entrepierna iba a comenzar a tocarme pero Poché me detuvo.

-Moja dos de tus dedos con tu humedad- hice lo que me pidió. ahora deja que lo lama- ¿era posible que esta chica fuera más caliente? Una parte de mi no recordaba lo caliente que lograba sentirme con ella. Poché se acercó a mi y lamió mis dedos- me encanta- volvió a su lugar- comienza, haz todo lo que sepas hacer.

Ninfomanía (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora