CALLE:
Entrar al lugar el cual fue mi hogar durante todos estos meses no era fácil, acá encontré la paz que busqué en diferentes lugares y personas y ni una de ellas me lo dio. Es difícil decirle adiós a la única cosa que por mucho tiempo hiciste bien.
Caminar por el pasillo de este hermoso templo y sentir la paz que recorre mis venas me hizo darme cuenta, aunque duela que era el momento de partir, que era momento de cerrar puertas que no deberían seguir abiertas.
-¿Estás lista?- me preguntó Hailee cuando nos encontramos en la entrada del templo.
-Si- dije mirando por última vez este lugar.
-Llamé a un taxi y llegó hace 2 minutos.
-Vamos.
Caminamos con las maletas hacia el taxi, y nos subimos en dirección a el aeropuerto.
-¿A dónde piensas ir cuando lleguemos?- preguntó Hailee con entusiasmo.
-A un hotel y dormir- Hailee no aguantó la risa- ¿De que te ríes?
-Me he dado cuenta, en todo este tiempo que te he observado, que amas dormir.
-Y comer, leer, cantar, tocar piano.
-Deberíamos crear un dueto y hacernos famosas- sonreí-no sonrías y no te lo digo en broma. Deberías cantarme algo.
-Cuando lleguemos a Chile.
Llegamos al aeropuerto y mientras llegaba nuestro vuelo decidimos dar vueltas por las tiendas. Entré a una tienda de tatuajes.
-¿Quieres uno?- me preguntó una chica con el cuerpo cubierto de tatuajes.
-Si, quiero algo pequeño pero simbólico. Comencé a buscar por Pinterest algunas ideas, y me decidí por una palabra en la zona de las costillas.
-Lindo lugar.
Me saqué la polera y me acosté en la camilla de lado. La chica comenzó a hacer su trabajo, apenas sentí la primera aguja entrar por mi piel quise salir corriendo del lujar pero dejar tu pasado atrás también implica dolor de perder a las personas que amas.
-Estamos listas- dijo luego de media hora.- Levántate y mírate en el espejo- me paré y se veía hermoso- ¿Te gustó?
-Demasiado- sonreí- toma- le pagué- muchas gracias.
-Ten esto, son indicaciones para el cuidado- solo sonreí.
-Adiós.
Corrí hacia la puerta de embarque y ahí estaba Hailee con una cara de tragedia.
-Joder, llevo llamándote media hora.
-Perdón, me estaba tatuando.
-¿Tú qué?
-Eso, me hice un tatuaje- levanté mi ropa y se lo mostré.
-¡Me gusta!
-Ya, subámonos que Chile nos espera.
Señores pasajeros se les informa que estamos a pronto de llegar al aeropuerto por favor abrochar sus cinturones.
Llegamos al aeropuerto a eso del medio día, era verano así que el calor se hacía insoportable.
-No puedo creer el calor que hace- dije caminando hacia nuestras maletas.
-Eso que no has ido a la India- sonreímos- ¿Dónde nos vamos a quedar?
-Es un hotel. Sheraton, queda en el centro o cerca de el.
Tomamos nuestras maletas y subimos a un taxi.