CAPÍTULO 28

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CALLE:

Durante toda la noche mantuve mi celular en silencio, no me hacía bien leer ni un mensaje más de Matu o terminaría dándome duchas cada 5 minutos. Por otro lado, tampoco he sabido nada de Poché lo cual me tiene preocupada, se supone que ya tendría que estar acá, que tendríamos que vivir nuestro amor por fin como siempre tendría que haber sido pero no, siempre hay algo más importante para ella y eso está claro.

Me levanté con ganas de querer dormir porque no dormí nada en toda la noche, lo primero que hice fue servirme un café muy cargado y preparar tostadas, enserio esto de estar sola en este departamento era muy abrumador. No tenía que ir a trabajar ya que Johann me dio algo así como "vacaciones" para poder cuidar a mi hermana y entregar algunos trabajos atrasados que tengo en la universidad.

Me senté en el living y vi mi celular, no tenía ni un mensaje ni de Matu, ni de Poché. ¿Dónde estás Poché? En ese momento tocaron el timbre de mi departamento.

¡YA VAN!- grité, dejé mi café en la mesa de centro y abrí, cuando me di cuenta de lo que estaba frente a mi casi me desmayo.

¡Calle!- Sofía se lanzó a mis brazos y yo solo podía abrazarla de vuelta, mi pequeña estaba bien y estaba en casa conmigo.

-Su doctor llegó anoche en uno de mis turnos y me dijo que estaba todo bien con ella y que podía irse a su casa cuando ella quisiera así que supuse que sería buena idea traerla aparte... Algo me dijo que anoche no dormiste mucho ¿o me equivoco?- Matu sabía lo que hacía, sabía jugar y dar justo en el punto

.-Muchas gracias- dije levantándome- en serio, justo iba saliendo para la clínica así que muchas gracias.

-De nada y bueno, creo que me iré, supongo que tienen mucho que conversar- Matu se dio media vuelta y caminó hacia el ascensor, no pude evitar mirarle el culo. Joder que culo tiene.

-Matu- hablé.

-¿Dime?

-¿No quieres pasar a tomar un café? No tengo que ir a trabajar y por lo que recuerdo tu turno terminó ¿o me equivoco?

-Si, si quédate- Sofía se veía muy feliz y era raro porque ella solo tenía esa clase de demostraciones conmigo y... Bueno, Poché.

-¿No les molesta?

-¡NO!- dijimos las dos al mismo tiempo.

Entramos a la casa y Sofía se lanzó al sofá a ver dibujos animados.

-Déjame y te ayudo con tu abrigo- Matu me dio la espalda y comenzó a desabrocharse lentamente el abrigo; cuando por fin se lo sacó por completo agarré la tela desde el cuello y comencé a bajarlo por sus brazos, rocé su piel y un escalofrío me recorrió por completo, noté que llevaba una blusa transparente con ropa interior negra... ese color...- lo voy a colgar detrás de la puerta.

-Bueno- Matu se sentó en uno de los bancos que había en la cocina y se preparó un café-¿Puedo verdad?

-Obvio, yo te lo iba a ofrecer pero por lo visto te adelantaste.

-Eres lenta Daniela- las dos reímos y nos sentamos una frente a la otra- ¿Cómo estás?- ¿Que clase de pregunta es esa?

-Para ser sincera no dormí mucho, de hecho nada- ella sonrió maliciosamente- ¿Por qué sonríes? No es bueno dormir. Si hubiera tenido que ir a trabajar hubiera estado de mal humor todo el día.

-¿Pero no lo estás verdad?- tomó mi mano y no la saqué ¿Qué me pasaba con esta chica? ¿Por qué me hacía sentir tan... tan bien? Claramente no se sentía como Poché porque ella se andaba escondiendo todo el tiempo y todo era raro a su lado, me sentía olvidada quizás por ella, pero había amor que era lo que importaba ¿no?- nos conocemos hace menos de una semana y sé que puede que después de esto salgas corriendo por esa puerta...

Ninfomanía (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora