*Amelia
Apenas la vi supe que era ella, no había dudas, no solo su cabello y sus ojos la delataban, sino también su actitud, aunque parecía estar apagada, como las pequeñas brasas de un incendio ya extinto que luchan por permanecer encendidas. Me acerqué a ella, parecía tan tranquila, estaba en su propio mundo, pero tuve que sacarla de él:
- Ahí estás roja – Le dije y ella abrió sus ojos, no estaba nada feliz de verme.
- ¿Qué no te dije que te metieras en tus asuntos? – Me respondió en un tono tosco, sin duda era ella.
- No seas así roja, solo vine para conversar – Replique tratando de sonar ofendida, aunque esa no era mi especialidad – ¿Puedo sentarme?
Esperaba que ella se negara o que me gritara y me dijera que me largara, pero ella se movió y me dio espacio para sentarme, tal vez la juzgue mal. Como sea, me senté a su lado con gusto:
- ¿De qué quieres hablar? – Me preguntó; no había duda de que era ella, pero debía estar segura, podría tratarse de una coincidencia, aunque ¿Qué posibilidad había? De todas formas ser cautelosa nunca sobra, en especial en este asunto.
- ¿Qué escuchas? – Pregunté al ver sus cascos, era una buena manera de acercarme a ella para asegurarme, además tengo que admitir que tenía curiosidad.
- Ten – Me respondió pasándome el aparato.
Me los puse y presioné Play y la canción empezó a sonar, la canción hablaba sobre la soledad, comenzó a sonar en el segundo estribillo, para después terminar en la tercera estrofa, la cual hablaba de cómo puedes ser feliz sin necesidad de depender de los demás, para al final terminar con la última repetición del estribillo, creo que después de escuchar la estrofa este era mucho más poderoso y simbólico que antes, tuve que luchar para contener las lágrimas:
- ¿Cómo se llama? – Pregunté mientras me quitaba los cascos y se los devolvía, con los ojos medio llorosos.
- Querida Soledad.
- Le hace honor a su nombre – Era cierto, el nombre le quedaba malditamente bien – ¿Cómo puedes escucharla completa sin llorar? – Estaba confundida e impresionada, era obvio que no era la primera vez que la escuchaba y no sería la última.
- Después de un tiempo te acostumbras – Me dijo como si no fuera la gran cosa, ahora si estaba sorprendida, era como si ella fuese de piedra – Aunque incluso la primera vez no me afectó tanto – Sentenció con un tono de indiferencia muy marcado, decidido: Esta chica es de piedra.
Hablamos de otras cosas, casi todas fueron para matar el tiempo, pero con cada una de sus respuestas me daban más información sin ella darse cuenta. Había estudiado el horario escolar, sabía que el timbre sonaría a las 10:10am y volvería a sonar a las 11:00am y quedaban 10 minutos, tenía que hacerle la pregunta ahora:
- ¿Crees en la magia?
*****
Hola queridos lectores y lectoras ya para finalizar quería decirles que este capítulo sirve como una presentación de un personaje que será de vital importancia en el futuro y el capítulo de hoy sirve como una pequeña probada de ese personaje, así podrán saber cosas como la personalidad de este personaje, pero este será el único capítulo que será narrado por Amelia, esto porque ella no es la protagonista y además tengo otros planes para ella 😏 ¿Cuáles son? Lo descubrirán muy pronto 😉😎, nos vemos la próxima semana, un abrazo a todos.
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Libro 1 | Saga Elementos | Fuego: La Hija del Fénix
FantasyJessica, cuya vida es una miseria, tendrá que dejarlo todo atrás para detener la guerra con los Oscuros. Ella es la Elemental de Fuego. Y deberá enfrentarse a quien llegó a considerar como su madre para reunirse con los Elementales restantes.