*Jordan
Al día siguiente justo a las 5:00pm llegamos a Washington D.C., exactamente como dijo Amelia. El autobús se estacionó en la zona de entregas de la estación de autobuses, bajamos del largo vehículo y entramos por una puerta que solo usaba el personal de la estación. Caminamos por un pasillo largo y entramos a la sala de espera de la estación de autobuses, fuimos directo a la salida y ya nos esperaba un taxi, al principio Jessica y yo nos sentimos desconfiados, pero al ver como Amelia y Amy se acercaban al carro y hablaban con el chofer, nuestras dudas se fueron casi por completo, casi. Subimos al taxi y partimos, me sentía nervioso cuando el auto arrancó y no era el único, Jessica estaba igual que yo, pero Amy nos aseguró que no había nada de que preocuparse, puesto que el conductor también era miembro de la Orden de la Luz, aun así no estaba del todo convencido y en medio de mi preocupación no me di cuenta de que habíamos llegado al hotel.
Era un edificio muy grande, según Amelia tenía unos 30 pisos, cada uno con al menos 10 habitaciones bien equipadas, algo sumamente impresionante, por como Amelia hablaba del edificio pude deducir dos cosas: La primera era que Amelia ya había estado aquí antes, y la segunda era que de una forma u otra los Iluminados estaban relacionados con el edificio. Cuando entramos a la recepción pude darme cuenta de que era típica de un hotel de 5 estrellas, pero al llegar con el recepcionista nos llevamos una sorpresa y mis sospechas se confirmaron:
- Sigues con el hábito de no regresarme las llamadas – Le dijo al recepcionista, era un hombre de color alto, vestía traje y corbata elegantes, levantó la vista y miró a Amelia con una cara de fastidio, pero al mismo tiempo de alivio – Eso te saldrá caro algún día anciano – Continuó Amelia sin cambiar su tono, esta chica no tiene respeto por los mayores ¿O qué?
- ¿Anciano? – Preguntó el hombre notablemente ofendido – Solo tengo 38.
- No te falta mucho Steve.
- ¿En qué te ayudo brisita? – Todos nos reímos por lo bajo, ahora tenemos algo con lo que molestar a Amelia.
- Necesito tres habitaciones, dos habitaciones individuales y una habitación para pareja – Respondió Amelia con fastidio en la voz, algo me dice que no será la última vez que "brisita" se moleste por eso.
- Lo siento Amelia, pero el hotel está casi lleno – Eso no me lo esperaba, para que un hotel de unas 300 habitaciones este casi lleno se necesita un pequeño ejército – Desde que la orden se enteró de que la Elemental de Fuego finalmente apareció han estado enviando a más y más gente para ayudar a contener y vigilar a los Oscuros, quienes han estado más activos que conejos en primera ¿Si saben a lo que me refiero? – Primero: Sí, sé a lo que se refiere. Segundo: Eso explicaba el porqué estaba tan lleno el hotel. Y tercero: ¿En serio era necesario dar el ejemplo de los conejos? ¿Soy el único aquí que le vio el doble sentido? – Las 5 Estrellas no nos han dejado descansar y como este es uno de los pocos hoteles seguros para Iluminados pues no es de extrañar que se haya llenado tan rápido – Si los Oscuros están aquí, eso vuelve la situación más complicada y crítica que antes – Aun así, no creo que los hayan seguido desde Kansas City si vinieron por la ruta segura, nos quedan dos habitaciones libres, cada una es para dos personas.
- Las queremos – Dijo Amelia sin titubear.
- Bien – Respondió el tal Steve y nos pasó las tarjetas y las llaves de las habitaciones – Las puertas usan cerradura electrónica, pero hay algunas cerraduras en el interior de la habitación, para eso son las llaves, asegúrense de no perderlas – Debo admitir que es bastante práctico de esa forma – ¿Debo asumir que esos dos necesitan entrenar? – Preguntó mientras nos miraba con una ceja levantada.
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Libro 1 | Saga Elementos | Fuego: La Hija del Fénix
FantasyJessica, cuya vida es una miseria, tendrá que dejarlo todo atrás para detener la guerra con los Oscuros. Ella es la Elemental de Fuego. Y deberá enfrentarse a quien llegó a considerar como su madre para reunirse con los Elementales restantes.