Libro 1 | Saga Elementos | Fuego: La Hija del Fénix

Capítulo 16: Una situación delicada explota

*Jessica

La situación era tensa y la actitud de Amelia no ayudaba para aliviarla. Entendía lo que trataba de hacer, pero ya no se podía ocultar más, Jordan estaba muy involucrado en esto, ya no se podía esconder todo este asunto. Antes de darme cuenta Jordan se levantó de la cama y fue hasta donde estaba Amelia, encarándose a ella con una mirada que parecía lanzar chispas. Era igual de alto que ella, la miraba directo a los ojos y la tensión se podía cortar con un cuchillo, todo esto era casi como una de aquellas escenas en películas que vienen justo antes de una pelea, solo se necesita un movimiento de alguno para que empiecen los golpes, y Jordan hizo el primer movimiento:

- ¿Qué está pasando? – Su voz desprendía ira, pero era comprensible, sé cómo se siente el no saber qué está pasando, el miedo y la impotencia te ponen furioso y eso mismo le está pasando a Jordan.

- Acabo de responderte – Le dijo Amelia sin cambiar su postura en lo más mínimo – No puedo permitir que te involucres más en esto – Sentenció y pude notar como Jordan se enfurecía todavía más, Amelia no estás ayudando.

- ¡ELLA ES MI HERMANA! – Gritó con una furia desmedida, prácticamente le escupió las palabras.

- Tu hermana me está siguiendo por su propia voluntad.

Dichas estás palabras Jordan volteó a mirarme de reojo y pude ver en sus ojos lo que estaba pensando "¿Estas con ella?", "¿Qué está pasando?", pero lo que realmente me lastimaba era: "¿Por qué no intervienes?". Y yo no sabía qué responder, era una sensación que me partía el corazón, me dolía el no poder responder, el no poder responder me dolía en el alma. Seguro Jordan se siente traicionado, tal vez hasta está pensando en que me lavaron el cerebro y eso me partía el corazón en toda la extensión de la palabra.

Regresó su mirada a Amelia y ahora estaba mucho más furioso que antes, lo que no me esperaba era que empezará a cerrar sus puños y a apretar sus dientes hasta hacerlos rechinar, Jordan era una bomba a punto de hacer explosión, pero yo no podía hacer nada para detenerlo:

- ¿En qué no debo involucrarme exactamente? – El miedo y la ira eran palpables, Jordan estaba entrando en cólera.

- Ya no puedo decirte más – Fue todo lo que Amelia respondió y fue suficiente.

Jordan lanzó un puñetazo directo al rostro de Amelia, quien logró esquivarlo sin parpadear, pero entonces lanzó otro puñetazo que Amelia no logró esquivar y tuvo que bloquearlo agarrando el puño de Jordan a escasos milímetros de su rostro. Sorprendentemente ella no se estaba esforzando en nada. Jordan no era un deportista y no se ejercitaba, pero no era un escuálido o un debilucho, tenía una fuerza considerable, pero Amelia lo estaba conteniendo sin mucho esfuerzo. Jordan le lanzó otro puñetazo lleno de furia y desesperación, pero de nada sirvió porque Amelia también lo bloqueo, ya con ambas manos quietas Amelia dio un salto y le asesto un fuerte rodillazo en el mentón, solo para después retorcerse hasta envolver sus piernas en el cuello de Jordan, doblo su espalda en un arco que le permitió plantar las manos en el suelo y luego lanzó a Jordan en esa dirección, le estaba aplicando una llave alrededor de su cuello. Ella acaba de someter a un muchacho de unos ochenta kilos en cuestión de segundos, Amelia estaba en otro nivel.

No podía moverme en ese momento, estaba abrumada, tanto por la demostración de fuerza y destreza que estaba viendo, como por la situación que se estaba desarrollando, todo esto me había abrumado. Un día soy una adolescente "normal", y al siguiente me entero de que tengo que irme a Nepal, que no soy del todo humana, que soy una especie de "Diosa del Fuego", que tengo a la mítica Ave Fénix dentro de mí, luego me entero de que hay otros cuatro chicos como yo y una de ellos está frente a mí haciéndole una llave a mi hermano: