Epílogo

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*Jessica

Finalmente llegamos, después de todo lo que tuvimos que pasar, después de todo lo que tuvimos que sufrir, finalmente llegamos al templo. Bajamos las escaleras y pasamos por unas puertas enormes que estaban adornadas con un extraño símbolo hecho completamente de plata, era un círculo que tenía diferentes figuras talladas, figuras que representaban los elementos naturales, pero en el centro había dos figuras que no pude identificar, una parecía ser una estrella y la otra no sabía que era, me daba la impresión que era una mancha que quería consumirlo todo, pero no tenía idea de cómo sabía eso o de porque me daba un mal presentimiento esa figura, pero sentía que era importante. Nada más cruzar esas puertas pude sentir una calidez que jamás en mi vida había sentido, era como estar en casa, como estar en mi hogar, era raro, en los quince años que estuve viviendo con mi madre y mis hermanos en Kansas City jamás sentí algo parecido a esto, aquí me siento segura, a salvo, jamás me sentí de esa manera estando en Kansas. Una pequeña lágrima cayó por mi mejilla y Amelia me la limpió con suavidad, tomé su mano y caminamos así el resto del camino.

Pasamos por varios lugares, conociendo un poco la zona para familiarizarnos con el lugar. Estaba muy impresionada por lo grande que era todo, la gente era amable y gentil con los demás, los niños corrían y saltaban por todas partes, parejas de todo tipo paseaban tomadas de la mano, a veces incluso se daban cariño y besos debajo de un árbol, juro que si estoy soñando y alguien me despierta voy a convertirlo en cenizas, el lugar era increíble, pacífico, no había estándares raciales, no había discriminación, era la clase de lugar en donde quieres vivir toda la vida.

Seguimos caminando un rato más, pero después nos encontramos con una chica y un chico peculiares, la chica vestía con una polera de mangas largas de color amarillo limón, unos jeans marrones y usaba unos zapatos de marca Converse, era una chica de mi altura, con cabello ondulado de color negro, pero lo que más llamaba la atención eran sus ojos. Ella sufría de heterocromía así que sus ojos eran de colores distintos, su ojo izquierdo era de un azul claro, mientras que su ojo derecho era de un amarillo anaranjado, era algo increíble de ver:

- No te le quedes viendo tanto roja o voy a sentirme celosa - Me dijo Amelia en un susurro, sabía que estaba bromeando, pero igual me sonrojé.

Volteé a ver al chico que la acompañaba y pude darme cuenta de que era todavía más resaltante. Era rubio, pero tenía algunos mechones de color azul recorriendo todo su cabello, al igual que sus ojos, los cuales tenían un iris de color amarillo y las pupilas eran de color azul, sentía que ya lo conocía, como la primera vez que vi a Amelia, la conexión que ambos tenían con la Energía de la Naturaleza era muy intensa, pero la conexión del chico era la más peculiar y la más intensa, era un Elemental como nosotras, Amelia se acercó a la chica en silencio y le cubrió los ojos por la espalda:

- ¿Quién soy? - Le preguntó con un tono infantil que me pareció gracioso.

- La más fea de la orden - Le respondió la chica siguiéndole el juego a mi novia quien se separó de la chica y esta le dijo - Hola, Amelia.

- Hola, Eve - Le dijo para después darle un fuerte abrazo, así que ella era Eve. Después de casi ahogar a la pobre chica vinieron las presentaciones - Eve te presentó a Amy, su novio Jordan y a Jessica, la Elemental de Fuego y mi novia - Al instante me puse algo roja, pero creo que los más sorprendidos eran Eve y el chico que la acompañaba.

- Diablos, amiga - Dijo asombrada y con una sonrisa sarcástica - Sabía cuáles eran tus gustos, pero no pensé que te enrollarías con la Elemental de Fuego - Bromeó un poco mientras que la sorpresa pasaba.

- Ya me conoces Eve, soy libre cuál pájaro en vuelo - En aquel momento el chico que acompañada Eve carraspeo un poco su garganta, sacando a Eve de su burbuja.

Libro 1 | Saga Elementos | Fuego: La Hija del FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora