Capítulo 21: Adiós Kansas City

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*Jessica

Me costó toda mi fuerza de voluntad para no vomitar, la escena era grotesca por decirlo menos, sé que lo dije antes, pero lo diré otra vez: Parecía una escena sacada de alguna película de Saw. Todo el que haya visto al menos una de esas películas sabe que las muertes son espantosas y sangrientas, pero la realidad siempre supera a la ficción. Sentí una mano en mi hombro que casi me saca el corazón del pecho, volteé asustada a ver y me encontré con esos hipnóticos ojos blancos, ella me extendió la mano y yo la acepté:

- ¿Fuiste tú? – Pregunté mientras me levantaba con la ayuda de la chica albina, aún tenía el corazón golpeando contra mi pecho con ganas de salir, pero logré formular otra pregunta – ¿Cómo?

- Aire comprimido, una técnica sencilla pero letal, aunque aún no la domino del todo.

- ¿No que era sencilla? – Pregunté casi indignada, me molestaba que cada vez que explicaba algo se contradecía a sí misma.

- Estaba aprendiendo a usarla cuando me enviaron aquí, aún me falta entrenar – Dijo con algo de vergüenza, pero de la vergüenza pasó al enojo y la incomprensión – Creíque no saldríamos del hotel hasta que llegara el autobús – Debo decir que el enojo era muy palpable.

- ¿Cómo iba a saber que nos atacarían a plena luz del día? – Contraatacó Amy.

- No sirve de nada discutir ahora – Intervine antes de que alguna pudiera continuar, mi corazón apenas había vuelto a su sitio, pero alguien debía hacer algo, lo último que necesitamos es que todo el grupo se ponga a discutir – Ahora saben en dónde estamos y vendrán más de ellos, debemos irnos cuanto antes – Continué tratando de no hacer ver que estaba asustada, algo que me era muy difícil. Volteé a ver a Amelia y le pregunté en ese mismo tono – ¿Cuándo nos vamos?

- Afortunadamente, el gerente de la estación me debía un par de favores – Dijo con algo de sarcasmo y orgullo ¿Cómo podía estar tan tranquila después de haber matado a alguien así? – El autobús sale en dos horas, tomará un atajo por una vía secreta de la orden y llegaremos mañana a las 5:00pm – Explicó Amelia aún en tono tranquilo, tal vez Amy y Jordan no lo notaron, pero para mí era obvio que Amelia también estaba afectada por haber matado a esa mujer y luchaba para mantenerse concentrada.

- ¿Qué estamos esperando? – Preguntó Jordan tratando de animar el ambiente y alejar esos ánimos de funeral que había en el aire.

Llegamos a la recepción en diez minutos, Jordan y yo nos quedamos en el vestíbulo mientras Amy y Amelia iban a buscar las maletas, sin dudas tendremos que ir de compras cuando lleguemos a D.C. Dos horas, en solo dos horas abandonaremos el estado y en dos semanas nos iremos del país y del continente para empezar una nueva vida, ahora me pregunto ¿Acaso el destino quería esto? ¿Por qué tenía que ser yo la Elemental de Fuego? De todas las personas en el mundo ¿Qué me hacía tan especial?:

- Es raro – Dijo Jordan de repente sacándome de mis pensamientos y dejándome confundida – Después de todo y en medio de sus delirios, mamá tenía razón al decir que tus ojos y cabello no eran de este mundo.

- Lástima que lo interpretó mal – Me daba lástima el hecho de que ella esté muerta, y más lástima me da al pensar que John y James también tuvieron que pagar ese precio tan alto.

- Aunque debo decir que el blanco y el gris no son tu estilo – Bromeo sobre mi atuendo, yo solo me reí al darme cuenta de que tenía razón.

- Amelia dice que iremos de compras al llegar a D.C.

- ¿De dónde saca el dinero?

- Ni idea – Aunque debo admitir que me da curiosidad.

Justo en ese momento llegaron Amy y Amelia con una maleta grande cada una. Apenas llegaron a nuestro lado Amy fue hasta Jordan y se besaron, fue algo corto, pero se notaba que ambos lo necesitaban. Debo admitir que me siento algo celosa. Jordan tuvo el valor de romper las reglas y desafiar las creencias de nuestra madre y pudo encontrar a una chica que amar con locura, mientras que yo me resigné y me arrastre en la mierda y los insultos por 15 putos años, me siento feliz por mi hermano, pero no voy a negar que también siento algo de envidia.

Después de ese breve momento en el que me rebaje al nivel de la mierda, entregamos las llaves de las habitaciones y partimos a la estación de autobuses y esperamos unos minutos a que Amy comprara comida, si vas a viajar por 15 horas en un autobús obvio te dará hambre. Oímos por los altavoces la última llamada para abordar el que se suponía era nuestro autobús, en lugar de pasar por la puerta de embarque como el resto de los pasajeros, pasamos por una puerta que se suponía que solo los empleados de la estación podían usar. Al cruzar por aquella puerta llegamos a la zona de entregas donde nos estaba esperando un autobús largo, con ruedas gruesas y pintura de camuflaje estilo militar, nos esperaba un hombre vestido de traje y corbata al cual Amelia le dijo:

- Bueno si alguien pregunta diremos que vamos a un reformatorio militar – Dijo con ironía y sarcasmo.

- Servirá para perderse en la ruta – Respondió el hombre con algo de fastidio y sarna – Hay 5 ocupantes a aparte de ustedes y también son parte de la orden, todos manejan algún elemento excepto el conductor y su relevo, en total 7 personas más ustedes cuatro – Explicó casi en carrerilla dejando una pregunta en mi cabeza ¿Se puede ser un Iluminado sin la habilidad de manejar un elemento? – Tienes suerte de que hayan estado aquí de lo contrario tendrían que haber tomado el autobús regular, ahora estamos a mano – Esto lo dijo con algo de rabia, pero al mismo tiempo se notaba aliviado por librarse de esa deuda.

- Si, pero ambos sabemos que no estaremos así para siempre – Le dijo Amelia con sarcasmo.

- Váyanse ya – Dijo mientras hacía un ademán con la mano para que avanzáramos, el tipo era todo un cascarrabias – Cuídate mucho Amelia.

- Tu igual Peter.

Finalmente subimos al autobús, era bastante largo y había varios asientos ocupados, el relevo del conductor estaba sentado en el asiento del copiloto, el conductor en turno ya estaba en su asiento listo, los otros cinco pasajeros estaban repartidos a lo largo de todo el lado derecho del autobús, en dónde estaban las puertas. Nosotros tomamos los asientos del medio en el lado izquierdo del vehículo, yo me senté en el lado de la ventana y Amelia en el lado del pasillo, Jordan y Amy se sentaron detrás de nosotras, siendo Amy la que tomó el asiento de la ventana y Jordan el del pasillo.

No pasó mucho tiempo para que el motor se encendiera y el autobús empezará a rodar por el camino, antes de salir de la estación miré por la ventana y recordé mi vida aquí en Kansas City, en los 15 años que viví aquí solo logré cosechar muchos momentos felices, y ahora sé que los pocos momentos que pensé eran felices, en realidad no valían nada, una buena parte de ellos estaba muy enterrada en mi memoria y el resto solo se remontaba hasta hace unos pocos días, todos los demás son una mierda, el maltrato psicológico de mis difuntos hermanos, mi madre tratando de asesinarme, la traición y secuestro de Lucia. Ahora que vamos a salir de la ciudad y del estado me doy cuenta de que solo me arrepiento de tres cosas: La primera es haber confiado en esa perra de Lucia, la segunda es haber matado a mi madre, ella podrá haber sido la peor mierda de todas, pero a final de cuentas era mi madre, y la tercera es el haber involucrado a Jordan en esto. Finalmente el autobús salió de la estación y al cabo de unos minutos pasamos por el letrero que marcaba nuestra salida de Kansas City, acabo de abandonar mi hogar y no me arrepiento de hacerlo, de hecho, me siento feliz por ello.

*****

Bueno aquí les dejo otro episodio, solo faltan dos episodios más para que se estrene el prólogo de La Hija del Grifo. Falta muy poco espérenlo con ansias ⌚😉.

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Libro 1 | Saga Elementos | Fuego: La Hija del FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora