Cap. 51 Nosotras mismas

859 45 4
                                    


POV Daniela:



El día había pasado increíblemente bien, hace 3 días que Alex había insistido en solucionar todo con Poché, lo que me llevo a invitarla un día.

Mismo día que Poché había parecido sobrellevarla y solucionar aquella pelea en el bar y aquella otra pelea por la cual había empezado todo este desastre.



¿Qué había sucedido con aquel vestido que había comprado? Lo guarde bajo llave con la finalidad de entregárselo el día que realmente estaba segura de lo que diría, las flores se las había entregado esa misma noche cuando pase por ella, recordándole lo maravillosa que era tenerla como mi novia en la que una pequeña carta logre expresarle todo lo que ella me hacía sentir.



La noche se acercaba y junto con ella la luna se asomaba en una nueva luna llena, ritual en el cual Poché y yo sabíamos que significaba perfectamente, ella aun no regresaba y no tardaba mucho en regresar, sabía que esta noche seria especial.

Ansiosa le mande un mensaje indicándole que cuando llegara se preocupara por subir a su habitación sin buscarme.

Torpemente subí las escaleras mientras buscaba la llave de aquel closet al que únicamente yo tenía acceso, no es que dudara o desconfiara de Poché pero todas las pequeñas sorpresas se encontraban en ese espacio.


Rápidamente corrí a la florería más cercana y compre una de sus flores que más le gustaban, las gardenias para ser exacta.


Una vez más subí las escaleras a la velocidad de la luz, mientras arreglaba aquel vestido tendido sobre su cama en conjunto de las flores que llevaban un pequeño recado.

2La noche es perfecta, como tú, te veo abajo en 1 hora, te amo"

Me dispuse a preparar rápidamente la cena, mientras arreglaba nuestra mesa en una que convirtiera una velada especial, junto a la visita de la mami de poché en presentación de aquella luna que jamás habíamos visto de esa forma, en la que brillaba de una manera mucho más especial.

Finalmente, subí y tome una ducha dejándome con 20 minutos para arreglarme y realmente no fue difícil ya que mi look era algo más natural, lo necesario para esa noche.

Escuche como se abría la puerta y con ella a una novia hermosa dirigiéndose como le había ordenado.

Salí un poco después de que ella se encontrara en su habitación, lista para dar el toque final encendiendo aquellas velas en la mesa, donde estaba segura que era lo próximo a decir.

Baje sin hacer mucho ruido y las encendí, serví la cena mientras tenía esa hora en lo que poché estaba lista.

Escuche abrir su puerta y una Poché muy distinta con un color vino tinto como prenda en su cuerpo la hacía lucir única, detalladamente, como si aquel vestido únicamente pudiese ser usado por ella.

Bajo las escaleras mientras le ofrecía mi mano para evitar que cayera, se veía realmente hermosa, ese cabello ondulado me había vuelto loca y solo podía asegurar que era perfecta, era para mí y quería que así fuese siempre.


La cena transcurrió con normalidad, uno de mis vinos más especiales que jamás había abierto fue testigo de aquel delicioso sabor dulce que quería compartir únicamente con ella.


La noche es para amar, ella es para que yo la ame.


Habíamos terminado, mañana me encargaría de lavar todo y limpiar, esta noche quería que fuésemos de una manera nuestra, entregándome yo a ella y ella a mí.

Subimos tomadas de la mano acomodando aquel cambuche en el balcón mientras una pequeña luz tenue de nuestra habitación, na vela y aquella copa de vino nos iluminaban.

La luna por alguna razón se mostraba únicamente para nosotras, dándome el paso a decirle lo que hace mucho quería decirle, pero no me había permitido hasta que sintiese que era el momento correcto, y el mismo era esta noche.

-Amor, necesito decirte algo.- dije torpemente mientras ella me abrazaba cuando estaba recostada sobre su pecho.

-Dime amor que ocurre.- trazo mi mandíbula con la yema de sus dedos.

-Quiero decirte que, eres la mujer más maravillosa, que muchas veces no se expresarte en palabras lo que mi corazón siente porque lo que siente es un fuego que arde, una chispa de la cual tu encendiste y ambas nos encargamos de propagar, quiero decirte que aun en los malos momentos yo voy a estar contigo, porque me estoy entregando a ti, de la manera más transparente, con una Daniela Calle totalmente rendida ante ti y con el corazón en la mano te digo que te amo, que te necesito cada maldito segundo de mi vida, que mi vida no vale nada si tu no estas y que aunque el destino alguna vez nos separe, sé que el mismo hará que nos encontremos en esta y en otras 10,000 vidas mas, donde cada sonrisa lo vale si es por ti o de ti.-

Ella lloraba, mi corazón se había abierto jurándole amor eterno, jurándole que siempre estaría con ella, que la protegería sobre todo, que mi única prioridad era llegar juntas a aquel futuro en el que nos comeríamos al mundo si queríamos porque eso éramos, juntas somos dinamita preparada a explotar ante todo.

Se recargo sobre mi cabeza donde ella también me juro amor eterno, donde prometió que cada día de esta vida se dedicaría a cuidarme y protegerme, a amarme como únicamente ella sabía y que solo ella podría tener todo de mí.

Yo era de ella, ella era mía, su corazón me pertenecía y mi corazón le pertenecía y si una vez más volvíamos a encontrarnos en otra vida, en otro planeta o en otra galaxia, yo la seguiría a todas partes, la encontraría donde fuera que ella se encuentre.

Un beso debajo de aquella luna fue el juramento sellado, un beso que únicamente nosotras sabíamos controlar y que realmente lo quería hasta que muera por ella, cada suspiro es para ella y cada aliento de mi alma le pertenece.


Yo con ella a donde fuera, peleando contra quien fuera y amandonos como solo nosotras sabriamos hacerlo.


El punto importante aqui es que somos ella y yo, juntas, hasta viejitas y inclusive mucho mas lejos

No olvides seguirme

Twitter: @CacherWolf11 

Strangers CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora