POV Daniela:
Solo han sido 5 días de que habíamos decidido terminar aquella relación, 5 días que se han sentido como un verdadero infierno, sé que si no fuese porque estamos juntas al menos en la casa para ninguna de las dos hubiese sido positivo alejarnos.
Mi mente aun pensaba si había hecho lo correcto, ya que no lo sentía como tal, quería volver a sentirla entre mis brazos pero las cosas no eran así, ella tenía que sanar y arreglar aquella confusión mientras yo tenía que sanar después de aquella que para mí significaba traición.
La amo como no tienen una idea, por las noches ella dormía en otra habitación porque era una tortura el primer día, el caso tampoco era que se fuera de casa cuando realmente jamás le comentamos a nuestros padres lo que sucedía.
Queríamos mostrarnos maduras donde podíamos demostrar que podíamos llevarnos relativamente bien.
No pueden tener una idea de lo mucho que la extraño, de lo cuanto me arrepiento que no la deje explicar todo cuando ella realmente tampoco podía explicárselo a ella misma.
Este día era realmente un martirio, era uno de esos días en la que sientes que tu corazón quiere irse detrás de aquella historia de amor que creíste seria para siempre, pero que simplemente tu mente no te deja hacerlo.
Quería que este día cambiara y no hablaba exactamente de regresar tal cual idiota detrás de ella, simplemente porque no me sentía bien, no me sentía yo, me sentía perdida, fuera de mi orbita donde mis instintos solo me decían que me alejara.
Una pequeña voz en mi interior me decía que perdonara a Poché y que tal vez eso haría que me sintiera bien, pero otra voz se dedicaba a decirme que sería muy estúpido ya que no habría entendido la lección que la vida se estaba encargando de darme.
No quería pensar más en este día, en mi mano aún conservaba aquellos anillos, señales de la promesa que nos habíamos hecho, observe el segundo que me dio detalladamente, donde jamás había visto que un "tú y yo" se mostraba al interior de aquel aro.
Ver eso me volvió a destruir, mis lágrimas comenzaron nuevamente al caer y esta vez, me encontraba sola.
La soledad jamás es buena compañía cuando te encuentras devastada, te hace creer mil cosas que no lo son y que insiste en hacerte mierda por dentro y por fuera y eso era algo que no entendíamos.
Mi cabeza comenzó a doler por todo lo que estaba pasando, en este momento odiaba tanto tener a mi papá lejos, odiaba tener a mi mamá lejos, odiaba que toda mi familia se encontrara en Bogotá y odiaba más el hecho de que ahora mi puerto seguro fuera destruido por un Tsunami, Poché se había convertido en aquel puerto y ahora sin ella me siento a la deriva.
No podía más conmigo, decidí salir y dejar de una vez aquella tristeza así fuese 5 minutos.
Subí a mi auto, no tenía ni menor idea de a dónde ir cuando mi mente por fin reacciono y llamar a la única persona que por ahora sentía confianza.
-Alex, buenas noches.- trate de sonar lo más tranquila posible.
-Hey! Dani! ¿Qué pasa?.- saludo ella de esa manera tan fresca de ser.
-¿Puedes ir conmigo?.- pregunte sabiendo que no diría que no.
-¿A dónde?.- pregunto ella con cierta duda.
-No lo sé, al lugar que tú quieras.- asegure.
-Pasa por mí en 20 máximo.-
Mismo tiempo que tardaba en llegar a su casa, sabiendo esto, puse el auto en marcha, dejando mi mente limpia únicamente para tratar de pasar una linda noche, dejando de lado un momento aquellos sentimientos negativos.
Me deje perder en aquel sonido de gente, del ruido de los autos y de la ciudad, dejándome en sorpresa cuando note que había llegado a la casa de Alex.
Alex parecía esperarme, salió de un brinco de su casa y eso era lo que me agradaba de ella, esa felicidad tan única que podía brotar de ella, esa energía que necesitaba me cubriera un poco.
Ansiosa subió a mi auto mientras volteaba a la parte de atrás, haciendo una pregunta que me dejo perpleja.
-¿Dónde está Poché?.- obviamente nadie sabía lo que había sucedido.
Mis ojos comenzaron a nublarse a lo cual ella se dio cuenta y solo me abrazo, siendo lo único que necesitaba en ese momento, mis lágrimas habían comenzado a caer.
Cuando decía que ella se había impregnado a mí como un tatuaje dorado no bromeaba, realmente era alguien que me acompañaría el resto de mi vida.
-Hey, tranquila, ¿Te parece si vamos por unos perros calientes? Junto a un refresco de mandarina que te aseguro te levanta el ánimo y para que tengas felicidad 100% un helado de vainilla con chocolate.- dijo mientras ponía el auto en marcha.
-Suena perfecto.- y desde aquí es que aquella obsesión con esta comida se había puesto en mi vida por siempre.
Habíamos llegado a uno de esos lugares que te venden comida chatarra mientras ella aseguraba que jamás comería unos hot dogs como los de aquí, ¿Por qué? Ella decía que estos hotdogs tenían algo que los demás no y esa sorpresa me lleve cuando observe que le colocaban papas fritas pequeñas arriba de estos.
Definitivamente jamás los había probado y esa comida era totalmente chatarra, algo que sinceramente me había gustado.
Tal como ella lo había dicho, jamás probaría algo tan delicioso como aquellas tres cosas.
Entre risas, nos sentamos en un andador observando cómo la gente caminaba y se preocupaba por lo de siempre, la economía, sus trabajos y su familia.
Note que el mundo transcurría con normalidad y yo estaba perdiéndome estos 5 días de aquel mundo.
Teníamos una plática tan tranquila que hacía que me sintiera bien, puedo jurarles que si mi corazón no estuviera atado a María José, definitivamente me daría una oportunidad junto a Alex, tenía una esencia parecida a la de Kiara que por cierto, ahora sabía que le estaba yendo excelente y eso me llenaba de alegría.
Alex, se preocupó por preguntarme como seguía a lo que tuve que contarle lo que había sucedido con Poché, creyendo que se molestaría al contrario pareció guardar respeto y no decir nada, dándome únicamente su apoyo y que fuese lo que fuese no dudara en llamarle.
La noche transcurría y no quería regresar pero teníamos clases, cuando menos acordamos eran la 1 am, tarde para la hora que nos levantábamos así que decidí llevar a Alex a su casa.
De regreso solo platicábamos que estábamos a nada de graduarnos y que era muy curioso que después de esto la vida seria de adultos, una idea que pronto me comenzaría a llenar de nuevas aventuras.
Finalmente la había dejado en su casa, ella solo se despidió con un movimiento con su mano y observando que entrara a su casa regrese a la mía.
Entre sin hacer ruido aunque Ramón no me ayudaba ya que estaba ladrando cuando apenas escucho el auto o mis llaves en la cerradura de mi puerta.
Algo llamo mi atención ya que observe que Poché prendía la luz de las escaleras y bajaba.
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Strangers Caché
Romance"Hasta que nos volvamos a ver" Fanfic inspirado en Caché (Calle y Poché) de todo! Amor, Drama,Celos, Peleas, Smut!! Prohibida su reproducción total o parcial.