Strangers Caché

Cap. 55 Escribirle al alma

POV Calle:

Aquella chiquita de pelos azules bajaba por aquellas escaleras mientras prendía la luz.

Una mirada de molestia se asomó en aquellos ojos aceituna y a una Poché algo molesta bajaba con los brazos cruzados.

Preste atención a sus rasgos, la última vez que había visto aquello fue cuando fuimos a aquella fiesta mientras ella quitaba a Alex de mí.

Mi mente pareció conectar al recordar la hora en que llegaba ¿Y si ella sospechaba algo de Alex? Bien era cierto que solo la toleraba por mí.

Mi mente pareció conectar al recordar la hora en que llegaba ¿Y si ella sospechaba algo de Alex? Bien era cierto que solo la toleraba por mí.

-¿Qué horas son estas de llegar Daniela?.- dijo con un tono verdaderamente molesta.

Me dio miedo en cierta parte el cómo me observaba, como si fuera una pequeña que la regañaba su mamá al ser descubierta cuando hacía algo incorrecto.

-Salí con Alex.- dije lo más natural que pude.

-¿Y porque con ella? ¿Qué no entiendes que no me cae bien?.- dijo a lo cual una sonrisa sarcástica salió de mí.

-Maria Jose, tú de verdad no tienes cara de reclamar, te recuerdo que la que hizo que terminara fuiste tú.- dije fríamente. –¿O te tengo que recordar lo que hiciste con aquella?.- dije sin medir el tono en que dije aquellas palabras.

Ella pareció reaccionar ante esto, donde observe como las lágrimas volvían a caer de su rostro a diferencia de que esta vez no flaquee ante aquella imagen, esto no lo había buscado yo.

-Lo que haya sido Daniela, estoy arrepentida y te recuerdo que estoy haciendo lo que pueda para que tú y yo estemos bien.

-No, las cosas no son así, no supongas que con un perdón se arreglan todas las cosas, tú tomaste la decisión y yo solo te seguí la conversación esa noche.-

Y ahora entendía algo, mi vida ya no era su vida, fui lo que ella quería y que ahora, solo necesitaba mi mente tranquila, una estabilidad emocional que esto no me estaba ayudando, no soy un juguete nuevo con el que ella pueda jugar, ya no estoy para estos juegos y mucho menos soy la última opción de alguien y aunque llore no voy a dejar de pensar que terminar era lo más correcto.

Ya no sería la tonta de la última vez.

Ella no era la única que la estaba pasando mal y créanme que cuando les digo que quería regresar y abrazarla eran inmensas esas ganas, al final de cuentas ella tuvo y tiene todo de mi.

Mi mente regreso a imaginar todo aquello que tenía al imaginarla con alguien más y solo lograba volver a lastimar, pero, si ya no sentía amor por mí, si en verdad no lo sentía, sería muy injusto que siguiera fingiendo que ya no era.

Quería que ella me disculpara por terminar la relación, en la que talvez más adelante entenderíamos que lo de nosotros fue Magia, pero ahora no me siento yo, no me siento como una Daniela Calle segura, talvez pueda sentir un poco de lo que me dio cuando me beso por primera vez, un pensamiento vino a mi mente.

La soledad hizo un llamado y ella tenía llamadas perdidas.

Me mantuve parada ante ella, mientras ella cada vez se acercaba mucho más, a una distancia peligrosa en este momento.

Lo siguiente que paso, fue como si hubiese corrido en cámara lenta:

Me intento besar.

La aleje.

Me aleje.

Ella gritándome.

-Tu eres mía Daniela!!! No es muy difícil de entender! ¿Por qué de una jodida vez no puedes pensar como alguien de tu edad?.-

Y ahí estaba una vez más, ella no pensó en el daño que había hecho, no pensó en que mi ser estaba destruido y eso fue algo que ambas habíamos ocasionado, solo sabía que los "Te Amo" me los guarde en el fondo de mi pecho.

Un juramento con mi corazón fue el que firme, un amor eterno que sobrepase donde tantos besos los guardo como trofeo.

Recordé todos los momentos con ella mientras la observaba alejarse por aquellas escaleras llorando.

Recordar ahora hacia que sangraran mis heridas, sentía aquel ardor en mi corazón, como esas veces que te aseguran que el corazón duele cuando se trata de nuestros sentimientos, un dolor que estaba recién empezando, sé que el tiempo cobra todo y me estaba cobrando factura muy alta, yo salía perdiendo y en medio de aquella tormenta forme mi propio cautiverio, como si ahora un cementerio fuera aquel amor.

Una tumba que estaba sellada y que cuando alguien la abriera conocerían el eterno amor que tengo por aquella chica.

No quería subir, no quería dormir, me sentía mentalmente cansada, triste y jodida como jamás en el mundo me había sentido.

Pensaba en aquellas palabras que me dijo antes de que subiera, ¿Yo era suya? Si hubiese sido así jamás confundiría los sentimientos con alguien más ¿O sí?

No sé quién esté pasando por este momento como yo, pero solo puedo asegurarle a aquellas personas que el amor es algo muy valioso que podemos tener y que jamás llamemos error a alguien que alguna vez llamamos amor.

Lentamente me quedaba dormida en el sillón al que me acercaba sin notarlo, mi cuerpo caminaba como si fuera por inercia y mi mente viajaba a Poché en cada momento con ella.

Y aun cuando el destino nos separó, sabía que ella no mentía en alguna manera, observe mis anillos donde en un momento quería arrancarlos pero mi corazón no lo permitía, se aferraban a aquella chica y los recuerdos.

Mientras estaré tranquila y buscare testigos porque tú no mientes y dijiste que algún día te casarías conmigo.

Sentí mi respiración regularse y con aquello mi último suspiro antes de quedarme dormida en aquel sillón, donde no quería subir ya que sabía que probablemente terminaríamos discutiendo o en el peor de los casos, yo perdonándola y ese no era el caso.

Estaba triste y la extrañaba, no podíamos jugar con Cupido de esta forma pero como tal dije, si el destino nos separo era por algo y si nos volvía a juntar era porque amor estaba merecido para pertenecernos la una a la otra y juro que si llega a pasar eso, aquel amor sería totalmente protegido, un amor que será eterno para nosotras, el problema era... ¿El destino nos quería juntas de nuevo?

Y con ese pensamiento fue que me quede dormida, con la idea de que tarde o temprano todo lo malo terminaba y daba inicio a otra historia, no puedo asegurarles que la esperare cuando ni yo misma se si en este momento puedo volver a tener una relación, ya que a ella la había amado y la amo con todo mi corazón, pero me amo a mi misma y sé que esto es lo que merecemos, una nueva lección de vida.

Desperté en la madrugada, pensando en todo lo que había sucedido con una decisión clara, algo que probablemente estaría mal, pero no tan mal como para darme la oportunidad de sanar.

Comencé a escribir.... Y esto, cuando menos lo pensara... iba a ocurrir.

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