Ellbereth Stark; la heredera de un gran imperio, pero también de una fuerte voluntad como la de su padre. Juntos eran el dúo perfecto, hasta que una amistad la hizo cambiar de perspectiva de su vida tan prometedora. Tuvo que sacrificar los diamante...
Conseguir las "Alas" de Sam fue muy sencillo. Entramos, salimos y nadie lo notó. Ahora me encontraba en la azotea de un edifico esperando a Sam, quien traería con el al oficial de SHIELD. Steve y Natasha se encontraban abajo esperándolos. Que en realidad no tardaron mucho. Steve irrumpió escandalosamente con el oficial sujetándolo del saco para después empujarlo dramáticamente hacia la barda limite del edificio mientras lo interrogaba.
-Y toda esta farsa es solo para insinuar que vas a arrojarme al vacío.-se burlo el oficial.-porque ese no es tu estilo Rogers.
-Es cierto, no lo es... el de ella si.-aseguró Steve asiéndose a un lado, otorgándole espacio a Natasha de tirarlo al vacío.
-Que tal la chica de contabilidad.... Laura?.-peguntó Nat, mientras el secretario caía frenéticamente.
-Lillian, la del labio perforado.-acotó Steve.
-Ella! Si es linda.
-No, claro que no! Es horrenda. No tiene buen gusto, su salario es el mínimo y seguramente tendrá un par de mellizos con nombres que inicien con K para llenar de brillo barato en los cumpleaños.
-A ti nadie te gusta Ellbereth.-se quejó Nat.- Steve es el que debería decidir.
-Le daré mi autorización cuando encuentre una joven decente. Verdad Stevy? Ninguna de ellas vale la pena.
-Si, aun no estoy listo para eso.-respondió Steve. Y valla que le ayudaría. Yo misma me encargaría de eso, las ahuyentaré a todas, al igual que como lo hice con papá hace años, cuando aun no se casaba.
Segundos después Sam regreso con el secretario a cuestas, sumamente asustado, ni siquiera tuvimos que interrogarlo, solito habló.
-El algoritmo de Zola es un programa para elegir los blancos de Insight.-relató frenético.
-¿Cuáles son?.-le cuestiono Steve.
-Ustedes! Un comentarista del Cairo, el subsecretario de defensa, un chico de preparatoria, Bruce Banner, Stephen Strange, cualquiera que amenace a Hydra ahora o en el futuro.
-En el futuro? Como adivina?.-pregunto Steve al secretario que reía histéricamente.
-No tiene que hacerlo, el siglo XXI es un libro digital. Zola enseñó a Hydra a como leerlo. Bancos, historiales médicos, patrones de votos, E-mail, teléfono, sus exámenes escolares. Este algoritmo puede evaluar el pasado de las personas y predecir su futuro.
-Y luego que?
-No puede ser... Price va a asesinarme.
-Luego que?!!.-Exclamó Steve impacientado.
-Luego los helicarrier's de Insight los van eliminando, unos millones a la vez.
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El Automóvil iba a reventar, Sam y Steve adelante y Natasha El secretario y yo apretujados detrás. Sentía como si las atestadas calles de Washington fueran interminables, mientras discutían sobre el plan a seguir.
