CAPITULO 21

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Encontramos la información necesaria en unos archivos que Papá tenia guardados de hace tiempo. Esos mismo nos llevaron a una ubicación en Wakanda, un país en áfrica.

Las noticias buenas: encontramos a Ultron. Las malas: todo se salió de control, nos dispersamos. Y hace un momento me había encontrado con la chica alterada que vestía una chamarra roja, hizo un movimiento con sus manos y desapareció. Sentí un extraño mareo, y de repente me encontraba en un sitio diferente. Parecía una fábrica abandonada. Pero no cualquiera fábrica. Deduje eso, al no encontrar ninguna ventana a la vista.

Seguí caminando, admirando el ambiente tétrico y lleno de polvo. Sentía como las ratas correteaban a mis lados. Alteradas por mi presencia.

Un grito llamo mi atención junto a un par de voces; mi pésimo Ruso no me permitía entender del todo la conversación, solo un par de palabras sueltas. Me acerque cautelosamente al lugar de los hechos. Los gritos eran totalmente perturbadores, parecía que le arrebataban la vida. Encontré una puerta semi abierta por donde pude echar un vistazo, hasta que un guardia paso, atravesándome como si de un fantasma se tratara. Al parecer, nadie lograba verme.

Me acerque donde un grupo de científicos rodeaban lo que parecía ser una extraña camilla. En ella se encontraba una chica que conocía muy bien. Pues ella... era yo. Gritaba sin control, retorciéndome frenéticamente. Me hallaba amarrada por correas de metal, en manos, pies y cabeza, de los cuales escurría sangre por la fricción en ellos. Mi cuerpo estaba lleno de golpes y cortadas profundas. Los doctores se hallaban a una distancia segura haciendo anotaciones. Una extraña piedra era acercada a mi repetidas veces. Y cuando eso sucedía gritaba aun mas fuerte, si es que era posible. Al otro lado del lugar, un hombre con la cara sombreada, gritaba mi nombre ferozmente, pero era sujetado por otros dos hombres, Impidiéndole acercarse.

El mareo volvió a aparecer y todo se volvió oscuro, regresándome a la realidad. Mi vista era un tanto borrosa y mis manos temblaban. Sentí una falta de aire considerable; como si hubieran golpeado mis pulmones. Así que solamente me recargue contra la pared, esperando que pasara el malestar. Solo que no podía dejar de pensar en lo que vi. Sabía que fue una alucinación que la extraña chica implanto en mi. Pero se vio bastante real y eso me asustaba.

Al cabo de unos momentos, Clint llegó a mi logrando sobresaltarme.

-Hey... tranquila Ell, soy yo Clint!.-dijo sujetando mi cara, intentado de que enfocara mi vista en el.-Logras verme? Estas aquí? Tranquila, ya pasó. No volverá a molestarnos, me e encargado de ella.

-Donde esta papá? Y Steve, esta bien?

-Tony fue a encargarse de Banner, tal parece que se transformó. Y Steve esta solo un poco mareado, pero ya se encuentra en el Quinjet. La mujer afecto a todo el equipo.

-Bien, vámonos.-dije intentando ponerme en pie. Pero en cuanto lo hice, el mareo volvió con mas intensidad, haciendo que mis piernas fallaran.

-Tranquila, yo te llevo.-Clint me tomo en brazos sonriendo como el tío bonachón que era.-No te preocupes, pesas la mitad de lo que Steve.

-No puedo creer que pese 50kg.-reí,intentado relajarme.-Mi meta eran 40kg.

-Pero si ya eres un fideo. Un poco mas delgada y te volverías invisible.-bromeo.

-Es necesario, si quiero entrar en los vestidos de Asgard. Esas chicas son lo ancho de un hilo. Pero se ven preciosas.

-En serio? Y como planeas cargar el oro que llevan los vestuarios, si un simple aire, te arrastraría pesando lo que deseas.

-De todas formas, Steve se dio cuenta y me lo impide. Se hace el despistado llevándome a comer a restaurantes de 100% grasas y proteínas. Y cunado no, se aparece con sus dichosos snacks. Algunas veces saludables otras no. Todo depende.

LEALTAD (La Hija De Tony Stark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora