LEALTAD (La Hija De Tony Stark)

CAPITULO 19

Bajé los escalones tranquilamente saludando con la cabeza a los desconocidos que se invitaron solos a la fiesta. Buscaba a Steve con la mirada. Curiosa de saber si a usado la ropa que le compré hace unas horas. Pero solo logré visualizar a el tío Thor rodeado de viejitos contando sus anécdotas, y a mi madre charlando alegremente con mi única tía Greacy que vino a visitarnos; desgraciadamente Allen no pudo asistir. El está a punto de graduarse de ingeniería industrial, en la prestigiosa universidad de Corea. Que es donde residen desde hace 15 años.

Seguí avanzando y localicé a mi objetivo en la mesa de billar junto a Sam.

-Wow, bonita camisa... te hace ver 20 años mas joven y 100 mas moderno. Deberías dejarme elegir todo tu guardarropa. Porque así como lo vez Sam; el es obra mía. Yo me encargué de modernizarlo totalmente; desde películas, libros, música y el toque final! Ropa.-comenté mientras tomaba un palo para el billar y lograba una anotación perfecta.-Adiós estilo de los 40. Hola 2015.

-Y dejar que gastes mas de $800 dólares en una sola camisa? Ese no es mi estilo.

-Pero si te ves genial! Nadie luce mas la marca Tom Ford que tú. Las chicas lloverán a tu alrededor.-animé, hasta que lo pensé mejor.-Cierto, eso será un problema. No volveré a comprarte nada así.

-No se olviden del buen Sam.-interrumpió divertido.-Yo no tengo problemas con nada de eso.

-Buen intento.-señalé.-Sigue intentándolo.

-No puedes culparme, chica amante de los cyborg.-prosiguió Sam.-Mejor dime, como va tu trabajo social en S.H.I.L.D? Me entere hace poco que trabajas con ellos mano a mano.

-Bien, bien. Es divertido solucionar sus pequeños problemas, me ayudan a matar el tiempo y practicar el combate... Es como trabajo social obligatorio.

-Que hay de la chica que odiamos?.-interrumpió Steve.

-Odiamos a alguien?.-preguntó un confuso Sam.

-Si. Una tal cielo.-resolvió Steve.

-Se llama Sky, pero amo llamarle así solo para fastidiarla.-suspiré divertida.- Y si...todo sigue igual, cada día que pasa nos odiamos mas. Venir a casa y estar con ustedes es un gratificante respiro de su existencia.

-Y que es lo que hace que te fastidia tanto?.-curioseó Sam.

-Existir!!.-señalé dramáticamente.-No es solo eso, siempre quiere hacer lo que se le paga la gana, intentando mandar a todos. Incluso a mi! Creyéndose la jefa, cuando yo soy la Vengadora en ese equipo. Cosa que terminó aprendiendo de muy mala forma, pero no lo siento para nada.-enfaticé rápidamente, mientras tiraba exitosamente otra vez.- Termina metiéndonos a todos en problemas, y siempre me lleva la contra apropósito. Y muchos otros motivos mas, no terminaría en una semana de contártelos.

-La odio.-finalizó Sam, solidarizándose con mi causa.-Si necesitas asustar a alguien alguna vez, solo avísame. Desaparecer gente es mi especialidad.

-Excelente.

-Por favor, que no tenga que encubrir ningún homicidio.-exigió Steve.

-Sería uno muy pequeño y para nada apropósito.-Sonreí de una manera algo malvada.

-Discutiremos el plan en privada señorita New York. Mejor cuéntenme, escuché que fue una excelente pelea en Sokovia.

-De saber que habría una pelea como esa, te aseguro que te habríamos avisado.-respondió Steve.

-No, no. De verdad no lo siento. Lo dije para sonar rudo chicos. Prefiero seguir pistas inútiles de nuestro hombre desaparecido. Ser Vengador es su mundo. Y su mundo es una locura.-dijo Sam, mientras se detenía a observar la inmensidad de la casa.