CAPITULO 31

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-Se paralizó verdad?-preguntamos Shuri y yo a la vez, después de la partida de Nakia.

-Igual que un antílope asustado!.-afirmó Okoye riendo junto a nosotras.

-Ya terminaste?.-preguntó T-challa irritado de que se mofaran de él. Okoye sonrió y retiró a la guardia real.-Es una sorpresa que mi hermanita y la pequeña Ell, vinieran a apoyarme en este maravilloso día.-habló con sorna.-Se que ustedes dos juntas, son peligrosas.

-En realidad solo vinimos por esas.-señalé la pulsera magnética en su muñeca.

-Si! Ya quisieras!.-continuó Shuri.-Danos las perlas electromagnéticas. Les haremos unas mejoras.

-Una mejora? No así están perfectas.-comenzó a molestarnos.

-Cuantas veces tenemos que enseñarte! No porque algo funcione bien, significa que no hay lugar para mejorar.-replico Shuri.

-Están enseñándome? Que entienden de esto.-dijo T-challa entregándonos las anheladas perlas.

-Mas que tú!.-respondimos ambas al unísono. Desde que llegué aquí hace un par de meses; Shuri y yo nos sincronizábamos a la perfección. Pensábamos igual, trabajábamos igual. Nos acoplamos una a la otra sin problema alguno. En poco tiempo nos volvimos muy buenas amigas, y la mayor parte del tiempo inseparables. Amábamos descubrir cosas juntas, al combinar nuestros conocimientos tan diferentes y diversos en tecnología y demás cosas.

-Se ve interesante ver las nuevas mejoras que inventaste para tu traje ceremonial.-gritó a lo lejos.

El sabía que ella odiaba ese traje. Afortunadamente yo asistiría con un maravilloso vestido rosa amplio y vaporoso, que mande traer directo de mi tienda favorita en New York. Amaba ser extranjera. Shuri respondió mostrando su dedo malicioso hasta que su madre la reprendió. Ambas continuamos nuestro camino al laboratorio donde todo volvió a la vida con nuestra presencia.

Revisé que todo mi atuendo estuviera en su lugar, mientras la estilista daba los últimos retoques a mi peinado nada del otro mundo

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Revisé que todo mi atuendo estuviera en su lugar, mientras la estilista daba los últimos retoques a mi peinado nada del otro mundo. Jamás entendería porque tardaban tanto. Me encantaba la imagen que proyectaba con mi vestido ajustado a mi talla a la perfección. Mi cabello con su color y forma natural con hojas y flores doradas engarzadas en el, recogiendo los mechones rebeldes. Unos tacones a juego y maquillaje a la perfección. Podría ir a los óscar con esto si quisiera.

Caminé a la nave, sosteniendo la falda del vestido para no tropezar. Subir fue toda una odisea, pero los guardias me ayudaron.

-Estas hermosa Ell!. No tienes que sufrir como y, con este horrendo corsé.-exclamo Shuri.- Cuando esto acabe, juro que lo quemaré.

-Shuri...-advirtió su madre.-Vamos niñas, la ceremonia está por comenzar.

Las naves comenzaron a avanzar por las profundas aguas de Wakanda. La música no se hizo esperar y las danzas típicas mucho menos. Varios me instaban a bailar, pero siempre me negué desconociendo la forma de hacerlo. Mi vestimenta tampoco ayudaba a la forma en que se movían. Prefería observar sonriente este día tan especial. Con un movimiento de Okoye, el agua comenzó a desaparecer en el filo de la cascada, gracias al mecanismo de supresión de agua. Nos hicieron descender, y Shuri tomo mi mano guiándome al lugar indicado junto a ella en la parta baja de la gran cascada. No tardo mucho para que T-challa llegara en ese gran Quinjet, listo para dar comienzo a su coronación.

LEALTAD (La Hija De Tony Stark)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora