Ellbereth Stark; la heredera de un gran imperio, pero también de una fuerte voluntad como la de su padre. Juntos eran el dúo perfecto, hasta que una amistad la hizo cambiar de perspectiva de su vida tan prometedora. Tuvo que sacrificar los diamante...
Los museos siempre me han gustado, me encantan el conocimiento que contienen y sus infantiles actividades. Solo que esta vez era mucho mejor. Ver la cara de Steve por todos lados y molestarlo por ello no tenía precio.
-Steve, Mira! Mira! Eres tu de flacucho con medidor de estatura.-le dije para pasar a medirme en el.-Soy mas alta que tu naturalmente. Yo solo digo, ya todo alterado me dejas como un Hobbit.
-Ellby, se discreta. No quiero que nos noten.-susurró
-Nah! Solo lo dices para cambiar de tema.-dije mientras bajaba del andamio, hasta que me di cuenta que un niño lo observaba con cara de asombro. Era obvio que sabía quien era. Steve lo vio y le sonrió mientras hacía la seña de guardar silencio y el niño asintió complice.
-Sigamos Ell.
-Bueno.-seguimos caminando por un rato y pasamos por donde su moto antigua y los maniquíes de sus amigos. No pude perder la oportunidad de tomarme selfis con todo lo que pude, inclusive logré convencer a Steve de que saliera en un par de ellas.
Unos pasos mas, llegamos al área de biografías en donde Steve mostró interés en una especifica. Era un tal Sargento James Barnes.
-Quien es el?
-Bucky.-tardó en responderme, un poco perdido en sus recuerdos-Era mi mejor amigo.
-Vaya que era lindo!.-comenté, observándolo descaradamente mientras mordía mi labio inferior.-Que pérdida, con tan pocos hombres guapos en el mundo hoy en día.-suspiré, mientras Steve solo me veía con fastidio alzándome una ceja por mis pretenciosos comentarios.-Que?
-Sigamos.-respondió dando por zanjada nuestra conversación. Proseguimos al área de proyecciones, donde Peggy Carter contaba su historia. Steve se veía muy concentrado en ella. Que gran descubrimiento. Ella le gustaba, seguramente fue su novia, pues vi como cargaba una brújula con su fotografía. Solo que no quise hacer ningún comentario al respecto, creo que es un tema delicado para él.
Despues de que finalizó el documental, me dijo que pasaríamos a hacer una pequeña visita a la mujer del video, a lo cual accedí sorprendida de que aun existiera. Al llegar, quise darle privacidad; asi que esperé en la sala de la casa, hasta que finalizó su reunión, unos momentos despues.
-Todo bien?
-Si, me alegra que esté bien.
-A mi tambien.-respondí.
-Que tal si ya vamos a cenar.-me cuestionó sonriendo, recuperando algo de alegría.-A sido un largo día.
-Creí que nunca lo dirías.
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Despues de cenar, yo estaba muy ansiosa por llegar a casa. Pues Steve prometió hacerme un postre si me portaba bien, porque no quiso comprarlo en la Pizzería, alegando que eran muy caros y le estaban robando. Pero antes de ir al departamento, decidió pasar a visitar a un amigo suyo; a propósito sabiendo de mi desesperación por el azúcar, pero no caería en su trampa. Asi que me comporté todo el tiempo mientras el tal Sam daba sus clases de apoyo para los veteranos. Al finalizar se acercó a nosotros con una gran sonrisa.
